El tecnólogo y emprendedor habló sobre “El día después de la pandemia” en el marco de las jornadas de capacitación virtual que organizó Adepa. El especialista hizo hincapié en distintos avances que se dieron abruptamente durante la cuarentena en los ámbitos político, educativo y social tanto a nivel local como global. Además, señaló tres desafíos que deberá enfrentar el periodismo.
Como parte de las Jornadas de capacitación virtual “Pensando el futuro de la sociedad y los medios”, que organizó la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) entre el 27 y 29 de mayo, el emprendedor y tecnólogo argentino Santiago Bilinkis habló sobre “El día después de la pandemia” ante más de 200 periodistas, editores y directores de medios.
El autor de los libros Pasaje al Futuro y Guía para Sobrevivir al Presente brindó una exposición dinámica que invitó a reflexionar acerca de las enseñanzas que nos pueden dejar los cambios que se generaron en nuestras vidas a partir de las políticas de distanciamiento y aislamiento social. Concretamente, planteó si vamos a estar dispuestos a aprender de estas transformaciones de cara al futuro.
Al principio de la actividad, que fue presentada por Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Transformación e Innovación Multimedia de Adepa, y moderada por Chani Guyot, CEO y director de RED/ACCIÓN, Bilinkis aclaró que no iba a abordar qué va a pasar el día después de la cuarentena, sino qué queremos que pase después de la pandemia.

“¿Qué querríamos aprender y cambiar en nuestra vida, en nuestro trabajo y en nuestra sociedad a partir de esta experiencia límite? En otras palabras: ¿cómo hacemos para que 2021 no se parezca a 2020, pero tampoco se parezca a 2019?”, planteó Bilinkis.
Para desarrollar estos interrogantes, el creador de empresas tecnológicas como Officenet, compartió su “lista de cosas” que le gustaría “cambiar”. Detrás de esa experiencia personal, había una consigna: invitar a los participantes a hacer sus propias listas.
“¿Pensaron qué cosas quieren aprender de esta experiencia? ¿Pensaron cómo quieren que sea el día después de la pandemia? Sería una pena enorme desaprovechar una pandemia como esta”, expresó al respecto.
Antes de profundizar en varios cambios abruptos que produjo la pandemia, Bilinkis puso en contexto el momento. “Estamos viviendo un momento tremendamente difícil, marcado por la incertidumbre respecto de nuestra salud, la de nuestros seres queridos, de nuestro trabajo, de la evolución de la economía argentina”, graficó y llamó a reflexionar: “Vivimos metidos en una inercia y muy rara vez nos paramos a pensar si la vida que estamos viviendo es realmente la vida que queremos vivir”.
En ese sentido, Bilinkis dijo que los hábitos ocupan un lugar muy fuerte en nuestras vidas y lo que hizo la cuarentena, justamente, fue poner un freno a prácticamente todos nuestros hábitos. “Cuando uno interrumpe un hábito, lo convierte de un acto compulsivo a una elección”, destacó.
Bilinkis hizo hincapié en dos efectos, contrarios y simultáneos, que tuvo la pandemia. “Algunas cosas las detuvo por completo, como el turismo. Pero a otras las aceleró a niveles inimaginables, desnudó falencias en muchísimas áreas y nos obligó a hacer cambios muy necesarios en otras que veníamos posponiendo hace décadas”, señaló.
Frente a las posibilidades que pueden llegar a desprenderse de esos cambios, más allá de las vidas perdidas y de la crisis económica, Bilinkis enfatizó en que “si de verdad queremos que esta pandemia nos deje un saldo positivo, que nos permita proyectar una vida mejor para adelante, vamos a tener que pelear para que ocurra”.
Para eso, será importante “transformar nuestros hábitos, frenar nuestras compulsiones e implantar nuevos hábitos que nos lleven a manejar las cosas distinto”.
El cortoplacismo de la agenda la política
La primera cuestión que analizó Bilinkis es el “estado de incredulidad” que tuvo ante lo que sucede en torno al coronavirus. Para el columnista del diario La Nación, lo interesante es que “esta pandemia es cualquier cosa menos inesperada”. “Lo único que no sabíamos era cuándo iba a suceder”, marcó.
De ese modo, planteó que esta pandemia fue una de las tragedias más anunciadas: lo hizo durante un discurso en 2014 el ex presidente de Estados Unidos Barack Obama, y Bill Gates, cofundador de Microsoft, en 2015 en el marco de una charla TED.
“¿Cómo puede ser que una tragedia tan anunciada nos agarre tan ridículamente mal preparados? El primer mundo no tenía prácticas pensadas, no tenía insumos médicos. Creo que tiene que ver con el terrible cortoplacismo de la agenda la política”, opinó.
Coordinación internacional para enfrentar desafíos globales
En un orden más geopolítico, Bilinkis dijo que esta vez tenemos la certeza de que estamos atravesando un momento histórico: “Va a estar en los libros de historia. Tiene como característica más saliente que es el primer acontecimiento verdaderamente global”.
Se preguntó qué dirán esos libros acerca del manejo de esta crisis. “Quizá digan que en esta realidad tremendamente interconectada, enfrentamos la pandemia exacerbando las diferencias y los personalismos. Respondimos fraccionándonos en escala más, más y más pequeña”, dimensionó Bilinkis.
