En un contexto en el que el debate sobre la desinformación ha pasado a ocupar un papel protagonista en la conversación pública, evercom, agencia creativa de comunicación y marketing, lanza, en colaboración con Smartme Analytics, el informe ‘Jaque a la verdad’, en el que se analiza el impacto de las redes sociales y los medios tradicionales en la percepción de la credibilidad informativa.
El estudio revela que, aunque el consumo de noticias a través de redes sociales ha aumentado, los medios tradicionales continúan siendo la principal fuente de confianza para la mayoría de los ciudadanos. La proliferación de información no verificada, la viralización de contenidos engañosos y la falta de regulaciones efectivas han generado un entorno donde la credibilidad se convierte en un valor diferenciador de los medios tradicionales. Sin embargo, en el informe también se pone de manifiesto la transición en los modelos de uso y acceso a las redes sociales como fuentes primarias de información, indicativo de un cambio de tendencia en materia de percepción de la prensa, radio y televisión tradicional.
El estudio se ha elaborado a partir de una muestra representativa de 10.000 perfiles de entre 16 y 65 años. La metodología combinó técnicas de observación pasiva y declarativa para analizar el uso real tanto de redes sociales como de medios tradicionales. A través de tecnología pasiva, se identificaron usuarios de cada red, mientras que un estudio online (CAWI) basado en una encuesta estructurada permitió explorar en profundidad los valores y percepciones de los participantes, así como la credibilidad que otorgaban a las distintas fuentes de información.
Tal y como explica Alberte Santos, CEO de evercom: «Nos encontramos en un momento clave en el que la credibilidad informativa debe ser una prioridad, tanto para la sociedad en su conjunto como para los agentes del sector de la comunicación. La inmediatez no puede reemplazar el rigor periodístico, la confianza en los medios tradicionales es el reflejo de un periodismo que sigue apostando por la verificación y el análisis profundo de los hechos».
Redes sociales vs. medios tradicionales
El estudio muestra que el 77% de los ciudadanos considera que los medios tradicionales son más fiables que las redes sociales. Dentro de estos, la radio (69%) y la prensa escrita (61%) lideran el ranking de credibilidad. En contraste, plataformas como TikTok (28%) y Facebook (31%) son percibidas como las menos confiables en materia informativa.
Estos datos subrayan un aspecto fundamental: la credibilidad se construye con el tiempo y depende de la consistencia en la calidad informativa. La ausencia de filtros editoriales en redes sociales permite que cualquier usuario se convierta en emisor de información, lo que, si bien democratiza el acceso a la conversación pública, también fomenta la propagación de noticias falsas y descontextualizadas.
Sin embargo, 6 de cada 10 encuestados considera que las redes sociales presentan la información de manera más atractiva, especialmente entre los jóvenes de 16 a 24 años (75%). No obstante, esta percepción contrasta con la credibilidad que se otorga a estos medios, lo que sugiere que la estética y la inmediatez pueden captar la atención del público joven, pero no necesariamente garantizar la confianza en el contenido que se difunde.
Factores que refuerzan la credibilidad
El informe señala que la confianza en los medios tradicionales se debe, en gran medida, a su estructura editorial, a la verificación de fuentes y a la presencia de periodistas especializados dentro de las redacciones. El 64% de los encuestados reconoce que las noticias de estos medios suelen ser más profundas y contextualizadas, lo que refuerza su credibilidad frente a la inmediatez y el contenido viral de las redes sociales.
Este fenómeno demuestra que el público sigue valorando el periodismo de calidad, aquel que prioriza la investigación y la pluralidad de fuentes. La credibilidad no se basa únicamente en la rapidez de difusión, sino en el compromiso con la precisión y la transparencia informativa.
Además, también se percibe que los usuarios que combinan el uso habitual de redes sociales con medios tradicionales tienden a confiar más en la prensa escrita y la radio, lo que sugiere que el consumo híbrido de información es clave para la percepción de confianza.
La lucha contra la desinformación
En Jaque a la verdad también se pone de manifiesto cómo la inmediatez y la accesibilidad de las redes sociales han cambiado los hábitos de consumo informativo. Un ejemplo de ello es que el 55% de los usuarios de entre 16 y 24 años declara informarse mayoritariamente a través de estas plataformas, mientras que solo un 35% de los mayores de 45 años hace lo mismo. Por otra parte, la tendencia a consumir noticias en formato corto y visual, como en TikTok y YouTube Shorts, está desplazando las lecturas más profundas y analíticas a un segundo plano.
En este contexto, uno de los grandes desafíos identificados en el proyecto es la lucha contra la desinformación. Existe una percepción generalizada que señala que la proliferación de bulos y fake news en redes sociales afecta la manera en que se comprende la realidad, reforzando la importancia de la verificación de hechos en medios tradicionales. La falta de mecanismos efectivos para controlar la propagación de información falsa ha convertido a las redes en un espacio de incertidumbre informativa, donde las audiencias deben desarrollar una capacidad crítica mayor para discernir la veracidad de los contenidos.
Lola Chicón, CEO de Smartme Analytics, señala que: «El reto está en construir nuevas estrategias que refuercen la confianza del público en los medios y combatan la desinformación. No sólo se trata de ofrecer información y entretenimiento, sino de educar en el consumo crítico de lo que vemos, leemos y escuchamos».
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Fuente: PeriódicoPublicidAD.com