Me pongo de pie y aplaudo a Ismael Nafria (en Twitter @ismaelnafria) porque con su obra “La reinvención de The New York Times” llevó al mundo de la comunicación a posar la mirada sobre una organización que se define, se piensa y actúa con el ADN del periodismo.
En su presentación en Amazon, se afirma:
“Los medios de comunicación, y de manera especial los periódicos, han visto como su sector se ha transformado radicalmente desde la aparición de Internet. Tanto los modelos de negocio de los medios como los hábitos de consumo de información de los usuarios han sufrido profundos cambios.
El caso del Times ofrece un buen número de lecciones que pueden ser muy útiles para otros medios con independencia de su tamaño o localización”.
Hasta ahí lo que todos sabemos porque hemos leído el libro de Ismael sobre la Dama Gris del periodismo con mucha atención.
Es verdad que la estrategia del Times no puede ser adoptada o copiada en su conjunto por ningún medio del mundo. No hay estructura ni fuerza capaz de imitarlo.
Sin embargo, hay lecciones que deberían quedar marcadas a fuego.
1.- Calidad.El Times hace periodismo de autor en todas sus plataformas. Busquen y no van a encontrar una sola noticia de último momento en su web. Ni siquiera cuando hay una situación de fuerte interés. Sólo aparece cuando puede añadir valor agregado por sobre los otros medios.
Es periodismo, estúpido.
2. Apuesta.Un tuit de Ismael pone más luz sobre cómo encara en Times esta etapa. “Durante el último año, el @nytimes sumó 120 nuevos periodistas a su redacción, que ya cuenta con 1.600 profesionales. A lo largo de su historia, nunca The New York Times había contado con una redacción de este tamaño”. Si se ingresa en la página corporativa (https://www.nytco.com/press-stories/) se podrán ver los nombramientos para distintas y novedosas áreas de la compañía.
Es periodismo con muchos periodistas, estúpido.
3. Posicionamiento.La búsqueda de suscriptores y el márketing para lograrlos se basa, desde que Donald Trump llegó al poder en enero de 2017, en confrontar a un presidente que destesta a la prensa y lo hace saber cada día por Twitter. La vocación del Times es ofrecer a los estadounidenses una ventana a la realidad. “La verdad vale la pena” es el eslogan que tenía publicado por estos días. Pero ese compromiso con los lectores se consolida día a día con el modo de hacer periodismo. Informes que, como ellos mismos dicen, pueden tener impacto para cambiar la sociedad y el mundo.
Es periodismo con muchos periodistas que entienden su misión, estúpido.
4. Empatía.No alcanza con que The New York Times sea, quizá, la marca más reconocida de un medio de comunicación a nivel global. Sus periodistas deben ser también reconocidos. El paraguas marcario del medio requiere apoyo de sus bases. Desde jóvenes, nomás, los nuevos periodistas del Times son presentados en público y se los muestra. Véase: https://www.nytco.com/press/introducing-22-of-our-newsroom-fellows/
Claramente, esto obliga a los periodistas a adquirir altos niveles de responsabilidad en su posicionamiento público y, a la vez, los compromete a una capacitación continua para ir escalando posiciones, no dentro de la empresa sino ante los lectores.
Es periodismo con muchos periodistas que entienden su misión y se preparan de manera constante, estúpido.
Estas son apenas algunas rápidas e incompletas conclusiones. Lo que en mi modesta opinión queda claro es que cualquiera (más grande o más chico) que pretenda ir en la senda del Times (más rápido, más lento) debe entender que la lógica es hacer periodismo y eso se hace con periodistas.
Aceptemos que los medios están en una severa crisis.
Que las estructuras están sobredimensionados en todas las áreas y que los niveles de eficiencia están lejos de ser óptimos,
Que las redacciones son por definición numerosas y los periodistas tenemos más defectos que virtudes porque todavía no entendimos cómo entablar relaciones de confianza con las audiencias.
Y muchas cosas más, quizá la mayoría razonables.
Pero convertir a las redacciones en la variable de ajuste de la crisis de los medios la única consecuencia a la que puede llevar es a agravar la situación. O sea, una estupidez.
Por: Julio Perotti / EA Medios