Los periodistas Virginia Messi y Germán de los Santos cuentan en primera persona cómo es el trabajo de los profesionales que cubren la espiral de violencia del narcotráfico en Rosario. Además, la visión de la OEI y la experiencia de Gastón Pauls trabajando con la Casa de la Cultura de la Calle en temas de adicciones.

Para cerrar la jornada de charlas de la 184ª Junta de Directores de ADEPA se llevó a cabo el panel “Las agendas sobre el narcotráfico y las adicciones en los medios”, que contó con la presencia de Luis Scasso, director de OEI Argentina, el actor Gastón Pauls, en representación de la Casa de la Cultura de la Calle, y los periodistas especializados Germán de los Santos (La Nación) y Virginia Messi (Clarín).

El panel buscó, primero, poner sobre la mesa el asunto del consumo problemático de sustancias en la Argentina, pero también entender cuál es el rol del periodismo en la cobertura de esos temas y en el tratamiento del narcotráfico.

Scasso inició la charla con un análisis sobre la situación general. “Lo primero que identificamos es que es una problemática de carácter estructural. A nivel global estamos en un período de la historia de la humanidad de transición civilizatoria. Los seres humanos no estamos preparados para cambios tan profundos y, por primera vez en la historia, cambios que se producen a esta velocidad”, expuso.

Y continuó para poner foco sobre la alta incertidumbre que atraviesa a los argentinos y las consecuencias que eso puede traer en las personas: “Sobre eso viene un proceso acumulativo de exclusión social. Una cantidad de chicos y chicas que no tienen la posibilidad de estructurar un proyecto de vida. Ese es un caldo de cultivo para la expansión fenomenal del consumo de sustancias que pone hoy a la Argentina en el top de prevalencia en el consumo de sustancias y que se está comiendo a nuestra juventud. Vivimos una pandemia silenciosa, y no estamos diciendo nada al respecto”, denunció. 

La OEI trabaja en conjunto con la Casa de la Cultura de la Calle, creando espacios de trabajo colectivos para abordar esta problemática a través de campañas de comunicación, instancias de formación y capacitación y de un esfuerzo enorme por desnormalizar el consumo. 

En ese sentido, Pauls dio su testimonio. “En los grupos a donde voy decimos siempre ‘soltá la lupa y agarrá el espejo’, lo que implica dejar de mirar lo que hizo el otro para ver qué estoy haciendo yo en mi redacción, en mi programa”. Y analizó: “En este momento de la humanidad lo más positivo y negativo que trae la interconectividad es que esa hiperconectividad puede ser utilizada para un lado o para el otro. La hoja de coca no es el problema, el problema es qué es lo que se hace con la hoja. Es, todo el tiempo, de qué manera tomamos decisiones correctas. La prevención puede no ser un gran negocio, porque no vemos el resultado ahora. Lo vamos a percibir más adelante. El compromiso es el que cada uno, mirándose al espejo, pueda hacer para generar un país mejor”. 

Pauls planteó que hoy el consumo tiene prensa, pero la recuperación no. Y propuso un plan de acción: “Hay que trabajar en la generación de personas libres. Desde la Casa de la Cultura de la Calle creamos un espacio para que los chicos entiendan que hay un abanico más grande que salir a matarse o quemarle la vida al otro. Que hay un abanico de expresión, de espacio para no ser esclavos”.  

El debate sobre el periodismo y el narcotráfico

Luego, Messi y De los Santos expusieron en primera persona cómo es el trabajo de los periodistas frente a esta realidad.

Messi, que cubre policiales hace 30 años, estrenó recientemente el documental “Por qué sangra Rosario” y contó su proceso. “Rosario es muy difícil de entender entonces ahí me puse a estudiar y surgió el proyecto de hacer este documental que a mí me pone particularmente orgullosa, no solo porque entrevistamos a los tres principales narcos, sino porque contestamos a la pregunta”, mencionó la periodista.

Y puso en discusión un tema polémico: ¿Hay que entrevistar a los narcos?”. Su respuesta fue categórica: “Sí, hay que entrevistar a todo el mundo, la cuestión es cómo lo entrevistás. Me parece que la complejidad de Rosario y la complejidad del narcotráfico hacen que esas voces, siempre tamizadas porque ellos tienen un interés en declararse inocentes o bajarse el precio, también aportan. Cada una de esas tres entrevistas a mí me aportó visiones interesantes sobre la conflictividad en Rosario”, dijo.

En eso De los Santos coincidió: “Para mí tiene un valor periodístico gigantesco escuchar a todos y eso es un grave problema hoy del periodismo, cuando se tiene que empezar a tratar estos temas tan complejos. De no tener una mirada parcial, sesgada y, sobre todo, empezar a consultar y tener fuentes muy diversas. Y cuando hablamos de muy diversas hablo de fuentes oscuras, que también nos ayudan a entender esto, porque si solamente el periodismo consulta a los buenos, no vamos a entender este problema. Por eso hay que meter las patas en el barro, y es lo que hacemos permanentemente”.

Además, el profesional de La Nación, coautor de los libros “Los Monos” y “Rosario” con Hernán Lazcano, alertó sobre la situación de los periodistas en la ciudad santafesina: “La situación de los periodistas es cada vez más riesgosa, como la de todos los rosarinos. Ya no se puede ir a muchos barrios de Rosario porque la policía que tiene que proteger a los periodistas lo primero que hace es irse intencionalmente para dejar expuestos a muchos cronistas. Esta dinámica que sucede en Rosario nos lleva a poner estos temas en discusión”, concluyó.