Durante la 79ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el director de La Silla Rota de México, Roberto Rock, asumió como nuevo presidente de la organización. José Roberto Dutriz, de La Prensa Gráfica de El Salvador, fue nombrado como primer vicepresidente.

A continuación, el discurso completo de aceptación de la Presidencia de la SIP de Roberto Rock:

Compañeros y compañeros de la Sociedad Interamericana de Prensa; señores y señoras directivos; amigos, amigas:

Siempre me gustó la costumbre observada en Estados Unidos de conservar el trato de presidente a todo aquellos que tuvieron tal función, como muestra de respeto por su servicio y legado. Quiero por ello agradecer a quien, como en otros casos, seguiré llamando presidente Michael Greenspon, por sus aportaciones a la SIP, su liderazgo, su empatía y su caballerosa firmeza en una etapa compleja para la institución, reflejo de los desafíos que encara la industria de los medios de comunicación y del periodismo, a los que nuestra organización sirve todo el tiempo, bajo cualquier circunstancia, hasta el límite de sus capacidades.

Michael, en nombre de todos, desde todo el continente, te expresamos la mejor palabra creada: Gracias. Puedes decir: Misión cumplida.

Mi primer pensamiento al escribir este mensaje se detuvo en hombres y mujeres relevantes en la historia de la SIP. Han sido gigantes en la trayectoria de nuestra institución, por su compromiso, su valentía y sus convicciones.

No puedo dejar de mencionar, en el proyecto que me ha tocado vivir, a Ed Seaton, a Danilo Arbilla, Tony Pederson, Alberto Ibarguen y a Raúl Kraiselburd, a Diana Daniels y a María Elvira Domínguez, entre muchos más, por su generosidad, su sencillez y su entrega incondicional a los ideales de la SIP. Admiré en todo momento la valentía y solidez de Claudio Paolillo, cuya muerte prematura hace casi seis años nos arrebató a quien seguramente hubiera sido un formidable presidente de la SIP.

Dicen que los rancheros de Texas, orgullosos de sus grandes praderas, deben ir a Australia para aprender humildad. Algo así pasa en la SIP, donde todos somos iguales y todos tenemos un espacio de participación. Díganmelo a mí, el segundo presidente de la SIP surgido de un proyecto nativo digital en la historia de la organización. Desde el corazón, gracias por su confianza.

Llegué a la SIP hace casi 27 años, apenas un parpadeo comparado con aquellos y aquellas cuya trayectoria aquí no se mide en décadas, sino en generaciones. Llegué en busca de apoyo para el medio del que era director editorial, El Universal, mi casa por tantos años sujeta entonces a un acoso político y fiscal.

Mi ingreso a la SIP fue del brazo de dos personajes admirables cuya amistad atesoro. Uno fue Danilo Arbilla, que pasa lista de presente por su pundonor, porque sabe que nos resulta indispensable. Y también, estoy seguro, porque el amor de Alma y de María le da los bríos de un muchacho.

Ricardo Trotti me abrió la puerta, me condujo por los pasillos de la SIP y, junto a muchos de ustedes, me hizo darle otro sentido a mi vocación por el periodismo.

Podría agregar mucho a lo que en estos días se ha dicho en torno a Ricardo, podría ir a abrazarlo en este momento. Pero, ya lo saben ustedes, él es fácil de lágrimas y, como dice Benedetti, la nostalgia es contagiosa.

Lo que sí quiero hacer en mi primer acto como presidente de la SIP es presentar una solicitud a Carlos Lauría, nuevo director ejecutivo -él mismo un profesional de lujo, al que respeto desde hace décadas. Pedirle a Carlos, digo, que converse con Ricardo en busca de un acuerdo de colaboración como consultor cercano, pues considero necesario seguir contando con su valioso apoyo.

Un acuerdo en ese sentido tendría que ser avalado por el Comité Ejecutivo que dirige brillantemente Gabriela Vivanco, a la que también pido ayuda en este tema. Pero en especial, le ruego a Graciela, la adorable esposa de Ricardo; a sus hijos y nietos, prestarnos un ratito más a Ricardo, sabiendo que en realidad se lo prestan a la batalla por el periodismo y por la libertad.

En las recientes semanas he desarrollado consultas con muchos compañeros y compañeras de la SIP ante la responsabilidad de esta encomienda que ustedes me han asignado. Lo he hecho en especial con expresidentes y en particular, con nuestro primer vicepresidente, José Roberto Dutriz. Sólo he encontrado solidaridad y coincidencias en lo esencial.

A la luz de ello deseo presentar ajustes importantes a nuestra estructura de comisiones y líneas de trabajo. Agradezco de antemano a aquellos que han aceptado participar en esta etapa, consciente de que ello nos exigirá a todos un esfuerzo adicional, y sin duda algunos gastos de nuestro peculio personal. También, un tiempo que distraemos de nuestras tareas profesionales y de nuestras familias, como si no lo hiciéramos ya bastante.

