Este jueves 11 de noviembre se realizó la primera jornada del IV Encuentro ‘Medios y Salud’ para periodistas y editores no especializados en el área, organizado por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) con el apoyo del laboratorio AbbVie.

El primer día del taller moderado por Diego Dillenberger, Director General de Revista Imagen, se refirió a la nueva agenda de la salud en los medios. El panel contó con la presencia de Adriana Santagati, prosecretaria de redacción y subjefa de la sección Sociedad en Clarín (Argentina); Ignacio Chans, subeditor jefe en El Observador (Uruguay); y Cristian González, coordinador de la sección Vida, Ciencia y Tecnología, en El Mercurio (Chile).

La apertura de la jornada estuvo a cargo de Andres D’Alessandro, Director Ejecutivo de ADEPA, que se refirió a la importancia de que los medios tengan equipos de trabajo para cubrir temas de salud, no solo enfocado en la pandemia, sino también en otras temáticas que suelen irrumpir en las agendas.

El Covid y los medios hoy

La primera pregunta realizada por el moderador, fue si existe en la actualidad una saturación del tema coronavirus por parte de la ciudadanía. Santagati tomó la palabra y afirmó que hoy hay “cansancio sobre el covid y una gran necesidad de dar una vuelta a la página”.

La subjefa de la sección Sociedad de Clarín, reveló que el 80% de los recursos y de la generación de contenidos del medio estuvo volcada al covid-19 con foco en salud y temas colaterales como las restricciones o la cuarentena.

Además, contó que, pese a que hay un descenso del interés sobre el tema, también hay una inclinación por temáticas que “afectan más directamente al lector” y, al mismo tiempo, existe “una necesidad de buscar buenas noticias que tienen que ver con la pandemia”.

Sobre su experiencia en El Mercurio, González revela que el diario lleva una sección fija de salud hace 20 años y que siempre se ha dedicado al tema de salud, ciencia y tecnología. La llegada de la pandemia marcó un cambio en la redacción de dicha sección que pasó de tener dos páginas a una.

“Los temas de salud siempre tienen portada. Con la pandemia eso explotó. Antes de declararse la pandemia, el tema era cubierto por el área y luego pasaron a otras secciones del diario. Eso fue fuerte en los primeros 6 meses”, remarcó.

Con respecto al interés de los lectores, el coordinador de la sección Vida, Ciencia y Tecnología, afirma que se vive un “efecto ola” donde por momentos aumenta y, por otros, baja. Tras reducir el contenido de la sección a una página, a modo de compensación, compartió que sacaron un suplemento denominado “Salud y Bienestar”.

“La idea era apuntar a cubrir temas que ayudara a las personas que todavía estaban confinadas. Tratamos de ofrecer herramientas para sobrellevar el impacto que tuvo la pandemia en la salud mental”, describió.

Por su parte, Chans resaltó su experiencia en Uruguay y explicó que, más que un cansancio, hubo un “agotamiento y hartazgo en la medida que los casos muestran una baja o cuando la situación no está complicada”.

Por otro lado, el subeditor jefe en ‘El Observador’ puntualizó la diferencia de consumo de contenidos de quienes son suscriptores y quienes no, denominados por el propio Chans como la audiencia generalista o “golondrina”.

En su análisis, remarcó que los “miembros” del diario seguían más interesados “en temas de mayor valor agregado como entrevistas o análisis con expertos”, a diferencia de las audiencias generalistas que no lo estaban. “Tenemos que pensar en salud con valor agregado”, compartió.

En sintonía, Santagati agregó que más allá del espacio, la clave está en ese valor agregado al contenido. “El suscriptor busca un servicio emocional. Notas que le aporten a resolver un problema o darle una solución y que lo vinculen desde la emocional. Es clave entenderlo para buscar el valor agregado. Hay que brindar un servicio y apelar a la emoción”, amplió.

