Sundar Pichai, CEO de Google y Alphabet, anunció días atrás el lanzamiento a nivel global de un nuevo producto denominado Google News Showcase. A través de este, la empresa compromete pagos por contenidos por mil millones de dólares en tres años a empresas periodísticas, mediante acuerdos individuales.
En el mismo anuncio, se menciona que Google está firmando acuerdos para News Showcase con publicaciones de Alemania, Brasil, Argentina, Canadá, Reino Unido y Australia. También detalla otras iniciativas de la empresa durante los últimos años, como fondos específicos de apoyo a iniciativas de innovación o de ayuda en la emergencia del Covid-19. Ese apoyo incluye también iniciativas de capacitación y formación profesional en conjunto con asociaciones de medios, como es el caso de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa).
Los medios de comunicación en todo el mundo invierten mucho dinero en la producción de contenidos de calidad, que son aprovechados por otros actores del ecosistema. Por eso, es importante que Google -y el resto de las plataformas- reconozcan que se debe compensar económicamente a los medios por sus contenidos informativos, de los cuales se benefician de manera directa e indirecta.
Este ha sido un reclamo sostenido de la industria periodística en todo el mundo, que ha derivado en la sanción de normas regionales, como la Directiva Europea sobre Derechos de Autor en Internet, o de leyes locales, como es el caso de Australia, actualmente en proceso. En la Argentina, el derecho de los medios a que se los compense por el uso de sus contenidos está garantizado por las normas de Propiedad Intelectual.
Por eso, este anuncio de Google debe entenderse como un primer paso en esa dirección, aunque aún dista de ser suficiente para generar un ecosistema digital verdaderamente saludable. Otras plataformas -como Facebook- deberían tomar iniciativas en el mismo sentido. Como Adepa ha sostenido en varias oportunidades, este derecho tiene sustento legal y, como tal, debe alcanzar al amplio universo de editores de noticias, más allá de su tamaño y alcance, incluyendo a los medios regionales y locales.
En paralelo con el anuncio de Pichai, se difundió que durante 2019 Google habría facturado 1,2 millones de dólares en Argentina en concepto de publicidad proveniente de búsquedas de temas noticiosos. Ese dato no es avalado por la industria de medios de nuestro país, tal como sucede con afirmaciones similares en los mercados norteamericano, europeo y australiano.
Como primera observación, la industria de medios ha señalado de manera reiterada que ni Google, ni Facebook ni las restantes plataformas digitales brindan información sobre sus números de ventas originadas en la Argentina ni sobre su facturación local, montos que son globalmente considerados como la base cuantitativa sobre la cual debe calcularse el pago de compensaciones por uso de contenidos a través del copyright. Al no informar sus números a nivel desagregado en los distintos países, las plataformas se convierten en jueces y partes en este tipo de decisiones.
Si tomáramos en cuenta los ingresos conjuntos de seis mil millones de dólares de Google y Facebook en Australia, según lo determinado por la ACCC (Australian Competition and Consumer Commission) y los calculásemos proporcionalmente para la Argentina, nos encontraríamos con cifras de ingresos locales superiores a 600 millones de dólares anuales. Cifras que podrían multiplicarse a partir de 2021, cuando cesen o disminuyan los efectos de la pandemia, en virtud del incremento de los niveles de consumo digital en todo el mundo.
Respecto del porcentaje de búsquedas y tiempo de permanencia que representan las noticias en el ecosistema de Google, los datos a escala mundial hablan de niveles relevantes y crecientes, al punto que tanto en el buscador (Google Search) como en productos más recientes, como Google News o Google Discover, la cantidad y el despliegue de las noticias aumentó considerablemente en los últimos años. Esto lleva a los consumidores a transcurrir más tiempo en el ecosistema del buscador, que aprovecha esa conducta para conocerlos en profundidad, acceder a sus perfiles y datos personales y, en definitiva, optimizar y por ende aumentar su monetización publicitaria.
