La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) sigue con preocupación distintos hechos sucedidos en las últimas semanas, en los que figuras políticas han vuelto a elegir a medios y periodistas como sujetos de estigmatización en el discurso público. No nos referimos a la réplica o el debate frente a informaciones u opiniones, prácticas siempre bienvenidas en una sociedad democrática, sino a señalamientos personales que pueden conducir a la intimidación o la agresión.
Asimismo, Adepa toma nota de la carta recibida de parte del periodista Luis Majul, conductor de La Nación+ y CNN en Español Radio, en la que relata una serie de ataques de sectores políticos y sindicales contra su persona y anticipa el inicio de acciones judiciales en el plano local e internacional.
Como esta entidad ha señalado de manera reiterada, la estigmatización y la persecución de periodistas por investigar al poder son incompatibles con el clima de respeto a la libertad de expresión que la democracia exige a todos los ciudadanos, y en particular a las figuras políticas. A nuestro juicio, los recientes videos que señalan a periodistas, posteados por la vicepresidenta de la Nación, no contribuyen en modo alguno a ese clima.
Por otro lado, pretender responsabilizar a un periodista por el origen de una información o identificarlo con quien puede ser una de sus fuentes es desconocer la esencia del periodismo de investigación. Además, esto afecta el derecho a resguardar el secreto profesional, amparado por la Constitución Nacional.
Por último, Adepa reitera que los llamados «escraches» contra periodistas por parte de actores políticos o institucionales constituyen una peligrosa invitación a la violencia verbal y física. Una vez más, repudiamos enfáticamente este accionar, el que suele ser facilitado y potenciado por la dinámica de las redes sociales, que muchas veces alimentan discursos de odio y persecución en lugar de favorecer un debate amplio y plural.