Un nuevo informe de la Red de Periodismo Ético (EJN, por sus siglas en inglés) examina los desafíos a los que los periodistas se enfrentarán en la así llamada “era de la post-verdad”, en la que los hechos y la opinión informada han sido indiscutiblemente relegados en favor de la propaganda y la desinformación.
El informe, compuesto de una serie de ensayos de periodistas y académicos, ofrece ejemplos de los retos a los que se enfrentan los medios en Estados Unidos, Reino Unido, India, Turquía y otros países.
Algunos de los desafíos principales identificados por el informe incluyen:
1. Cómo informar de manera responsable sobre el discurso del odio y la intolerancia
El informe define el «discurso del odio» como declaraciones que llaman a la discriminación o la violencia, lo cual es diferente de las declaraciones polémicas o controvertidas que terceros –o comunidades específicas– pueden encontrar insultantes. Los periodistas deben distinguir unas de las otras para evitar censurar un discurso simplemente por ser ofensivo.
Un problema particular es cómo informar sobre los funcionarios públicos que impulsan la intolerancia.
La cobertura de los medios sobre estas declaraciones polémicas puede hacer que el rating televisivo suba o atraer a más lectores, pero también puede amplificar esas declaraciones o darles una legitimidad que no merecen.
¿Cómo pueden los periodistas producir una cobertura más responsable sobre puntos de vista polémicos e intolerantes? La EJN ha publicado una lista para guiar a los periodistas a través de ese proceso, que incluye considerar –antes de publicar– si el discurso está basado en los hechos y si es indignante pero no necesariamente noticiable. Los periodistas también pueden utilizar una infografía para guiar su trabajo sin caer en sensacionalismos, y «colocar lo que se dice y quién lo está diciendo en un contexto ético».
Otra área donde el discurso del odio puede florecer es la sección de comentarios, señala el informe. Si los medios no cuentan con los recursos humanos para supervisar adecuadamente esa sección, o si los editores saben que publicarán un artículo que probablemente atraiga una sobrecarga de respuestas maliciosas y odiosas, el informe recomienda cerrar la sección de comentarios.
«¿Por qué los medios deberían acoger una actividad que supere su capacidad para manejarla responsablemente?», señala el informe. «Los medios que comprenden esto cierran la posibilidad de comentar las historias que generan más hostilidad de la que pueden manejar».
2. La ética detrás de la publicación de fotografías virales de violencia y muerte
Mientras los periodistas continúen informando sobre problemas graves como el conflicto sirio, la migración masiva y la crisis de refugiados, seguirán confrontando dilemas al considerar la ética en la fotografía. (EJN ha publicado por separado una guía para cubrir la migración que puede consultarse aquí).
Una de las imágenes que más circuló en 2015 –el cuerpo de un refugiado sirio de 3 años– fue ampliamente compartida en las redes sociales y en las primeras páginas de los periódicos, y generó un debate acerca de si era de buen gusto publicarla.
La EJN recomienda no apresurarse a publicar una imagen simplemente porque se volvió viral. Los editores deben frenar ese impulso y considerar si necesitan proporcionar un contexto adicional primero, como la identidad del fotógrafo o la información crucial que falte en la imagen.
3. Tratar correctamente con las fuentes y verificar las noticias online
El informe de la EJN ofrece una guía detallada sobre cómo lidiar con las fuentes de información. Cuando se intente establecer una buena relación con la fuente, es preciso tener en cuenta lo siguiente:
Los periodistas deben ser absolutamente transparentes respecto de sus intenciones y asegurarse de que sus fuentes comprendan las condiciones de la entrevista.
Si entrevista a una persona joven o vulnerable, el periodista debe asegurarse de que la fuente comprenda las consecuencias de publicar la información que brindará.
La guía también incluye preguntas que los periodistas deben hacerse cuando traten con fuentes anónimas, así como consejos sobre qué hacer si son presionados para revelar sus fuentes o compartir su contenido con las fuentes antes de su publicación.
Dado que muchos periodistas utilizan hoy en día las redes sociales como fuente de información, el informe incluye una guía para verificar posts, videos, imágenes y otros contenidos en la web. Algunos consejos:
Verificar que una imagen o video procedente de las redes sociales no haya sido alterado (por ejemplo, con Photoshop).
Identificar y luego ponerse en contacto con la fuente original del contenido encontrado en las redes sociales, con el fin de corroborar de dónde proviene dicho contenido y si realmente está mostrando lo que pretende mostrar.
Además del informe de la EJN, hay más consejos sobre verificación de medios en el Manual de Verificación, disponible en varios idiomas.
Fuente: IJNet