Es probable que alguna de estas iniciativas cause inquietud entre algunos de nuestros socios. Creo que el Comité Ejecutivo es el espacio clave para desahogarlas, sin descartar algún otro foro que pueda ayudar a enriquecer estas propuestas. Las mismas no están animadas más que por el deseo de poner al centro de nuestra labor el vigor de la libertad de prensa, la sostenibilidad de la industria periodística y el fortalecimiento de la SIP.

Aun si tuviera que expresarlo en pocas palabras debería abrir varios capítulos en esta propuesta. Pero el esencial está en la necesidad de que la SIP profundice su batalla clave, primaria, su vector central, en favor de la libertad de prensa y de expresión en las Américas y aún más allá, porque los peligros que nos están atenazando no reconocen fronteras ni continentes. Que nuestra voz se escuche más fuerte, en más lugares, con más urgencia, con todos los aliados que podamos encontrar.

Eso incluye dar mayor atención al periodismo que sigue vivo en naciones bajo dictaduras o regímenes hostiles. Aquel que se realiza desde el exilio. También, entender el reto que supone para el periodismo una cobertura con perspectiva humanista y democrática hacia el del fenómeno de la migración, inédito en sus actuales proporciones.

Todo esto requiere más misiones, más eventos y conferencias, con más integrantes, en solitario o en conjunto con organizaciones afines. Fortalecer y en algunos casos, reactivar nuestras vicepresidencias regionales. Exponer más reclamos ante autoridades, mayor seguimiento de los casos de asesinatos contra periodistas. Más expedientes presentados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros foros internacionales.

Supone también entender que los agravios contra el periodismo muestran una faceta cruel contra las mujeres periodistas, sólo y únicamente por su condición de género. Sea cuando se atenta contra su vida, sea cuando se les asesina virtualmente desde las redes sociales. Y también, hay que decirlo, cuando en nuestras propias redacciones no existen códigos contra el acoso sexual o laboral, ni suficientes oportunidades y espacios para su desarrollo profesional.

Debo adelantar que un abordaje así representará la necesidad de más recursos humanos bajo la coordinación de nuestra Dirección Ejecutiva, con especialización en materia de donaciones, organización de eventos o administración, entre otras que complemente el admirable esfuerzo que desarrollan actualmente el Instituto de Prensa, que conduce eficazmente nuestro amigo Ernesto Kraiselburd -del que precisaremos mucha, mucha ayuda- y el formidable equipo de nuestra oficina en Miami.

En todos estos frentes de la batalla por la libertad, encuentro las mismas preguntas para todos nosotros:

Si no lo hacemos nosotros ¿Quién?

Si no lo hacemos ahora ¿Cuándo?

El siguiente capítulo de esta propuesta es la necesidad de crear nuevas comisiones concretas de trabajo orientadas a la sostenibilidad de la industria periodística. Su primera tarea sería definir el espacio que la SIP debe tener en este campo. En mi opinión, desplegando mayores apoyos en países más vulnerables, a las empresas más pequeñas, sean o no socias de la SIP. Incluso, a proyectos de colectivos que en democracias bajo acoso siguen usando la herramienta del periodismo. La tarea inicial de estas nuevas comisiones deberá ser definir el espacio de la SIP en esta ruta. No necesariamente replicar lo que ya hacen la WAN, INMA o GDA. Pero sí quizá teniendo una alianza con ellos. En el mundo y en la economía actuales, alianza es el nombre del juego. Eso debe incluir contar la mayor solidaridad posible en favor de los medios de menor dimensión, por parte de nuestros propios socios, de grandes medios, en Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Brasil, Argentina o Chile.

El primer paso de esta solidaridad debe expresarse en la propia membresía ante la SIP. De dos formas: la primera, simplemente siendo socios, pero también comprometer mayor participación. Y de manera singular, acercar a las nuevas generaciones de sus medios a la SIP. Aquellos que heredarán nuestros medios requieren para hacerlo bien dos incentivos: el primero es amar al periodismo; el segundo, entender el valor del periodismo libre para un negocio sostenible, y viceversa.

Los adversarios de la libertad trabajan alineados, con el mismo discurso, la misma narrativa. Los peligros a la subsistencia del periodismo libre nos son comunes a todos. Entonces complemento las preguntas de hoy a ustedes:

Si no lo hacemos unidos nosotros mismos, juntos, del brazo, en alianza con otros, construyendo un frente común. Si no lo hacemos así ¿entonces cómo?

