En una emotiva sesión del Consejo Ejecutivo, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) homenajeó el 19 de noviembre a Saturnino Herrero Mitjans, referente histórico del sector, socio honorario de la entidad y figura clave en la defensa moderna de la libertad de prensa en el país. A una década de su fallecimiento, su legado vuelve a colocarse en el centro del debate sobre el futuro del periodismo y el rol institucional de los medios en democracia.

El tributo se realizó durante la reciente reunión del Consejo Ejecutivo y estuvo encabezado por el expresidente de ADEPA y actual titular del Comité Estratégico, Guillermo Ignacio, quien compartió unas palabras especialmente preparadas para la ocasión. “Nino fue designado representante de Clarín ante ADEPA cuando en la Argentina recuperábamos el funcionamiento de las instituciones republicanas y democráticas”, recordó. Su llegada en 1984 coincidió con la primavera democrática y marcó una etapa de transformación para la entidad.

Un hombre de diálogo y de construcción colectiva

Para comprender la dimensión de este homenaje es necesario contextualizar el perfil de Herrero Mitjans. Abogado y sociólogo, docente universitario, autor de libros sobre comunicación empresaria y profesional, fue además Director de Asuntos Corporativos del Grupo Clarín. Su aporte combinó visión estratégica, racionalidad institucional y una fuerte convicción republicana.

“Fue inmediato su compromiso con los objetivos de la entidad”, señaló Ignacio, quien subrayó la amplitud de su perspectiva federal: “Sostenía con firmeza su convicción de que era imprescindible la existencia de una importante cantidad y calidad de medios en todo el territorio nacional. Para él, en la fortaleza de todo el conjunto residía la fortaleza de cada uno, desde el más grande hasta la más pequeña publicación local”.

Su liderazgo fue determinante durante los años 90, cuando el periodismo enfrentó tensiones con el poder político y propuestas legislativas destinadas a restringir la libertad de expresión. Su capacidad de articular consensos resultó esencial para frenar iniciativas conocidas como “leyes mordaza”.

Impulsor de la proyección internacional de ADEPA

Guillermo Ignacio recordó especialmente el rol de Nino como arquitecto de la apertura internacional de ADEPA. “En 1995 nos advirtió sobre la importancia de que ADEPA se asociase a la FIEJ —hoy WAN–IFRA— porque conocía ampliamente la labor de ese organismo mundial”. Gracias a sus gestiones, la WAN hizo una excepción histórica y permitió que Argentina tuviera representación a través de ADEPA. Ese mismo año, la asamblea de París distinguió a Ernestina Herrera de Noble.

También fue clave en la decisión institucional de asistir en 1994 a la Asamblea Constituyente de Santa Fe. “Recuerdo el primer viaje que hicimos hacia allá, siendo yo presidente de la entidad, junto con Nino y un entonces recién incorporado colaborador, Martín Etchevers”, evocó Ignacio.

En 2014, Nino fue declarado socio honorario de ADEPA junto al Dr. Gregorio Badeni. En la foto, ambos con Guillermo Ignacio.

Un mentor generoso y un referente ético

Pero más allá de los hitos institucionales, lo que definió su figura fue su carácter personal. Ignacio lo describió como un “hombre de la Ilustración”, un lector apasionado y un defensor del pensamiento crítico. “Nino no solo lideraba —destacó— sino que construía equipos para el futuro. Transmitía confianza y enseñaba sin estridencias”.

Su vínculo emocional con ADEPA quedó expresado en sus propias palabras: “Durante estos años he cosechado muchos afectos y amistades. En deber de gratitud me siento obligado hacia todos aquellos con quienes he compartido inolvidables momentos”, escribió cuando en 1991 dejó formalmente la representación de Clarín, aunque continuó colaborando de manera activa y permanente.

Designado socio honorario en 2014, nunca dejó de acompañar el crecimiento de ADEPA durante períodos decisivos para la transformación tecnológica y editorial del periodismo.

Un legado vivo en quienes formó

La vigencia de su influencia puede medirse en quienes trabajaron a su lado y continúan ocupando espacios de liderazgo.

Martín Etchevers, actual director de Asuntos Institucionales del Grupo Clarín y presidente de ADEPA, es considerado un ejemplo nítido del “semillero” que Nino supo construir. Ignacio relató una anécdota fundacional: “Recuerdo el primer viaje que hicimos a la Asamblea Constituyente en Santa Fe en 1994, junto con Nino y un entonces recién incorporado colaborador, Martín Etchevers”. Aquella experiencia, llevando a un joven profesional a los grandes debates constitucionales, mostró su vocación de incorporar a nuevas generaciones en la defensa institucional del periodismo.

Por su parte, Luis Humberto Tarsitano, quien fuera su gran ladero y sucesor, continuó y amplió su tarea. Designado representante alterno de Clarín en 1986, asumió plenamente la representación en 1991. En la reunión se rememoró el viaje compartido al Reino Unido en el año 2000 —una misión clave para estudiar el funcionamiento de empresas periodísticas e instituciones británicas— donde ambos trabajaron codo a codo en la modernización de la visión estratégica de la industria.

Una brújula ética que sigue orientando

A 10 años de su partida, compañeros y colegas coinciden al recordarlo como “una persona honorable, sin maldad; esa fue la norma que nos enseñó con el ejemplo”. Su honestidad intelectual, su capacidad de diálogo y su visión estratégica siguen siendo una referencia insoslayable.

En tiempos de disrupción tecnológica, inteligencia artificial y desinformación, el legado de Saturnino Herrero Mitjans reafirma el valor de la palabra libre, el pensamiento crítico y la responsabilidad institucional.