La tercera sesión virtual del Ciclo de Conversaciones “Medios, plataformas y motores de inteligencia artificial: Propiedad intelectual y defensa de la competencia. Experiencias globales para el escenario argentino”, puso el foco en Australia y Sudáfrica, dos países que han enfrentado el desafío de regular el uso de contenidos producidos por los medios por parte de las plataformas tecnológicas. 

Ambos países han tenido avances concretos, con la salvedad de que Australia logró una regulación pionera en el mundo en 2021, a pesar de las dificultades en la implementación y actualización de las medidas regulatorias con la irrupción de la inteligencia artificial y la reacción de empresas como Meta, que amenazó con suspender la publicación de noticias en sus plataformas. Sudáfrica, por su parte, ha encarado el tema a través de una investigación oficial -aún en curso- de su Comisión Nacional de Competencia.

El panel organizado por ADEPA contó con la participación de los australianos Lawrence Gibbons, editor del periódico The Star Observer y fundador del City Hub; y Nelson Yap, director del medio digital Green Street News; y el sudafricano Michael Markovitz, fundador y director del Media Leadership Think Tank, del Gordon Institute of Business Science (GIBS). La moderadora fue la politóloga argentina Agustina Ordoñez, coordinadora de un proyecto sobre Sustentabilidad y regulación en ADEPA. 

El primer orador fue Gibbons quien explicó que Australia logró en 2021 que se apruebe el Código de Negociación, y eso abrió la puerta para que los grandes medios de ese país lograran rápidamente acuerdos, especialmente con Google y Meta. Pero los medios más pequeños, como los que él representa, quedaron afuera. Para cambiar esa situación, se creó una alianza de medios locales y regionales, que con el apoyo de una fundación privada lograron que Google firmase acuerdos con 24 medios que habían quedado afuera inicialmente. 

En el caso de Meta, la respuesta fue más hostil “Facebook ni siquiera nos quiso escuchar. Si Google parece una empresa difícil, Meta es directamente hostil. No tienen ningún interés en apoyar el periodismo”.

Sin embargo, el acuerdo con Google no duró mucho. “Nos pidieron que presentáramos propuestas, nos hicieron llenar formularios, nos pedían papeles todo el tiempo. Hicimos todo lo que nos pidieron. Y cuando llegó el momento de renovar, simplemente nos mandaron una carta diciendo que se cancelaba todo. Fue devastador”.

El fundador de City Hub, describió que «Google usó una cláusula del contrato que les permitía cortarlo cada año, aunque el acuerdo era supuestamente de cinco años. Y en 2025 decidieron que no. No solo a nosotros, sino a todos los medios pequeños” afirmó Gibbons. 

“Esta decisión es una señal para el resto del mundo. Nosotros somos como el canario en la mina. Si lo hicieron con nosotros, lo van a hacer con los grandes medios también. Solo que más tarde”.

Luego fue el turno de Nelson Yap quien retomó el hilo de la exposición anterior y agregó que en el caso de la compañía Meta decidió unilateralmente no renovar sus acuerdos con los grandes medios australianos ni seguir apoyando a los medios locales.

“Meta simplemente se levantó de la mesa. No quieren saber más nada con este sistema de compensación”, dijo Yap.

Ante esto, el gobierno australiano propuso una nueva idea: si las plataformas como Google, Meta o TikTok no llegan a acuerdos con los medios, se les podría cobrar un impuesto del 3% sobre todo la facturación que obtienen.

Yap también advirtió que la situación no se limita solo a Australia y habló de la presión de Estados Unidos. “Están usando amenazas comerciales para que no avancemos», aseguró. “Lo que pasa en Estados Unidos tiene consecuencias en todo el mundo, y las plataformas lo saben”.

El directivo australiano también habló del nuevo desafío que implicó el surgimiento de las plataformas y motores de inteligencia artificial. Dijo que herramientas como IA Mode de Google responden directamente las preguntas de los usuarios, sin enviar tráfico a los sitios de noticias. Como resultado, los medios australianos han perdido entre un 50% y 80% de sus visitas, lo que afecta gravemente sus ingresos. 

