La Asociación de Entidades Periodísticas Argentina (Adepa) observa con preocupación la creciente intolerancia a la prensa por parte de funcionarios y políticos, que desconocen que están sometidos a un mayor nivel de escrutinio y crítica justamente por su rol de figuras públicas, por el espacio que voluntariamente ocupan en la sociedad y por su responsabilidad como funcionarios del Estado o aspirantes a serlo.
La estigmatización a la prensa y el intento de responsabilizarla de los problemas de gestión o del malhumor social, como lo expresado ayer por el presidente Alberto Fernández, no por reiterados son menos nocivos para el debate público, ya que desvían la atención de los problemas efectivos y de las soluciones que estos demandan.
La judicialización de expresiones periodísticas sobre una figura pública como es el caso del diputado nacional Javier Milei, nunca es una buena respuesta en términos de tolerancia a la crítica -aun la más dura y vehemente–, y aunque sea legal, siempre será más democrático el contraste de ideas y el debate que la persecución judicial.