Política, salud y medios

Otra de las temáticas que se debatió durante la jornada fue cuál y cómo fue el aspecto crítico de los medios durante las políticas de salud tomadas por el gobierno. Para comenzar, González cuenta que, pese a que El Mercurio tiene una línea más oficialista, se “cubrió bien las críticas a la conducción para mostrar toda la situación”.

Específicamente sobre las medidas tomadas, sostuvo que muchas de ellas se tomaron en términos “más económicos que epidemiológicos” y que, sobre todo al comienzo, “se cuidaba más el impacto del desarrollo económico”. Entre los casos que marcaron al país resaltó a la destitución del ministro de salud por la controversia sobre los reportes de las cifras reales de fallecidos.

A diferencia de Chile, Chans cuenta que, durante la cobertura de la pandemia, la redacción trató de “respetar nuestro principio de independencia política”. Con este lema revela que durante el primer año casi no se desarrolló el covid y fue recién en los picos de contagios de diciembre del 2020 y marzo 2021 cuando se expandieron los debates en torno al tema.

Sobre las políticas de Luis Lacalle Pou, compartió la creación de un comité científico de todas las aristas políticas que logró “un gran consenso y desbarnizar las críticas”. Pero cuenta que, a partir de marzo de 2021, frente a las críticas por las medidas tomadas, fue disuelto por el propio gobierno, lo que despertó “un debate político y causó un nivel de polarización poco común en Uruguay”.

Profesionalizar la comunicación en salud

El último debate de la jornada consistió en si hay predisposición por parte de las fuentes de salud a profesionalizar su comunicación. La prosecretaria de redacción y subjefa de la sección Sociedad en Clarín afirma que durante la pandemia hubo ejes profesionales que se convirtieron en referentes comunicadores.

Más allá de estos voceros habituales, aclaró que es muy importante apoyar la construcción de nuevos voceros: “Hay personas más jóvenes que están en la trinchera y tienen cosas interesantes para contar. Se le está dando esa preparación para hablar de manera más sólida a los medios”, afirmó.

Además, resaltó la relevancia del periodismo de datos para validar toda la información. “El apoyo en los datos es fundamental también. Es importante que los periodistas se interesen por el periodismo de datos. Los números son un insumo fundamental de su trabajo. Es una enseñanza muy importante. Hay que destacar el valor de los datos como insumo para generación de contenidos”.

Por su lado, el subeditor jefe en ‘El Observador’ se refirió a que muchos referentes del área de la ciencia en Uruguay “se vieron en la necesidad de hablar con personas de comunicación para conocer más sobre cómo comunicar de manera fácil y accesible”. En esa línea, destacó la labor del Institut Pasteur que “todo el tiempo tuvo el interés de bajar los conocimientos y explicarlo a la gente”.

Para el caso de Chile, el coordinador de la sección Vida, Ciencia y Tecnología en El Mercurio, agregó que los centros de salud ya estaban trabajando hace tiempo antes de la pandemia y ya existían las fuentes habituales.

A su vez, afirmó que, una vez que se expandió el coronavirus, se sumaron más voceros. “Había información muy buena que estaba disponible y que nos hacen llegar a diarios. El tema de encontrar fuentes no ha sido de mayor dificultad”, aclaró.

En esta línea destacó la labor de los centros universitarios, académicos y de investigación que “ofrecían una mirada más macro de la situación, aportaban información y dejaban muchos datos de nicho super importantes”.

Por último, como cierre, se refirió a la importancia de la capacitación de quienes cubren estos temas. “La pandemia hizo evidente la preparación de los periodistas que cubren y vino a reforzar la importancia de la profesionalización y capacitación en términos de periodismo científico”, finalizó.

La importancia de conocer y concientizar sobre las enfermedades de la piel

Periodistas, editores y expertos de la salud se reunieron el viernes 12 de noviembre en la segunda jornada del IV Encuentro ‘Medios y Salud’ organizado la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) con el apoyo del laboratorio AbbVie.

