En una era en la que la tecnología desafía más que nunca a diversas industrias, como la de los medios de comunicación, la organización Momentum – Journalism and Tech Task Force lanzó el informe Periodismo e Inteligencia Artificial. Impacto para los editores brasileños, con una radiografía del ecosistema mediático del país latinoamericano en torno a las oportunidades y amenazas que plantea la IA.

Momentum – Journalism and Tech Task Force, una iniciativa global con sede en Brasil que está dedicada a las relaciones entre el periodismo y las empresas de tecnología, tiene como objetivo llevar a cabo investigaciones, eventos y actividades en esta área. 

En este nuevo informe, para el que se contó con el apoyo del Fondo Internacional para Medios de Interés Público (IFPIM), se pretende brindar un panorama de las percepciones que tienen los medios sobre el impacto de la IA en la industria periodística de Brasil

¿Cómo se analizó el trabajo de los medios brasileños en relación a la IA?

Para elaborar el informe, se realizaron 13 entrevistas a representantes de empresas, organizaciones y asociaciones periodísticas del país vecino, donde se les preguntó acerca de cómo se integra la IA en las operaciones diarias, qué herramientas se emplean en los procesos, entre otros debates éticos y económicos vinculados a esta tecnología. 

Si bien no todas las empresas periodísticas de Brasil están en el mismo estadio respecto de la IA, sí coincidieron en que necesitan adaptarse a esta realidad para poder sobrevivir

En tanto, entre algunas de las estrategias que pueden asegurar -o por lo menos allanar- el camino hacia la supervivencia, aparecieron prácticas como la colaboración y el intercambio de información entre equipos y el seguimiento de tendencias y desarrollos tecnológicos a nivel global. 

Herramientas útiles de IA y la transformación del negocio periodístico

El reporte plasma algunas de las conclusiones a las que se llegaron, tras analizar las entrevistas a representantes de medios. Entre ellas, que las empresas ven a la IA como una “realidad ineludible para el periodismo”, ya que está presente en la vida cotidiana, tanto en los procesos editoriales como en el negocio. “No hay vuelta atrás”, indica el informe sobre la opinión de los publishers

Si de herramientas de IA que utilizan se trata, la mayoría mencionó a ChatGPT y a otros traductores y sistemas de análisis de datos. En muchos casos, se emplean para aumentar la productividad, como con la transcripción de textos. 

Asimismo, el documento muestra que la transformación digital impulsada por la IA es comparable con el surgimiento de internet y, por ello, las empresas periodísticas se ven obligadas a adaptarse. 

Riesgos y oportunidades de la IA para los medios

Momentum también indagó en los riesgos y oportunidades que el auge de la IA plantea en el universo periodístico

En cuanto a los riesgos, se identificaron preocupaciones vinculadas sobre todo al uso no autorizado del contenido por parte de la IA, a la ética no respetada y a la propiedad intelectual de las piezas. 

También, se planteó que es “inaceptable” reemplazar a los periodistas con la IA, por lo que se insistió en la importancia de valorar el periodismo de investigación y en profundidad. 

No obstante, esta nueva tecnología trae también oportunidades para diversas industrias. En el caso de los medios, específicamente de los brasileños, se tiene en cuenta para automatizar tareas y aumentar así la productividad de los periodistas

El informe aborda también otros debates vigentes en relación a este tema, como la creciente preocupación por la recopilación de datos por parte de las grandes empresas tecnológicas, que resulta en que algunas compañías bloqueen su contenido para que la IA no tenga acceso a él. 

Así, los medios entrevistados concluyeron en la importancia de encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de propiedad intelectual y la maximización del alcance del contenido. 

En ese sentido, se planteó la necesidad de aprobar una ley que regule las plataformas digitales, ya que la ausencia de reglas claras sobre la relación de las empresas de medios y las de tecnología vuelven el escenario aún más complicado. 

Por Lucía Fortin