La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución A/RES/68/163 en su 68ª sesión en 2013, la cual proclamaba el 2 de noviembre como el ‘Día Internacional para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas’ (IDEI, por sus siglas en inglés). En la resolución se instaba a los Estados Miembros a implementar medidas firmes para luchar contra la actual tendencia a la impunidad. Tal fecha se escogió en conmemoración del asesinato de dos periodistas franceses en Mali, el 2 de noviembre de 2013.

Esta resolución histórica condena todos los ataques y la violencia contra los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación. También insta a los Estados Miembros a hacer todo lo posible por prevenir la violencia contra los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación, para garantizar la rendición de cuentas, para llevar ante la justicia a los autores de crímenes contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, y para garantizar que las víctimas tengan acceso a reparaciones adecuadas. Insta, además, a los Estados a promover un ambiente seguro y propicio para que los periodistas puedan llevar a cabo su labor de manera independiente y sin interferencias indebidas.

La prioridad atribuida al tema de la impunidad en esta Resolución deriva de la preocupante situación de que, a lo largo de la década pasada, más de 800 periodistas han sido asesinados por haber llevado a la atención pública noticias e informaciones. Solo en 2015, la Directora General de la UNESCO condenó los asesinatos de 115 periodistas, trabajadores de los medios de comunicación y productores de contenidos de redes sociales de interés periodístico. En 2012, el año más mortífero para los periodistas, 123 casos fueron condenados.

Tales cifras no incluyen los muchos otros periodistas que diariamente sufren ataques no mortales, incluyendo torturas, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, acoso e intimidaciones, en situaciones vinculadas o no a conflictos. Además, las mujeres periodistas incurren en riesgos específicos, que incluyen agresiones sexuales.

Es preocupante que menos de uno de cada diez casos de crímenes cometidos contra los trabajadores de los medios de comunicación durante la pasada década haya culminado en una condena. Esta impunidad tiende a envalentonar a los autores de dichos crímenes, y, al mismo tiempo, tienen un efecto paralizador en la sociedad, incluyendo a los mismos periodistas. La impunidad genera más impunidad, dando lugar a un círculo vicioso.

El 17 de noviembre de este año, los 39 Estados Miembros del Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación (PIDC) recibirán el Informe bienal de la Directora General sobre la Seguridad de los Periodistas y los Peligros de la Impunidad. El Informe ofrece una visión general sobre el tema de los asesinatos de periodistas condenados por la Directora General de la UNESCO en 2014-2015, el cual reporta 98 asesinatos en 2014 y 115 en 2015. El informe también incluirá información reciente relacionada con respuestas recibidas por la Directora General por parte de los Estados Miembros sobre el estado actual de las investigaciones judiciales sobre asesinatos cometidos entre 2006 y 2015. El documenta será accesible en línea seis semanas anteriores a la sesión del Consejo del PIDC.

Según el Informe de la Directora General sobre la Seguridad de los Periodistas y los Peligros de la Impunidad, menos del 7% de los 593 casos de asesinatos de periodistas desde 2006 hasta 2013 se han resuelto. Un cuarto de dichos casos se considera como “pendientes”, a causa de las investigaciones continuadas en las distintas etapas del sistema judicial. En el 60% de los casos, no se le ha proporcionado a la UNESCO información sobre procesos judiciarios, no obstante la petición efectuada por la Directora General al respecto.

Cuando las agresiones a los periodistas permanecen impunes, se envía un mensaje extremamente negativo: o sea, que contar “verdades embarazosas” o expresar “opiniones indeseadas” podría poner en problemas a la gente común. Además, la sociedad pierde así la confianza en su propio sistema judicial, cuyo deber es proteger a los ciudadanos de cualquier agresión a sus derechos. Los autores de crímenes contra los periodistas son alentados por el hecho de agredir a sus objetivos sin tener siquiera que dar cuentas a la justicia.

La sociedad en su conjunto sufre a causa de la impunidad. Los tipos de noticias que son “silenciadas” son exactamente aquellas que la opinión pública necesita conocer. La información es un elemento esencial para que la población pueda llevar a cabo las mejores decisiones, ya sea de naturaleza económica, social o política. Tal acceso a información fidedigna y de calidad es la piedra angular de la democracia, la buena gobernanza y las instituciones eficaces.

El IDEI proporciona una oportunidad estratégica a todas las partes interesadas para concentrar su atención en la importancia de terminar con la impunidad de los crímenes contra periodistas. Abre también nuevas posibilidades para atraer sectores cuyo ámbito de acción principal no es la seguridad de los periodistas. Por ejemplo, dada la importancia simbólica de los periodistas en el más amplio tema de la impunidad y la justicia, se puede entablar relaciones con aquellos que trabajan en el sistema del Estado de Derecho, como las personas empleadas en el sector de los procesos legales y judiciales. Otros individuos, comprometidos con la participación pública y el derecho de los ciudadanos a expresar sus puntos de vista en temas como la corrupción o la violencia doméstica, también tendrán interés en la resolución sobre la lucha contra la impunidad de las agresiones contra periodistas, los cuales, por definición, son protagonistas ante la opinión pública, y cuya situación lanza un mensaje a toda la sociedad.

De manera significativa, la Declaración de Finlandia en la conferencia por el Día Internacional de la Libertad de Prensa de 2016, que tuvo lugar en Helsinki, reconoce que “las violaciones a la libertad de prensa tienen también una incidencia negativa en el derecho a la información, incluso el bloqueo arbitrario del acceso a la información en línea, que limita la libertad de expresión en la red e interfiere de manera arbitraria en la privacidad digital, así como los asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas, deportaciones y otras violaciones contra los periodistas, personal asociado de los medios de comunicación, sindicalistas, y defensores de los derechos humanos.” En particular, la Declaración hizo un llamado a los periodistas, la sociedad civil y los intermediarios de internet para promover la seguridad de las salas de redacción y los periodistas, ya sea en línea que fuera de línea, a través de capacitación, aplicaciones TIC, protocolos de seguridad y sistemas, así como a la importancia de la confidencialidad de las fuentes periodísticas en la era digital.

Es precisamente reconociendo las consecuencias a largo alcance de la impunidad, especialmente la de los crímenes contra los periodistas, que la ONU ha declarado el 2 de noviembre como el Día Internacional para para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas (IDEI, por sus siglas en inglés). El IDEI tiene gran significado para los organismos de las Naciones Unidas, los gobiernos, los medios de prensa, y para la sociedad civil, así como para potenciales nuevos sectores interesados, ya que, hasta ahora, no se han dado ocasiones para articular dichos temas.. Contribuye también al nuevo Programa de Desarrollo 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en particular, al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16, para la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas, que incluye puntos clave, relevantes para la libertad de prensa, el acceso a la información, la seguridad de los periodistas y el Estado de Derecho.

Por su parte, la UNESCO trabajará con sus oficinas locales en todo el mundo, y con asociados, independientemente de su procedencia, para garantizar el éxito de esta oportunidad especial para marcar la diferencia.

Fuente: UNESCO