El mundo tiene todavía por delante un montón de otros desafíos globales. Como ejemplo, mencionó que unos pocos países concentran el desarrollo de tecnología “de enorme potencial pero alto riesgo”, como la inteligencia artificial, la biotecnología o las herramientas de vigilancia masiva. “Si como humanidad queremos estar a la altura de estos desafíos globales, tenemos que empezar a pensar y actuar globalmente”, recomendó Bilinkis.
Llevar una vida más simple
Bilinkis dijo que empezó a encontrar ciertos aspectos de la vida que le gustan más que antes. “Estuve muchos días tratando de entender cómo podía ser que con mis libertades severamente limitadas, algunas cosas me gustaran más”, se sinceró.
La proliferación de productos y servicios entre los que uno puede elegir suele llevar a tomar peores decisiones y a tener una menor satisfacción, según Bilinkis. Eso, a la vez, genera que aumenten nuestras expectativas. “Cuanto más altas, más probable es la frustración posterior”, señaló Bilinkis.
“Lo que esto nos plantea es que desprenderse de opciones, tener una vida más simple, lleva a más satisfacción”, resaltó el invitado.
Digitalización de la educación
En la lista de Bilinkis figura otra transformación social que se produjo en Argentina en plena cuarentena: la digitalización de la educación. En el proceso para implementar en pocos días un sistema de clases virtuales que reemplace las presenciales, pasaron transformaciones valiosas.
La primera fue que “se logró romper la inercia de no cambiar”. En dos meses, por ejemplo, al suspenderse las calificaciones, se pasó de “la prueba a libro cerrado a la prueba a libro abierto”. “Esto es espectacularmente mejor que el sistema de evaluación que utilizamos hasta acá”, valoró Bilinkis.
“Las conquistas que se lograron en estos dos meses, y se seguirán logrando hasta que se retomen las clases presenciales, son terreno conquistado. Aprovechemos para construir arriba de este nuevo terreno que ocupamos”, expresó Bilinkis.

Consumo digital, un exceso que debemos controlar
A raíz de la cuarentena, muchos trabajadores comenzaron a trabajar de manera remota. Ahora la manera más usual de estar en contacto es por los dispositivos digitales. “Nunca estuvimos tan a merced de estos mecanismos de manipulación. Hoy delegamos gran parte del consumo digital que hacemos en algoritmos, diseñados por compañías que maximizan la cantidad de tiempo que pasás usando aplicaciones”, remarcó Bilinkis.
Para el tecnólogo, esto nos pone frente a la presión de sofisticar nuestra estrategia de manejo de redes. Para materializarlo, dio dos consejos: eliminar todas las notificaciones y limitar el tiempo de permanencia en las apps.
“Tenemos que limitar nosotros estos consumos. Esto tiene dos consecuencias: una, devolver cierto grado de racionalidad y finitud al consumo digital. La otra es forzar una dieta digital más variada”, precisó Bilinkis.
Cambios en el ritmo de vida
Para terminar su exposición, Bilinkis dejó para el final el eje “más importante”: el cambio en el ritmo de vida que la cuarentena nos impuso. Para el tecnólogo, la cuarentena introdujo una característica en la sociedad argentina que creía imposible: la puntualidad. “Los eventos virtuales, por ejemplo, arrancan en el horario convocado”, graficó Bilinkis.
Además, recuperamos tiempo de viaje. “El peor momento del día que teníamos, lo hemos recuperado para hacer otras tareas”, indicó.
La cuarentena también nos hizo “menos consumistas”. “La falta de consumo, que en el plano de la economía es muy problemático, en el plano individual desencadena un montón de consecuencias favorables”, visualizó Bilinkis. Y continuó: “En Argentina estamos en un momento económico muy difícil y hay personas con necesidades básicas insatisfechas. Pero está estudiado que cuando cubrís esas necesidades básicas, el consumo adicional no tiene ninguna correlación con mayor felicidad”.
Tres desafíos para el periodismo
Al final de la exposición, los participantes tuvieron la posibilidad de hacerle preguntas a Bilinkis. Uno de los interrogantes giró en torno a cuáles son los principales desafíos para el periodismo pospandemia. Y el emprendedor y tecnólogo identificó tres.
La primera, que calificó como tremendamente nociva y que es una “mancha” a lo que solía ser la ética periodística, es el “clickbait”. “El modelo de negocio de los medios hoy depende del click. Toda esa maquinaria de desinformación para el click y después informar, no está buena. Algo del paywall y de que se vuelva a pagar por noticias y entonces podamos mejorar la calidad del producto y cobrarlo, que está pasando en muchísimos medios del mundo, es parte de la respuesta”, analizó Bilinkis.
La segunda cuestión tiene que ver con las noticias falsas. Si bien afirmó que se han dado grandes progresos para combatirlas, “sigue habiendo muchos medios que se prestan a esas campañas de desinformación, muchas veces intencionales”.
Y la tercera cuestión está emparentada con las fake news: las noticias redundantes o irrelevantes que persiguen un fin intencionado. “No le demos difusión. Son muy nocivas. Hay una parte que le corresponde al periodismo y hay otra parte que le corresponde a los usuarios de las redes. Tenemos que ser mucho más cautos porque el exceso de información, la saturación, la repetición de mensajes redundantes o irrelevantes, genera muchísima angustia”, explicó Bilinkis.
A través de este link, podrás acceder al video completo de la charla.