Lo detuvieron cuando se aprestaba a viajar a Ezeiza; usaba una identidad robada; fue indagado, pero se negó a declarar Gabriel Di Nicola.
Usaba un documento con el nombre y el apellido de otra persona. Estaba confiado y pensó que con una identidad que no era la suya podía subir al avión de Aerolíneas Argentinas que iba a salir de Ushuaia con destino al aeropuerto de Ezeiza.

Pero Diego Dodero no pudo sortear los controles de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y quedó detenido. Está acusado de ser parte fundamental de una organización narcocriminal que traficaba cocaína a Europa oculta en suelas del calzado de «mulas» que simulaban viajar por vacaciones.

Calificadas fuentes judiciales informaron a LA NACION que se sospecha que Dodero, de 38 años, era el encargado de reclutar a las «mulas» para enviar droga a Ushuaia, en Tierra del Fuego, y de encargarse de la logística de los viajes a Europa.

Ayer, Dodero se negó a declarar ante el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky y la fiscal María Gabriela Ruiz Morales, que tienen a su cargo la investigación que comenzó en junio pasado, cuando la PSA detuvo en el aeropuerto de Ezeiza a cinco «mulas» que estaban por abordar un avión con destino a España. Se trató de un caso inédito por la cantidad de personas con droga descubierta en un mismo vuelo.

El mes pasado, después de nueve meses de investigación, el juez Aguinsky, la fiscal Ruiz Morales y los detectives de la PSA dieron con el presunto organizador de los viajes: Ezequiel Pablo Cettu, que está procesado con prisión preventiva y le fueron embargados sus bienes hasta cubrir la suma de $ 1.500.000.

El paso siguiente era dar con el reclutador de las «mulas», pero en los primeros allanamientos Dodero no pudo ser encontrado. Los investigadores ya sabían que el sospechoso circulaba con una identidad robada. Se hacía pasar por Andrés Philips, un profesor universitario de 42 años.

La sospecha era que Dodero estaba en Ushuaia, uno de los destinos de la droga que comercializaba la organización. Hasta Tierra del Fuego fue una comisión de detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) para colaborar con los investigadores.
Con la identidad de Philips, Dodero intentó embarcarse, en Ushuaia, en el vuelo AR 1853 del domingo pasado, que tenía como destino el aeropuerto internacional de Ezeiza, pero fue descubierto y detenido por personal de la PSA. En las últimas horas lo trasladaron al despacho del juez Aguinsky, donde, por consejo del defensor oficial Sergio Meirovich se negó a declarar.

 

«Innegable participación»

«La participación de Dodero en la organización narcocriminal es innegable», sostuvo a LA NACION una calificada fuente judicial.

Según el informante consultado, el último detenido de la causa tenía como función reclutar a las «mulas» que viajaban desde Trelew hacia Ushuaia. Una de las sospechas de los investigadores judiciales es que Tierra del Fuego era la escala previa antes de traficar la cocaína a Chile.

Aun con la detención de Dodero y el procesamiento de Cettu, para los investigadores la causa no terminó. Sospechan que todavía quedan eslabones superiores de la banda.

El mes pasado Aguinsky pidió a la Unidad de Información Financiera (UIF) un análisis de los movimientos económicos de Cettu.

El caso empezó en junio pasado, cuando personal de la PSA descubrió a las «mulas» que pretendían abordar un avión en el aeropuerto de Ezeiza rumbo a España. En esa ocasión, los cinco detenidos eran todos ciudadanos argentinos, de entre 22 y 39 años, que iban a España en el vuelo UX 042 de AirEuropa.

El caso comenzó cuando personal de la PSA controlaba a un pasajero que estaba por embarcar en la terminal internacional. Cuando revisaban su ropa, el joven se puso muy nervioso. «Los detectives de la PSA le solicitaron que se identificara y le formularon preguntas sobre su itinerario y el motivo del viaje, según el protocolo para estos casos. El pasajero respondió en forma contradictoria y eso constituyó un perfil de posible caso de contrabando», explicaron fuentes oficiales.

«En otro de los sectores habilitados para los controles ­se agregó­, personal policial detectó a un pasajero sobre el cual se activó la alarma del dispositivo de detección; a continuación se le aplicó el procedimiento de control sobre sus ropas y las preguntas de rigor. El pasajero portaba unas plantillas moldeadas con cocaína.»

Uno de los primeros pasajeros demorados con la droga identificó a los otros traficantes, que ya estaban en la zona de preembarque. Finalmente, los cinco sospechosos fueron detenidos y se les secuestraron, en total, 4 kilos de cocaína.