El segundo encuentro sobre “Contenidos audiovisuales y periodismo: una alianza contra la violencia de género”, se realizó el lunes 9 de agosto, y estuvo a cargo de Lucía Merle, reportera gráfica y editora de Fotografía en Clarín. La charla estuvo moderada por Cecilia Gargatagli, Presidenta de la Comisión de Diversidad y directora del diario El Litoral de Santa Fe.
Antes de dar inicio al taller, el embajador de Bélgica, Karl Dahene, dio unas palabras de bienvenida y destacó que, en su país, lograr la igualdad de género es una prioridad para todos. “Los medios y los periodistas tienen un papel muy importante frente a la opinión pública. Es fundamental la forma en cómo se habla y cómo se relata sobre temas de igualdad de género, de femicidios, violencia doméstica o de otros crímenes que tienen como víctima a la mujeres por el hecho de ser mujer”, remarcó.
Por su parte, el Coordinador Residente de la Organización de las Naciones Unidas en Argentina, Roberto Valent, también participó de la apertura. Valent agradeció a los que impulsaron e integran el espacio y destacó el trabajo que vienen haciendo con la Embajada de Bélgica para el empoderamiento de la mujer y la igualdad de género. “Desde Spotlight creemos que para reducir los femicidios y la violencia, tenemos que abordar sus causas más profundas, y para lograrlo, buscamos apoyar el cambio cultural en el país trabajando en coordinación con los medios de comunicación, sectores educativos y sociedades civiles”, declaró.
Cómo representamos con imágenes la violencia de género en los medios
Lucía Merle inició su exposición poniendo énfasis en que, actualmente, la comunicación se ve representada cada vez más a través de imágenes. Sin embargo, se refirió a que no hay una sola respuesta al momento de cubrir una noticia pero sí hay que tener una mirada más heterogénea y plural, y estar dispuesto a a poder reveer las prácticas o los modos de mirar constantemente, ya que es algo que está en constante movimiento.“Si tuviese una sola respuesta o una única verdad, sería un poco reproducir la lógica patriarcal que establece que para todo hay una única respuesta”, explicó.
“Creo que la manera para cambiar el lente que tenemos para mirar el mundo es empezar a preguntarnos, siendo autocríticos de nuestra práctica fotoperiodística. Hay que desnaturalizar aquello que tenemos naturalizado porque son temas culturales que llevan tiempo y mucha paciencia para generar cambios”, manifestó Merle. En relación a este punto, la expositora mencionó que hay un cambio a nivel social que nos interpela como personas y como comunicadores.
El desarrollo de la representación de la violencia de género
Hace algunos años, los medios de comunicación presentaban los casos de violencia de género como “crímenes pasionales” y se ubicaban la sección policiales. Sin embargo, en la actualidad, estos hechos se muestran como femicidios y se ubican en el apartado de sociedad ya que es una problemática social. Según la periodista, “lo mismo está sucediendo con las imágenes, tenemos que empezar a pensar que la imágen que se publica tiene un significado”.
Para poder representar el contraste de cómo el modo de representación de las imágenes cambió a través de los años, la editora tomó algunas coberturas realizadas por diversos medios de comunicación en diferentes años. “Hemos dado algunos pasos importantes en nuestra sociedad con leyes que han ampliado los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBIQ+”, afirmó. Sin embargo, aseguró que todavía falta mucha reflexión acerca de las imágenes y cómo se representa la violencia de género en los medios de comunicación.
¿Cómo se compone una mirada con perspectiva de género en el fotoperiodismo?
Merle entiende que, para generar este cambio en la mirada, hay que preguntarse, tanto de manera individual como colectiva, cómo realizar una cobertura adecuada. “Cuando hablamos de estos temas colectivamente, las herramientas que conseguimos son mejores”, explicó la fotógrafa. En este sentido, también es fundamental el intercambio entre el fotoperiodista y el periodista.
Pero, precisamente ¿cómo se logra una mirada con perspectiva de género? Por su experiencia y su práctica, la encargada del segundo taller, respondió: “Tener una mirada desde los Derechos Humanos, que sea diversa e inclusiva, que no sea morbosa y que visibilice las historias que no se ven”. Asimismo, señaló que para ello, también es necesario romper con los estereotipos machistas, de clase, raza y de género.
Su experiencia le hizo dar cuenta que al momento de cubrir sucesos sobre género, es importante presentarse como fotógrafo para lograr buenas imágenes. “Creo que asumir nuestros lugares como comunicadores y comunicadoras, es entender que poseer una cámara puede ser un objeto intimidatorio y que se puede generar una relación de poder entre el fotografiado y el fotógrafo”, dijo.
¿Cómo contamos un femicidio o travesticidio?
Para no publicar una foto de un femicidio que apele a la morbosidad, la especialista indicó que es necesario evaluar el momento y diversos componentes de la imágen, así como también buscar otras formas para cubrir esos sucesos apelando al profesionalismo de cada especialista. “Uno tiene la responsabilidad como comunicador de decidir qué imágenes pueden ser publicadas o no y preguntarse ‘¿hasta dónde hay que ver?’”, reflexionó.
Si bien hay que visibilizar estas noticias, Merle aconsejó que es necesario analizar sobre cómo hacerlo y apelar a la construcción colectiva. Sugirió que se puede empezar intercambiando ideas con los mismos colegas. En el mismo sentido, se refirió a la campaña realizada por el diario Clarín, #BastadeFemicidios, en la cual se mostraron los obituarios del de los femicidios cometidos. Por más que no hubo imágenes, se consiguió generar un gran impacto en la sociedad.
La edición fotográfica
Para la edición de las imágenes, es importante tener el contexto y la circulación de estas. A veces, al tomar fotos de las redes sociales de las víctimas, los medios de comunicación le dan otro contexto que no es favorable para el entorno de la víctima.
Un buen recurso puede ser utilizar material de archivo para representar las luchas que los diferentes colectivos hacen para la igualdad de género.
Nota: Valeria Silva