Desde estos conceptos que aquí busco compartir, con esta hoja de ruta, la nueva presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa plantea las designaciones:

1.- Comisión de Libertad de Prensa e Información. Se ratifica al compañero Carlos Jornet (La Voz del Interior, Córdoba, Argentina).

a) Nombrar las siguientes presidencias de Subcomisiones:

-Impunidad: Andrea Miranda (El Debate, México).

– Chapultepec, que se fusionará con la Comisión de Salta para exponer los valores SIP. Presidenta: Nuria Piera (N Digital, República Dominicana).

b) Se trabaja ya con el presidente de la comisión, compañero Carlos Jornet, para desarrollar una estrategia que subraye en las tareas de la SIP la relevancia de las vicepresidencias regionales; habilitarlas en los países del continente en donde se carezca de ellas, y renovar las que se hallen inactivas o inoperantes. Revisar también el formato de su participación tanto en la vida cotidiana de nuestra organización como en las asambleas.

c) Se crea la Subcomisión de Periodismo desde el exilio: Presidente: Juan Lorenzo Holmann (La Prensa, Nicaragua). Vicepresidente: Miguel Henrique Otero (El Nacional, Venezuela). Se avanza ya en la obtención de fondos para realizar en el primer semestre de este año, una conferencia internacional de Periodismo en el Exilio, con sede probable en San José de Costa Rica.

d) Se trabaja igualmente ya con el propio presidente de Comisión y con la Dirección Ejecutiva de la SIP para integrar una línea de trabajo que aborde la vinculación entre periodismo y migración, con vistas a realizar una conferencia internacional sobre este tema en el segundo semestre de este año, con sede probable en la ciudad de México. Existen acuerdos en principio para recibir fondos que le den viabilidad a este proyecto.

2.- Se consolida la Comisión Especial Desafíos SIP. Copresidentes: José Roberto Dutriz (La Prensa Gráfica, El Salvador). Y se propone que con las reservas que establezcan nuestros Estatutos, se permita que al liderazgo de esta comisión se sume nuestra presidenta del Comité Ejecutivo, la compañera Gabriela Vivanco (La Hora, Quito, Ecuador). Será también imprescindible la interacción con el Instituto de Prensa. Esta Comisión Especial sostendrá una cercana coordinación con otras comisiones nuevas:

a) De nueva creación, Comisión de Membresía y Nueva Generación. Presidenta: Silvia Miró Quesada (El Comercio, Perú). Se prevé la creación de vicepresidencias con criterio regional: para Estados Unidos y Canadá; para Brasil; para el resto de América Latina.

b) De nueva creación. Comisión de Eventos y Patrocinios. Presidenta: Laura Puertas (Medcom, Panamá). Se prevé la creación de las presidencias de las subcomisiones de Eventos, y la subcomisión de Patrocinios.

c) De nueva creación. Comisión de Alianzas y Asociaciones. Presidente: Daniel Dessein (La Gaceta, Argentina). Vicepresidente: Werner Ziztmann (AMI, Colombia)

d) Se consolida en una sola. Comisión de Finanzas, Auditoría e Inversiones. Presidente: Sebastián Pastor (Televicentro, Honduras).

3.- Se establece la Comisión Especial de Sostenibilidad de la Industria Periodística. Copresidentes: Jorge Canahuati (Grupo Opsa, Honduras) y Luciano Pascoe (TvAzteca, México). Esta Comisión Especial sostendrá una cercana coordinación con otras dos comisiones nuevas:

a) La Comisión de Innovación Digital: Presidente: Juan Francisco Ealy Lanz-Duret (El Universal, México). Presidente de la Subcomisión de nuevos emprendimientos: Armando Castilla (Vanguardia, Coahuila, México). Se propondrá la creación de nuevas presidencias de subcomisiones.

b) La Comisión de Desarrollo Editorial. Presidente: Andrés Mompotes (El Tiempo, Colombia). Se propondrá la creación de presidencias de nuevas subcomisiones.

4.- Se establece por mandato del Comité Ejecutivo la Comisión Especial Salta II y Legal. Copresidentes: Gustavo Mohme y Martín Etchevers. Se define que esta comisión incluirá en sus trabajos al presidente de la Comisión de Libertad de Prensa y Opinión, Carlos Jornet, y a los integrantes de otras comisiones que considere pertinentes. Asimismo, socializará periódicamente con Comité Ejecutivo la evolución de sus trabajos, que deberán consumarse en publicación de una nueva versión de la Declaración de Salta durante la Asamblea Anual de 2024 en Córdoba, Argentina.

5.- Comisión de Premios. Presidenta: María Lorente (AFP América Latina).

6.- Se le dota de una nueva denominación a la comisión de Diversidad e Inclusión con la que abrió brecha la presidencia de Michael Greenspon, para denominarla Comisión de Equidad de Género y Diversidad. Presidenta: Martha Ramos (OEM, México). Se prevé la creación de presidencias para nuevas subcomisiones.

Muchas gracias.