De hecho, a nivel global se estima que los usuarios de Google dedican hasta el 40% de su tiempo a actividades relacionadas con noticias. En Estados Unidos, la asociación de medios informativos News Media Alliance estimó, en un estudio de 2018, que la cantidad de noticias en los resultados de búsqueda de Google varía entre el 16 y el 40 por ciento, y agregó que la plataforma recibió un ingreso estimado de 4.700 millones de dólares ese año por “rastrear y raspar el contenido de los editores de noticias, sin pagar a los editores por ese uso”.
En países de Europa, por ejemplo, los consorcios de gestión de derechos que agrupan a los editores de noticias establecieron en un 10% de los ingresos de las plataformas el valor a pagar por el uso de los contenidos. La legislación propuesta en la República Checa, por ejemplo, establece que las plataformas deben distribuir a los medios el equivalente al 10% de sus ingresos en ese país. Otras aproximaciones, como la que lleva adelante la Autoridad de Defensa de la Competencia de Australia, consideran porcentajes similares.
Además de los beneficios directos que las plataformas obtienen gracias a las noticias que buscan los usuarios, existen otros beneficios indirectos aún más relevantes. Estos incluyen incremento de tráfico y permanencia de los usuarios; conocimiento exhaustivo del perfil de estos con fines comerciales; priorización de sus propiedades digitales (páginas web y servicios propios de las plataformas) en la alocación de los avisos publicitarios, etcétera. Todo ello las lleva a fortalecer su posición de dominio en el mercado publicitario digital, al ser -en el caso de Google, por ejemplo- la única empresa integrada multilateralmente que vende publicidad para sí y para terceros. Esto no sólo le permite arbitrar en la distribución de la inversión publicitaria en su propio beneficio, sino tener un acceso ilimitado al comportamiento del usuario en la web (datos y cookies), restringido para el resto de los actores.
Es fundamental que la conversación global y local sobre este tema se realice con información amplia y auditada, para que los diversos actores -incluyendo el Estado- puedan tomar decisiones adecuadas. Para tener una idea, basta decir que el anuncio de Google News Showcase para los próximos tres años representa un 0,15 por ciento de los ingresos proyectados de la compañía para ese mismo período. Es decir, menos de 15 centavos por cada 100 dólares recaudados por la corporación. Otro aspecto a tener en cuenta es el volumen de empleo local de medios y plataformas: mientras que los primeros generan miles de puestos de trabajo en cada país para producir contenidos, las segundas tienen un impacto mucho más acotado en el empleo doméstico.
Hoy las plataformas digitales son facilidades esenciales para que los productores de contenidos puedan estar presentes en la web y en las redes sociales. No se trata de una opción para los medios: las plataformas, gracias a sus participaciones de mercado prácticamente universales, son la puerta de entrada y los árbitros de Internet. Y esto las pone en un lugar de enorme responsabilidad en términos de transparencia, tanto en el funcionamiento de su algoritmo como en sus prácticas publicitarias y en el uso que hacen de los contenidos de terceros.
Como sostuvo el Informe de la Comisión de la Cámara de Representantes de los EE.UU. sobre el poder de las plataformas, difundido ayer, “la prensa libre y diversa, particularmente la prensa local, es la columna vertebral de una democracia sana y vibrante. Pero como se analiza en este Informe, el aumento del poder de mercado en línea se ha correspondido con una disminución significativa en la disponibilidad de fuentes confiables de noticias. Al dominar tanto la publicidad digital como las plataformas de comunicación clave, Google y Facebook tienen un poder enorme sobre la distribución y monetización de fuentes confiables de noticias en línea, lo que crea un campo de juego desigual”.
Los medios de comunicación prestan a las plataformas su relevancia y su credibilidad, construidas a lo largo de muchos años. Gracias a los contenidos de aquellos, estas obtienen audiencia, datos e ingresos publicitarios. Eso debe ser compensado, no sólo porque es legal y justo, sino porque la sustentabilidad del periodismo profesional es la mejor garantía para mantener un entorno digital sano, que sirva de amortiguador a las burbujas de odio y desinformación que tantos males causan a la democracia.