El periodismo atraviesa una crisis profunda. La disrupción del modelo de negocio tradicional, agravada por la irrupción de las redes sociales y empresas tecnológicas que han penetrado en la industria de la información, ha mermado la capacidad de las redacciones para producir noticias de calidad, al tiempo que se ha erosionado la confianza del público. En este contexto, un nuevo informe del Agora Journalism Center propone una estrategia para revertir esta situación: hacer más hincapié en lo local, volcarse más en las comunidades locales.
El informe, titulado «Advancing Community-Centered Journalism«, escrito por Damian Radcliffe, explora cómo los medios pueden reinventarse poniendo a las comunidades en el corazón de su labor informativa. Aunque el estudio se enfoca en Estados Unidos, las conclusiones y recomendaciones son aplicables a los medios locales en todo el mundo, incluyendo España.
Reinventar el periodismo desde lo local
El documento subraya la necesidad de que los medios dejen de ser meros observadores y se conviertan en colaboradores activos con sus comunidades. Esto implica cambiar de un modelo que informa «sobre» la comunidad a uno que informa «con» la comunidad.
«El periodismo centrado en la comunidad enfatiza la creación de noticias para y con las comunidades, en lugar de simplemente informar sobre ellas», señala el informe. Este enfoque requiere abordar las desigualdades históricas en términos de quién cuenta las historias y qué historias se cuentan.
Cinco prácticas clave para la implementación
Para adoptar este modelo, el informe identifica cinco pasos fundamentales que los medios locales pueden seguir:
- Alinear el contenido con las necesidades informativas de la comunidad: es esencial que los medios identifiquen y prioricen las preocupaciones y preguntas más urgentes de su audiencia. Un ejemplo destacado es el de KUOW Public Radio en Seattle, que involucró a su audiencia en la generación de preguntas para investigar, resultando en reportajes de gran relevancia y alcance.
- Comprender el flujo de información dentro de la comunidad: los medios deben mapear cómo circula la información en su entorno local, identificando canales clave y puntos de encuentro. Esto permite una integración más efectiva en el ecosistema informativo y la posibilidad de colaborar con otras organizaciones y líderes comunitarios.
- Llegar a las audiencias en sus propios espacios: adaptar las estrategias de distribución a los hábitos y preferencias de consumo de información de la comunidad es crucial. Esto puede implicar el uso de plataformas no tradicionales, como aplicaciones de mensajería o redes sociales específicas, e incluso métodos más directos como boletines impresos o eventos locales.
- Abordar las desigualdades y reconstruir la confianza: reconocer y corregir las brechas históricas en la cobertura y representación es fundamental. Esto incluye diversificar las redacciones y garantizar que las voces de todos los segmentos de la comunidad sean escuchadas y reflejadas en las noticias.
- Contar historias de manera diferente: adoptar nuevas narrativas que reflejen la complejidad y diversidad de las experiencias comunitarias. Esto implica enfocarse en soluciones, destacar historias positivas y desmantelar estereotipos arraigados.
Desafíos en el camino
El informe reconoce que implementar este enfoque no está exento de obstáculos. Entre los principales desafíos se encuentran la resistencia al cambio dentro de las organizaciones, la inversión de tiempo y recursos necesarios para construir relaciones sólidas con la comunidad y la necesidad de demostrar el impacto y valor de este modelo a inversores y anunciantes.
Además, la formación de periodistas con las habilidades necesarias para llevar a cabo este tipo de periodismo es crucial. Esto incluye habilidades de escucha activa, comunicación intercultural y construcción de relaciones, que van más allá del conjunto de competencias tradicionales del periodista.
Al centrarse en la comunidad, los medios locales tienen la oportunidad de reconstruir la confianza perdida y reafirmar su relevancia en la vida cotidiana de las personas. Esto no solo mejora la calidad y utilidad de la información proporcionada, sino que también fortalece el tejido social al fomentar el diálogo y la participación ciudadana.
«Una vez que inviertes tiempo en construir relaciones de confianza y en escuchar a la audiencia que buscas servir, la recompensa es significativa», afirma Madeleine Bair, fundadora de El Tímpano, un medio comunitario en Oakland, California, citado en el informe.