Por Diego Dillenberger

Faltaba el último escollo y no fue tan fácil: luego de la aprobación, en marzo, por el Parlamento Europeo, ahora el Consejo de Ministros, que representa a los gobiernos miembros de la UE, promulgó la reforma al derecho de autor que en máximo dos años deberá estar vigente en todos los países miembros.

Fue un paso formal pero muy importante para los medios en todo el mundo, porque la norma europea -el mayor mercado cultural a nivel mundial desde el punto de vista de la cantidad de habitantes y su poder adquisitivo- podría ser un faro para que sea tomada de guía en el resto del mundo.

El presidente de Adepa, Martín Etchevers, destacó durante la reciente 169a Junta de Directores en Mar del Plata que la directiva europea de reforma del copyright es “un paso trascendental, con un espaldarazo indiscutible a los derechos de los medios”.

Florian Nehm, gerente de Asuntos Europeos de la editorial alemana Axel Springer -la líder en la insistencia en favor de esta ley-, explicó a Adepa que “cuantos más países se sumen a esta reforma del copyright, más efectiva será”.

De hecho en Alemania y España ya rigen leyes similares que no han sido todo lo efectivas que los legisladores de esos países prometieron por la falta de una norma más amplia que no permita a los buscadores y plataformas enfrentar a unos países contra otros o directamente -como en el caso Español- abandonar el mercado.

Europa es demasiado importante, y días después de la aprobación parlamentaria de esta ley, una inédita reunión pública entre Mathias Döpfner, CEO de Axel Springer y presidente de la asociación de editores alemanes, y el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, demostró que la normativa ya está surtiendo el efecto de sentar a hablar a las grandes plataformas de Silicon Valley con los medios sobre formas de compartir ingresos en Internet.

Por eso Google y Facebook renovaron su lobby sobre los gobiernos europeos contra esta directiva hasta el último minuto. La votación finalmente fue ajustada y se logró gracias al gran peso de Alemania.

Sin embargo, a pesar de que el miembro informante del Parlamento Europeo que llevó adelante los debates para esta ley es un eurodiputado de la gobernante democracia cristiana alemana, una serie de protestas masivas, durante la votación por el Parlamento Europeo, llamaron la atención del gobierno de Angela Merkel -aliado a una socialdemocracia opuesta a la nueva norma- y pusieron en duda que su promulgación fuera tan solo un mero “trámite”.

La votación había salido 348 contra 274 votos, pero en el Consejo de Ministros, justo los alemanes, con su gran peso numérico, titubearon a último momento.

Alemania logró finalmente que se incluyera una cláusula que impide los upload filter: software que debería detectar violaciones al derecho de autor antes de que se suban contenidos y que puede ser impreciso y a la vez considerarse censura previa. Esta cláusula interesaba más a la TV y la industria del cine que a las editoriales periodísticas y era la que más controversias había generado.

La objeción alemana es un alivio para plataformas con Youtube.

En contra votaron Holanda, Luxemburgo, Polonia, Italia, Finlandia y Suecia, que ya adelantó que iba a ser muy laxo en la reglamentación (los medios de países de idiomas restringidos no sufren tanto las violaciones a la autoría como los difundidos inglés, español y francés). Bélgica, Estonia y Eslovenia se abstuvieron.

Finalmente el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dijo que esta reforma es la “pieza que faltaba en el rompecabezas del mercado digital europeo”.

En las reglamentaciones por país ahora se verá cómo se define e implementa el capítulo más resbaladizo de la nueva norma, que son los snippets: en principio deberán pagar por publicar fragmentos. Por lo tanto agregadores como Google News deberán llegar a un acuerdo de licencia con las editoriales. De todos modos, las reglamentaciones y definiciones en las adaptaciones locales dan aún bastante margen para el debate y el lobby.

Así lo explica a este portal Nehm: “El uso comercial de todo contenido editorial reproducido en todo tipo de plataforma digital requerirá el permiso de la editorial o su representante. Esto incluye los snippets. Cuántas palabras del snippet podrían ser gratuitas se verá en la transposición de la regulación europea a las leyes nacionales”.

El funcionario que trabaja en Axel Springer y fue factor clave para convencer a los eurodiputados agrega que el gobierno francés “ya ha preparado su versión y la presentará al parlamento en París probablemente en mayo. Después dependerá del tipo de organización por parte de las editoriales para negociar con los que usen sus contenidos con fines comerciales. Esto es relativamente complicado en el caso Google al tratarse de un monopolio en el mercado del ser encontrado”.