“La Salud a flor de piel” fue el título macro del segundo encuentro que estuvo moderado por Adriana Santagatti, prosecretaria de redacción y subjefa de la sección ‘Sociedad’ de Clarín (Argentina). La iniciativa buscó concientizar, a través de expertos, la identificación de señales que permiten reconocer enfermedades a través de la piel como psoriasis o dermatitis atópica.

La jornada contó con la presencia de Patricia Camelo, fundadora y presidente de Fundación Creciendo con Alergias (Chile); Mariana Palacios, presidenta de la Asociación de Dermatitis Atópica Argentina (ADAR); y Martín Petrocco, director de proyecto en la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO).

La actualidad de la piel

La primera pregunta de Santagatti para los invitados fue en torno a la actualidad de la detección y atención de las enfermedades de la piel. Quien tomó la palabra fue la presidenta de ADAR que contó sobre el “difícil acceso” que todavía tienen las personas que no poseen una prepaga médica o una obra social.

En sintonía, Petrocco compartió que una de las conclusiones del 2º Congreso Argentino para Pacientes con Enfermedades Psoriática, celebrado a fines de octubre, fue que hay una “gran asimetría” entre el sector privado y la cobertura pública y, también, entre lo que es el AMBA y lo que representa el resto de Argentina.

El director de proyectos de AEPSO afirmó que se detectó “una demora en la posibilidad de acceder a un turno porque muchos centros de atención dejaron de trabajar debido al Covid”.

Sobre la experiencia chilena, Camelo dijo, por un lado, que en su país hay intensas campañas por parte del estado para que vayan a sus controles regulares y no se empeore la situación “ya que muchos dejaron de asistir por la pandemia”.

Por otro lado, contó que, en la fundación que preside, vieron un cambio y una migración de aumento en la demanda de su programa social que entrega consultas médicas subsidiadas. “Muchos se vieron forzados a dejar sus coberturas privadas para sumarse a iniciativas como la de nosotros”, agregó.

El factor emocional

El componente emocional o la incidencia del estrés en las enfermedades de la piel fue otras de las temáticas que abordaron los especialistas. Específicamente sobre la dermatitis atópica, Palacios recalcó que pusieron “mucho foco en el aspecto emocional” y compartió que, las últimas encuestas realizadas en conjunto con AEPSON, dejaron “números alarmantes de cómo están a nivel emocional los pacientes”.

“La dermatitis atópica va muy de la mano de lo emocional. No sólo influye cuando la persona está con sentimientos de tristeza o enojo, sino también en emociones positivas. Tal puede ser el caso de los niños cuanto tienen que esperar por un cumpleaños, se ponen ansiosos y eso les genera brote”, explayó.

Petrocco, por su parte, reveló los tres sentimientos que los pacientes suelen expresar y que confesaron en la encuesta: ansiedad, incertidumbre y angustia. Entre las causas principales, señaló que el 11% de los pacientes perdieron el empleo; el 14% perdió la cobertura médica; los ejes de la actividad física, alimentación o el nivel de sueño se desplazaron de “bien” a “mal” o “muy mal” y, por último, el aumento de peso, cuya media estuvo arriba de los 2.5 kilos.

“Esto último no solo afecta a la salud en general sino también al uso de los medicamentos, ya que pueden perder efecto al no tener las dosis exactas”, resaltó.

Detección temprana

Durante la jornada también se ofreció información de cómo se puede detectar de manera precoz enfermedades de la piel como dermatitis atópica o psoriasis. En primer lugar, Palacios hizo referencia al primero y explicó que “no hay estudios específicos” y se llega a un diagnóstico por “una buena observación clínica por parte de los dermatólogos y especialistas que observan cuáles son los eccemas y pueden detectar la enfermedad”.

Ante la pregunta de Santagatti sobre en qué casos el paciente debería acercarse, la especialista afirma que debe hacerlo cuando “tienen una piel extremadamente seca y comienza a picar; aparece un eccema; hay mucha picazón incluso cuando se duerme o manchas rojas, entre otros síntomas”.

