La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) ratificó el valor de la prensa como institución estratégica para la democracia y la república, en momentos en que la sociedad argentina atraviesa momentos difíciles.
“La prensa es una interface vital para la difusión de las cuestiones de interés público, para el debate entre los distintos sectores sociales y para el diálogo informado entre gobernantes y gobernados”, señaló la entidad en su reporte semestral sobre el estado de la libertad de prensa en el país durante la apertura de la segunda jornada de su 56ª Asamblea, que se realiza en la ciudad de Mendoza. El informe fue presentado por el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Martín Etchevers (Clarín, Buenos Aires).
El documento (al que se puede acceder en el siguiente enlace) destaca que la libertad de expresión está vigente en nuestro país y sigue recorriendo el camino de superación de algunas de las conductas más patológicas que llegaron a marcar la relación entre el poder político y los medios en nuestra historia democrática. No obstante, considera imprescindible que se logre la sustentabilidad de la prensa, yendo hacia una política de Estado que contemple los mecanismos apropiados para no entorpecer la evolución futura de una industria cultural cuyo papel ha sido fundamental en el desenvolvimiento histórico de la Argentina.
“En este camino –señala Adepa—, también es indispensable el compromiso de los tres poderes del Estado, pilares del sistema republicano del cual la prensa es asimismo un engranaje fundamental”.
En el informe, Adepa reflexiona sobre la relevancia primordial de que el periodismo pueda cumplir “su misión de sumar valor al debate público”, para lo cual necesita invertir en talento profesional, en recursos técnicos, en productos de calidad. “Y esto sólo es posible si existen empresas periodísticas sustentables”, agrega el texto. Ejemplifica lo dicho con una referencia puntual al caso de los “cuadernos”, que al revelar con un nivel de detalle pocas veces visto una trama de corrupción público-privada, es ejemplo de que el periodismo de calidad encuentra un sostén natural en los medios de prensa.
“Vivimos una transición entre dos eras, la analógica y la digital. Pero estamos convencidos de que en esta última estamos llamados a tener una actitud aún más crítica y desafiante: la de ayudar a iluminar un debate muchas veces contaminado o intrascendente. Para eso necesitamos avanzar en nuestro propio modelo de transformación: que resguarde lo mejor de nuestra tradición y nos permita encontrar esquemas de rentabilidad también en el ecosistema digital”, señala Adepa en otro de los párrafos del informe elaborado por la comisión que preside Etchevers.
Muchos países vienen ensayando respuestas para esta transición. Respuestas en las que el Estado, lejos de asumir un rol pasivo, acompaña a la industria. Adepa viene planteando la necesidad de que tanto el Poder Ejecutivo como el Congreso Nacional avancen en medidas estructurales, no sólo para preservar este capital simbólico constituido por miles de voces a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, sino para favorecer su reconversión y actualización. Y también para defender todos los puestos de trabajo directos e indirectos que generan.
“Una prioridad indiscutible entre nuestras preocupaciones –enfatiza Adepa— son las empresas periodísticas medianas y pequeñas del interior del país, centrales en la vida cívica y el desarrollo de sus comunidades, pero frecuentemente relegadas por los grandes decisores económicos y políticos. La arbitrariedad y la falta de respuestas de diversas administraciones provinciales y locales ponen en riesgo en el corto plazo la vida de muchos medios”.
“Preservar y fortalecer la función de la prensa de cara al futuro no es sólo una tarea ineludible de los medios. También lo es de la sociedad y su dirigencia”, expresa Adepa al final del documento.