Tras una inmersión de seis meses en Silicon Valley, Jovan Protic, vicepresidente del consejo en Ringier Axel Springer Polska, regresó con valiosos conocimientos e importantes hallazgos sobre las tendencias emergentes en inteligencia artificial (IA). Su estancia en el epicentro mundial de la innovación y la tecnología le permitió comprender profundamente cómo la IA puede transformar el sector de los medios de comunicación. Su experiencia la ha recogido la International News Media Associaton (INMA).
Durante su tiempo allí, Protic participó activamente en la escena de la IA, asistiendo a conferencias, hackatones y eventos diarios relacionados con esta tecnología.
Desde debates en iglesias comunitarias en Palo Alto hasta demostraciones de nuevas aplicaciones, su objetivo fue estar presente donde se discutiera o exhibiera la IA.
Buscaba respuestas a preguntas clave sobre tráfico, monetización, suscriptores, márgenes, inversiones, nuevas oportunidades de negocio, hardware, productos y organización.
Herramientas innovadoras que amplían los horizontes del periodismo
Según Protic, las empresas están explorando cada vez más cómo la tecnología puede enriquecer la narración de historias. Están surgiendo nuevas herramientas basadas en IA que facilitan la creación de podcasts y vídeos, además de ofrecer traducciones en vivo.
Una innovación destacada es la transformación de reporteros de una sola marca en corresponsales multimarcas mediante herramientas de traducción en tiempo real. Esto permite que los periodistas hablen en su idioma nativo mientras sus palabras se traducen simultáneamente a múltiples lenguas, ampliando el alcance de sus historias a diferentes regiones. Aunque estas herramientas aún no son perfectas, existe optimismo de que en pocos meses estarán lo suficientemente refinadas para su uso generalizado.
La integración de la IA también permite que cada artículo en línea incluya un vídeo contextual relevante, lo que aumenta significativamente el compromiso del lector. Las páginas con videos registran un tiempo promedio de tres minutos de permanencia, en comparación con un minuto en páginas sin contenido audiovisual.
Herramientas como RIO facilitan la creación de podcasts a partir de simples indicaciones, permitiendo a cualquier persona generar contenido de audio de manera rápida y eficiente. Por su parte, Copilot, diseñada para periodistas y editores, asiste en la elaboración de resúmenes, títulos, subtítulos y en la parafraseo de contenidos, simplificando textos complejos o ampliando ideas específicas.
Al aprovechar las capacidades avanzadas de la IA, estas herramientas buscan agilizar el proceso editorial y liberar tiempo para la creatividad.
Desafíos en la adopción de la IA por lectores y periodistas
No obstante, Protic señala que uno de los desafíos en la implementación de la IA en sitios web es la falta de familiaridad del público general con esta tecnología, especialmente entre usuarios de 35 a 40 años.
Muchos no comprenden plenamente cómo y por qué utilizar la IA, lo que se traduce en bajas tasas de adopción. Esto requiere esfuerzos educativos significativos para informar a los usuarios sobre sus beneficios.
Además, al introducir diversas herramientas de IA en las redacciones, se observó que los equipos a menudo las olvidaban tras unos días.
Esto se atribuye a la necesidad de un ecosistema cohesivo; los profesionales prefieren tener todas las funciones integradas en una sola plataforma en lugar de alternar entre múltiples aplicaciones. Para solucionar este inconveniente, es necesario desarrollar un sistema integral de gestión de contenidos que optimice las operaciones.
Tras conversar con varias empresas de medios en Estados Unidos, Protic detectó un escepticismo notable, especialmente desde el lado editorial.
Sin embargo, cree firmemente que la IA potenciará a los periodistas, anunciando una era dorada para el periodismo.
Aunque el impacto en las empresas editoriales aún es incierto, la capacidad de la IA para automatizar tareas repetitivas y mejorar la investigación periodística —procesando grandes volúmenes de datos e identificando patrones que podrían pasar desapercibidos para los humanos— se considera un cambio altamente positivo para la industria, sostiene.