¿Cuál es la señal de alarma? “La picazón fuerte en todo momento, la piel roja, seca y eccemas que empiezan a provocar infecciones que hacemos al rascarnos. Son sencillas de ver, pero difícil de controlar. No hay una manera sencilla. Tiene que mantenerse hidratada todo el tiempo”, respondió la presidenta de ADAR.

En esta línea, la fundadora y presidente de la Fundación Creciendo resalta que la picazón constante es “el primer y gran síntoma para detectar dermatitis atópica. Sin esta, no hay tal enfermedad.

“Suele observarse desde una temprana edad y casi siempre existe un antecedente familiar. Cuando no es grave, las personas se acostumbran a la picazón y no son conscientes de lo que podría llegar a hacer”, sostuvo.

Sobre la psoriasis en particular, el Director de Proyecto de AEPSO recalca que la piel es “rojiza, escamosa, los dedos se hinchan” y suele aparecer en el codo, el cuero cabelludo o la uña.

“Algo muy importante que hay que afirmar es que a nivel mundial hay un cambio de paradigma que es que se empieza llamar ‘enfermedad psoriásica’ para englobar en un todo a otros niveles de la enfermedad como lo es la artritis psoriásica”, aclaró.

El camino por seguir

Entre los grandes debates que surgió durante la segunda jornada fue cómo crear consciencia e integrar el tratamiento y el acceso de los medicamentos de estas enfermedades en el sistema de salud que, todavía, los considera como “cosméticos”.

Frente a las distintas comorbilidades que surgen a raíz de estas enfermedades como asma, rinitis, trastornos de sueño y emocionales, problemas cardiológicos o diabetes, los especialistas coincidieron en la importancia de trabajar en conjunto de forma interdisciplinaria.

En este marco, Petrocco resaltó que es muy importante “la detección temprana y contar especialistas” y destacó que algunos hospitales públicos grandes ya están los equipos multidisciplinarios montados con el trabajo en conjunto de dermatólogos, reumatólogo, cardiólogo o también nutricionistas.

Bajo esta línea, rescata cuestiones positivas de la pandemia que aportaron en esta especialización. “Una de ellas fue que las personas comenzaron a conversar sobre las comorbilidades o ensayos clínicos y esto permite hacer charlas con los pacientes para que participen en estos ensayos y se puedan desarrollar nuevos medicamentos”, detalló.

Sobre este punto, Camelo resaltó la importancia de sumar, entre los profesionales, a psicólogos y psiquiatras. “Todavía cuesta que los médicos deriven. Lo que buscamos es que el ‘triángulo’ entre el médico, dermatólogo y paciente llegue a un psicólogo o psiquiatra que son muy importantes en enfermedades como la dermatitis atópica”.

Otro punto para destacar fue el aporte de la tecnología y lo virtual con las recetas electrónicas y la telemedicina. Sobre esto, Camelo afirmó que es fundamental para “potenciar el aspecto interdisciplinario ya que lo puede hacer más rápido”. Por otra parte, mencionó a los eventos y las jornadas virtuales para “dar más información y acceso a muchas más personas”.

Como cierre, los especialistas se ponen de acuerdo en qué, una de la manera de dar relevancia a las enfermedades de la piel, es eliminando la discriminación. “El primero que te discrimina es el sistema de salud porque lo considera una enfermedad estética”, expresó Petrocco. Por otro lado, desde Chile, Camelo destacó que es, sin dudas, uno de los “grandes sentimientos” que viven las personas que padecen esta enfermedad.

“Hay que trabajar en conjunto y formar asociaciones para comprometernos con la enfermedad. Debemos crear puentes como estos encuentros, donde periodistas interesados se convierten justamente en un puente más para alcanzar nuestros derechos”, cerró la presidenta de la Asociación de Dermatitis Atópica Argentina.