Para los editores, Google AMP y Facebook Instant Articles son dos esfuerzos diferentes con el mismo objetivo: crear una experiencia móvil más rápida y limpia que pueda atraer y retener mejor a los lectores móviles. Pero la pregunta presente desde el inicio de ambos productos (febrero de 2016 y mayo de 2015, respectivamente) ha sido cuánto de las ganancias en rendimiento y en engagement que Google y Facebook les prometieron a los editores, se observan realmente – y si esas ganancias han aportado a los ingresos o a la retención global del lector.

Algunos nuevos datos de Chartbeat dan una respuesta afirmativa, por lo menos en los frentes de rendimiento y de engagement. Al analizar los datos de tráfico móvil y el comportamiento del lector a través de los sitios de su red, Chartbeat encontró que las páginas AMP cargan cuatro veces más rápido que los sitios móviles estándar (1,4 segundos frente a 5,3 segundos). El rendimiento de Instant Articles fue aún más impresionante. Según Chartbeat, casi el 90 por ciento de los

Instant Articles cargan demasiado rápido como para que la empresa registre un tiempo de carga.
En general, Chartbeat descubrió que, a partir de mayo, los editores que adoptaron AMP obtuvieron un 16 por ciento de su tráfico móvil de las AMP, comparado con un 14,8 por ciento de los Instant Articles. (Chartbeat también encontró que el 97 por ciento de sus publishers estaban usando ambos formatos). Esos números demuestran un aumento significativo desde la introducción de ambos formatos, como se observa en el siguiente gráfico.

 

Esas ganancias de rendimiento parecen tener un impacto real en el comportamiento del lector. Los lectores normalmente pasan 48 segundos en una página de Google AMP, más de los 36 segundos que le dedican a un sitio móvil típico (aunque pocos editores se sentirán particularmente inspirados por cualquiera de esos números). Chartbeat no tiene acceso directo a los datos de engagement en el lado de Facebook Instant Articles, lo que significa que no podemos establecer comparaciones directas aquí entre los dos esfuerzos.

(Sin embargo, es posible que la ruta de los usuarios móviles hacia las páginas de AMP influyan en el tiempo de permanencia. La mayoría de las vistas de AMP provienen de los resultados de búsqueda de Google – lo que significa que el usuario ya ha expresado un nivel de interés lo suficientemente alto como para escribir algunos términos de búsqueda, mire las opciones, y escoja una. Eso debería crear un nivel de engagement más alto que, por ejemplo, ver un enlace en un tweet o en el feed de noticias).

Sin embargo, una diferencia podría verse en el número de páginas que reciben tráfico a través de Instant Articles y AMP. Chartbeat encontró que, en un día típico, los artículos de AMP de un publisher alcanzan un tráfico tres veces mayor que el contenido de los Instant Articles. En otras palabras, cuando se trata de la vida útil del contenido, AMP tiene una ventaja significativa sobre los Instant Articles. Pero eso no resulta tan sorprendente, dado que la búsqueda tiende más a la larga cola, al contenido evergreen, que las plataformas sociales.

Pero todavía quedan preguntas sobre el verdadero impacto de los esfuerzos en la audiencia de los publishers y en los ingresos publicitarios. Chartbeat también señala que, mientras más editores están probando AMP, «el número de artículos publicados por aquellos que han estado probando las plataformas durante algún tiempo se ha estabilizado». Y una serie de editores han sacado su contenido de Instant Articles, como respuesta a los ingresos decepcionantes. Si bien estos esfuerzos están cumpliendo muchas de sus promesas técnicas, todavía existe preocupación acerca de cuán sustentables serán.

Jonathan Albright“Es injusto culpar solamente a las plataformas”

“La mejor forma de describir a las ‘fake news’ es decir que las ‘fake news’ no existen”, fue la frase que Jonathan Albright, Director de Investigación del Tow Center for Digital Journalism de la Universidad de Columbia, utilizó para abrir su conferencia en la Media Party 2017. Luego de su disertación dialogó con Adepa sobre algunas de las cuestiones centrales de los puntos abordados en su exposición.

Explicó que el término “fake news” es empleado para distraer, desacreditar o engañar. “Cuando se usa la expresión como un arma para referirse a una organización de medios (como CNN), es más grave que adjudicársela a un simple artículo o nota”, manifestó respecto de las veces que el presidente Donald Trump calificó de “fake news” a algunos medios en conferencia de prensa.

Su mirada respecto de este fenómeno llamó la atención porque considera que “es injusto culpar solamente a las plataformas”. Planteó que no todo el tráfico viene de Facebook y que el email sigue siendo muy poderoso para hacer llegar mensajes, así como también Whatsapp. En su visión, el contenido está estratégicamente diseñado para ser “emocionalmente esparcido y replicado a través de los medios y las micro audiencias”.

