En una Ucrania desgarrada por la guerra, la última actualización del algoritmo central de Google puede haber creado inadvertidamente un vacío informativo, listo para que la desinformación rusa se abalance sobre él.
La actualización de marzo, que afectó negativamente a sitios de noticias de todo el mundo, obligó a los medios ucranianos a recortar gastos, reasignar tareas entre el staff y ajustar las prioridades editoriales. Las redacciones también redujeron su cobertura de la invasión rusa para adaptarse a los cambios algorítmicos.
«No creemos que Google se despertara una mañana y decidiera castigar a los sitios ucranianos», dice David Clinch, cofundador de Media Growth Partners. «Nuestra preocupación, especialmente durante una guerra y en medio de una avalancha de desinformación, es que no se haya hecho mucho, si es que se ha hecho algo, para prevenir, ayudar o compensar el probable impacto de este cambio».
Hablé con responsables de redacciones ucranianas para saber más sobre cómo impactó la actualización del algoritmo central de Google en su trabajo, qué han hecho para recuperarse y qué les preocupa sobre el ecosistema informativo actual.
Google Discover
Tras la actualización, Socportal, un medio que informa sobre cuestiones de servicio público y derechos humanos, perdió casi el 70% de su tráfico diario. Sus ingresos por publicidad disminuyeron en casi un 80%.
La ucraniana Focus Media sufrió una caída del tráfico del 60% en ese momento, y el número de lectores de Ukrainska Pravda también disminuyó.
«Llevo 11 años en el sector y es la primera vez que veo una situación tan drástica», dice Maria Grynevych, redactora jefe de Socportal.
Los cambios en Discover de Google, que como parte de la búsqueda de Google sugiere contenidos a los usuarios en función de sus actividades en línea, han impulsado en gran medida este descenso de tráfico.
Discover representa entre el 60 y el 70% del tráfico total que reciben Socportal y Focus Media, y más del 30% en el caso de Ukrainska Pravda. Para Socportal, este tráfico cayó a cero tras la actualización, y Focus Media y Ukrainska Pravda experimentaron descensos del 50% y el 30%, respectivamente.
«En Ucrania hay numerosas publicaciones que piensan que tienen mucho tráfico directo, pero en realidad se trata de tráfico procedente de Google Discover», explica Andrey Boborykin de Ukrainska Pravda.
Y a pesar de la intención declarada de Google de reducir los contenidos de baja calidad, algunos sitios web recomendados en el feed de Discover desde la actualización parecen muy poco fiables, señala Andrey Sukhrakov, redactor jefe adjunto de Focus Media.
«En Discover, solo veo sitios ucranianos, pero algunos no tienen nombre. Es como si hubiesen sido creados ayer, no hace años», cuenta.
La reacción de las redacciones
Cuando se producen caídas significativas en el número de lectores, las redacciones, especialmente las más pequeñas, no pueden darse el lujo de esperar a que la situación mejore.
Socportal, por ejemplo, empezó a comprar tráfico de referencia en un intento de alcanzar sus cifras anteriores a la actualización. Tres meses después, han visto algunos cambios positivos. «Cuando empezamos a recibir tráfico de referencia, el tráfico de Google también aumentó. Y ahora es algo dinámico», afirma Grynevych.
Sin embargo, el progreso ha tenido un costo. «Grynevych y otros como ella han tenido que dedicar bastante más tiempo, esfuerzo y dinero que no tienen para reconstruir su tráfico, su audiencia y su estrategia», dice Clinch.
Socportal encomendó a su staff la tarea de hacer coberturas adicionales, un trabajo para el que la redacción solía recurrir a redactores freelance. «Tenemos una beca para informar sobre los problemas sociales de la guerra. Antes contratábamos a freelance para ese trabajo», explica Grynevych. «Pero ahora nos enfocamos solo en el equipo interno y lo pagamos con nuestra subvención, que está totalmente financiada por nuestros donantes».
Focus Media despidió a tres empleados desde las actualizaciones por no poder pagarles. También ha desviado la cobertura de la invasión rusa.
«Nos hemos ajustado a escribir contenidos más ligeros, porque vemos que Google lleva más tráfico a contenidos ligeros, no sobre la guerra. Si ahora escribes sobre la guerra, Google entiende que no puede monetizarlo», explica Sukhrakov. Esto se ha traducido en una mayor cobertura de temas relacionados con estilo de vida y fitness, dijo.
El cansancio de los lectores puede estar agravando el problema. «La gente busca ahora historias divertidas, algo que no esté relacionado con los tiempos difíciles», afirma Grynevych. Boborykin comparte la preocupación: «Es bastante orgánico que la gente se esté cansando de consumir tanto contenido informativo relacionado con la guerra».
Las noticias sobre el conflicto pueden ser difíciles, pero son esenciales, insistió Clinch. También lo es la información de servicio público de Socportal. «Estar en Ucrania y recibir la recomendación de no publicar notas difíciles es una idiotez. Es una forma horrible de pensar por parte de Google», afirmó.
Ukrainska Pravda, con más recursos a disposición, adquirió un blog de tecnología y una publicación deportiva en un esfuerzo por seguir el ritmo de los cambiantes algoritmos del gigante tecnológico.
«Lanzamos dos marcas adicionales que no son de noticias duras, ni políticas», explica Boborykin. «La compra forma parte de una estrategia de diversificación, porque no solo queremos generar tráfico, sino que también vendemos anuncios directos, anuncios nativos y anuncios programáticos en estos sitios web».
Ukrainska Pravda también dirige un negocio de eventos con fines de lucro. «Es muy contraintuitivo que la gente quiera eventos en una ciudad, que es atacada por drones y misiles de vez en cuando. Pero este año hemos tenido casi un evento al mes, y todos han sido rentables», afirma Boborykin.
Temores a la desinformación rusa
Los editores y analistas entrevistados expresaron su temor a que la desinformación rusa llene el vacío dejado por el descenso de lectores.
«Como mínimo, el tráfico disminuyó en sitios web confiables y no hay indicios de que la desinformación haya hecho otra cosa que continuar al mismo ritmo», afirmó David Clinch de Media Growth Partners.
Al fin y al cabo, el contenido falso no necesita de las búsquedas en Google para llegar a los lectores. «La desinformación rusa se mueve a través de las redes sociales, de influencers y de otras campañas de amplificación, y no se ve afectada de la misma manera que nosotros por esta actualización», explica Clinch. «Cualquier inmersión en fuentes de noticias autorizadas expone la posibilidad de que la desinformación reciba más atención, porque no llega a través de los mismos métodos».
La realidad actual es que Google y otros gigantes tecnológicos desempeñan un papel preponderante en la información que consume la gente. Este poder exige más responsabilidad, argumentó Clinch: «Google tiene que pensar de forma muy responsable sobre cómo su enfoque global para limpiar las búsquedas y arreglar sus sistemas puede afectar a lugares como Ucrania y otras zonas de guerra, donde las consecuencias imprevistas pueden ser mucho más graves de lo que pueden ser en otros lugares».
Sin embargo, Google parece ir en otra dirección, pues ya ha dado un paso atrás en su pestaña de Noticias y amenaza con retirarse aún más.
Cuando se trata de una zona de guerra activa como Ucrania, lo que está en juego es aún más grande. Sobre todo con los alarmantes niveles de desinformación.
«Nos preocupa la desventaja competitiva en que esta situación coloca al periodismo verificado», expresó Eli Flournoy, cofundador de Media Growth Partners.
«El timing de la actualización nunca iba a ser bueno, pero ahora era especialmente malo», concluyó.