“El usuario pregunta algo en Google y obtiene la respuesta sin salir del buscador. Ya no hace clic en la nota original. Eso significa que los medios pierden visitas, pierden lectores y también pierden dinero”, señaló. 

Las nuevas herramientas de inteligencia artificial, como las que usan Google, Open AI o Microsoft, aprenden a responder preguntas leyendo grandes cantidades de texto disponibles en internet. Es decir, usan artículos periodísticos, investigaciones, notas y reportajes que fueron escritos por periodistas de medios reales. Ese contenido se usa para “entrenar” a los modelos de IA y enseñarles a generar respuestas parecidas a las que haría una persona. 

El problema, señaló Yap, es que las plataformas hacen esto sin pedir permiso y sin pagarle a los medios por usar ese contenido. Muchos sitios de noticias, implementan sistemas técnicos, que indican a los buscadores de contenido que información no se puede copiar ni indexar, pero las plataformas de inteligencia artificial no respetan las restricciones. 

“Ni siquiera respetan los sistemas que los medios ponemos en nuestras páginas para evitar que tomen nuestros datos. Les da lo mismo”, denunció.

Sudáfrica investiga y propone un escenario regulador

Por su parte, Michael Markovitz, dijo que en Sudáfrica se está abordando de manera distinta el conflicto con las grandes empresas tecnológicas. A diferencia de Australia, el país africano no aprobó aún una ley específica, pero inició una investigación oficial a fondo a través de su Comisión de Competencia, el organismo estatal encargado de regular la competencia entre empresas.

Esa investigación, aún en curso, analizó si las plataformas digitales están teniendo un comportamiento injusto o perjudicial para los medios de comunicación. En su informe preliminar, comentó Markovitz, el organismo recomendó que Google pague 27 millones de dólares al año para compensar a los medios de noticias sudafricanos por el uso de su contenido. Pero fue más allá: también propuso modificar el funcionamiento de los algoritmos de estas plataformas, ya que actualmente favorecen contenidos en inglés y de grandes medios internacionales, dejando afuera a muchos medios locales con otros idiomas y dialectos.

Además, el informe sugirió que si no se llegan a acuerdos voluntarios entre las plataformas y los medios, se debería imponer un impuesto digital a esas empresas, tal como se está evaluando en otros países. Todo este trabajo fue posible gracias a una alianza entre periodistas, abogados, académicos y organizaciones de medios, que aportaron pruebas y argumentos ante el estado sudafricano.

Markovitz resaltó que este tipo de procesos legales son complejos y costosos, y que los países del llamado «sur global», como Sudáfrica, enfrentan grandes dificultades para hacer cumplir sus leyes frente a empresas tecnológicas que operan desde Estados Unidos o Europa. También expresó su preocupación por la creciente presión de la nueva administración de Donald Trump en Estados Unidos.

Con una metáfora futbolera, Markovitz resumió la situación: “Es un partido en el entretiempo. Vamos ganando 3 a 0, pero sabemos que el segundo tiempo será muy difícil”. Aun así, se mostró optimista y destacó la importancia de seguir trabajando en alianzas internacionales para defender el periodismo y la democracia.

Última sesión del ciclo: el escenario latinoamericano

La última charla del ciclo organizado por ADEPA, en alianza con ATA y ARPA, y con el apoyo de IFPIM, se centrará en los desafíos regulatorios en la región latinoamericana. Expondrán Ester Borges (Momentum, Brasil); Ximena Rojas Pacini (RojasPacini Abogados,Chile); y Nicolás Novoa (Estudio Sáenz Valiente y Latin Rights, Argentina).

Además, estará como orador invitado Ilias Konteas, director de European Magazine Media Association. El moderador será Diego Garazzi, Presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual de ADEPA.La inscripción se realiza en el formulario.