“¿Puede haber un emoticón de confianza en Facebook?”, planteó en relación a las reacciones que tienen los posts en la red social. Por último, explicó cuáles son los factores que inciden en el ecosistema de las “fake news”: refuerzo de algoritmos, polarización y posición ideológica y contagio social. “No se trata siempre de cosas verdaderas o falsas, sino que a veces eso se usa para confundir y la gente no sabe realmente con qué coincidir”.

¿Cree que el término “fake news” es utilizado por la gente pare referirse a aquello con lo que no está de acuerdo?

Absolutamente. Es un término utilizado casi como para enfatizar el desacuerdo, pero creo que con él se pretende desacreditar. Las personas pueden estar en desacuerdo con las cosas o decir que algo no les gusta o tener otras opiniones, pero creo que cuando utilizan “fake news” es para desacreditar una historia o para desacreditar los hechos. Es un término común. Pero en verdad es utilizado para quitarles legitimidad a las organizaciones de medios y a los procesos periodísticos.

Si Facebook no es el mayor culpable visible de la propagación de las “fake news”, ¿cómo se puede afrontar este problema?

Están sucediendo muchas cosas distintas y no hay una sola parte culpable. Hay varios componentes que pueden ser responsables de diferentes partes pero creo que el mayor problema es Internet, cómo están reguladas las cosas y cómo Internet ha crecido a través de los países, las fronteras, internacionalmente. Es realmente difícil regular desde la política, por lo que es algo que debería ser revaluado o mirado de manera diferente de como creo que se miró en el pasado.

¿Cree que los esfuerzos que hicieron Facebook y Google para combatir las “fake news” fueron necesarios o fueron un tanto vagos y fallaron en su efectividad?

Todas fueron reacciones. Todos respondieron al problema en lugar de tener sistemas que fueran resistentes a la manipulación. Así que todos los efectos que produjeron la mayoría de los problemas que surgieron, ocurrieron en gran parte porque los sistemas y los actores no estaban preparados para la clase de cosas que iban a suceder. Así que creo que la mayoría de los cambios, las correcciones y los parches fueron en respuesta a algo que generó un problema dentro su negocio.

¿Cómo pueden los periodistas educar a la gente para que logre identificar las “fake news” y para que no crea todo lo que lee y escucha?

Requiere de varias cosas. Las habilidades de pensamiento crítico creo que son realmente importantes. Enseñarle a la gente a cuestionarse no solo la información, sino que también los datos, porque no se trata sólo de información. Si se utilizaron datos en una historia, ¿de dónde provienen los datos? No tomar todo lo que se dice, sino que estar dispuesto a escuchar otras voces también y ser capaces de hacer un contrapeso entre las cosas. De modo que hay algo que está sucediendo en varias generaciones o quizás en las nuevas generaciones. Pero siento que todo es como si estuviera de un lado o del otro, está muy polarizado. Así que enseñarle a la gente a ser moderada y a pensar antes de reaccionar o pensar antes de compartir algo o tal vez simplemente esperar, sea hacia donde las cosas deberían ir. Es muy importante que haya cierta alfabetización por parte de los medios. Que se comprendan las señales online que demuestran que algo no es tan confiable o correcto o tal vez muy sesgado. Siento que la gente no tiene estas habilidades. Es una carencia incluso que no sepan mirar el dominio y ver si se trata de algo real.

Internet sigue creciendo y usted dijo que una de las mayores partes culpables por la propagación de las “fake news” era Internet. ¿Considera que las “fake news” van a crecer o la sociedad y los medios ya están tomando mayor conciencia?

Qué pregunta difícil. Creo que todo está creciendo, así que supongo que en un intento de respuesta diría que los problemas que estamos enfrentando en este momento son sólo el comienzo de los problemas futuros. Y es diferente a lo que sucedía antes porque las computadoras, lo que llamamos inteligencia artificial y el procesamiento del lenguaje natural pueden imitar fácilmente a los humanos y eso es un gran problema. Porque tendemos a confiar en las personas, tendemos a confiar en caras, tendemos a confiar en perfiles y una vez que esa confianza desaparece o que es manipulada por bots, por ejemplo, ya estamos en un gran problema. Eso solo va a darle la capacidad a la tecnología para actuar como seres humanos, hablar como seres humanos o incluso parecer seres humanos. Entonces, solo las habilidades, la regulación y las políticas son las que pueden solventar esto. El asunto está en que no tendríamos semejante problema si la gente pudiera tomar las distintas partes, comparar, esperar para compartir las cosas y no ser tan emocionales con todo.

Fuente: Nieman Lab. Artículo original publicado en inglés, traducido por Adepa.