Por Diego Dillenberger *

Las principales editoriales europeas están celebrando que a comienzos de febrero quedó redactado el articulado básico de la ley de derecho de autor para medios gráficos en Internet. El Parlamento europeo, siguiendo la ley dictada a fines del año pasado, se unió a la Comisión Europea para acordar la redacción del articulado general de la norma que obligará a plataformas como Google News a pagar por llevar sus noticias.

Esta actualización del derecho de autor incluye el derecho de autor auxiliar para las editoriales de diarios y revistas y hace responsables a plataformas de video, como Youtube, por las infracciones al derecho de autor que puedan llegar a cometer sus usuarios, lo que las obligará a cambiar su modelo de negocios o desarrollar un software que les permita escanear previamente los contenidos para asegurarse no infringir el derecho de autor.

La norma no cubre los “snippets”, que son las frases o retazos que muestran los buscadores cuando encuentran una noticia, así como sus respectivos links para llegar a ellas.

Pero así como está redactada la norma hoy, los portales no podrían publicar los titulares completos de las noticias sin pagar derecho de autor.

La ley no detalla ninguna forma de pago pero obliga a las plataformas a obtener el consentimiento expreso de los medios para incluir su contenido en servicios como los de Google News. Tampoco se habla aún de montos y formas de monetización. Pero queda por primera vez sentado el principio básico en toda Europa de que las plataformas, que se llevan el grueso de la inversión en publicidad en todo el mundo, están logrando parte de esos fenomenales ingresos no solo a costa del periodismo, sino en muchos casos aprovechando su trabajo e inversión, sin pagar un centavo, tendrán la obligación de pagar. Esta novedad llama la atención en todo el mundo porque sienta un precedente a nivel mundial que podría favorecer al negocio editorial y el periodismo.

La reforma del derecho de autor en Europa fue liderada en gran medida por la editorial Axel Springer y su CEO y a la vez presidente de la Asociación Alemana de Editores de Diarios, Mathias Döpfner, que ve ahora “grandes oportunidades para el periodismo independiente”. Al frente de la iniciativa parlamentaria europea estuvo el eurodiputado alemán democristiano Axel Voss, que afirmó que el nuevo derecho de autor “termina con el salvaje oeste en Internet, en el que los autores solían terminar desplumados por el modelo de negocios de las grandes plataformas”.

No habría sido posible, si los alemanes no hubiesen conseguido el apoyo de los franceses, que colaboraron en doblegar las dudas y el fuerte lobby de las plataformas.

De todos modos, el articulado ahora deberá ser reglamentado en detalle, lo que podría atenuar alguna de sus provisiones. Luego se espera su adaptación local en cada país y un período de “judicialización” de las normas que podría llevar meses o años. Se espera que la presión pública y política de plataformas como Google o Facebook continúe en todo ese período.

La norma contempla la excepción para plataformas nuevas, de menos de tres años de antigüedad, con menos de cinco millones de usuarios únicos mensuales y una facturación anual inferior a 10 millones de euros. Esto apunta a fomentar el desarrollo de competencia al poder de Silicon Valley.

Ahora la ley pasará por el Consejo Europeo y finalmente -probablemente en abril- recibiría el voto final del plenario del Parlamento Europeo con lo que quedará promulgada. No se espera ningún rechazo global, aunque en las reglamentación detallista podrá haber atenuaciones dada la fuerte controversia que promueven las plataformas.

Dos de sus artículos pueden llevar a controversias y, eventualmente, negociaciones adicionales. Se trata de los centrales #11 y #13: las plataformas lograron que una petición de Change.org fuera firmada por 4,7 millones de ciudadanos europeos. El #13 justamente resultó el artículo más controvertido.

El artículo 11 regula el derecho auxiliar para las editoriales de medios gráficos, que obliga a las plataformas en Internet a pagar por el contenido u obtener algún tipo de acuerdo de licencia.

El 13 es el más controvertido, ya que es el que hace responsables a las plataformas de redes sociales por las infracciones de derecho de autor que pudieran cometer sus usuarios. Aunque la ley deja en claro que “memes” y “gifs” quedan exceptuados para no censurar la creatividad popular. Este artículo es el que más controversias genera y por el que se están gestando protestas para las próximas semanas en toda Europa.

Por otra parte hay dudas de que la tecnología para detectar anticipadamente infracciones de usuarios sea actualmente lo suficientemente precisa como para evitar abusos de vigilancia que puedan ser interpretados como “censura”, por lo tanto este capítulo podría estar sujeto a un largo proceso de judicialización posterior.

Como las leyes europeas tienen hasta dos años para su incorporación definitiva en los diversos países de la UE, se espera lobbying intenso en su contra.

Los opositores a la norma, como la eurodiputada alemana Julia Reda, del Partido Pirata (sic) objetó que es un acto de censura a Internet y supone que pequeñas editoriales y autores independientes saldrían perjudicados, porque al final Google terminaría acordando licencias con los más grandes. Para los editores que promocionaron el derecho de autor auxiliar para editoriales es una crítica sin fundamento.

La “pirata”, líder en la resistencia contra el nuevo derecho de autor en el Parlamento Europeo, sostiene que frenará la digitalización de Europa, por más que la ley contemple atenuaciones para plataformas chicas y nuevas.

Otras voces advirtieron que Google, para presionar, podría amenazar con retirar Google News de toda Europa, como lo hizo recientemente en España ante una reforma del derecho de autor local. Google aduce que el tráfico cayó a la mitad en ese país y que fue

particularmente fuerte el impacto en diarios y revistas de menor circulación, pero la industria demostró que el costo no fue tan alto a pesar de no haber logrado convencer al buscador norteamericano de pagar derecho de autor.

Europa es demasiado grande como para que Google News desaparezca así nomas.

Otros análisis sugieren que Google podría fomentar justamente las noticias de aquellos medios que resignen sus ingresos por derecho de autor auxiliar firmando acuerdos individuales, llevando más tráfico a esos sitios y boicoteando los que reclamen sus derechos, ahora legales.

La batalla recién comienza.

 

* El autor es director de Imagen y miembro del Consejo Ejecutivo de Adepa.