Si de hablar de periodismo y democracia se trata, Fernando Ruiz es una de las voces más autorizadas del país para hacerlo. El profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral es un gran conocedor de cómo ambos campos se interrelacionan, y de eso acaba de escribir en su nuevo libro. 

El periodismo y la fábrica de los derechos en América Latina, publicado por Cadal, es un manual, según explica el propio autor, pensado para periodistas en ejercicio y en formación, donde reflexiona sobre la actualidad de las democracias y cómo se vinculan con la profesión en América Latina.
Ruiz es autor también de otros libros vinculados al oficio. Entre los más recientes, se encuentran: Cazadores de noticias. Doscientos años en la vida cotidiana de los periodistas (Ariel, 2018) e Imágenes paganas: periodismo, democracia y pandemia en Argentina y América Latina (Cadal/Adenauer, 2021).

En una entrevista con Adepa, el cofundador de Fopea y actual miembro de la Academia Nacional de Periodismo comparte su visión sobre la actualidad de la relación de los medios con la democracia en Argentina, explica qué es el “periodismo de deberes” y resalta la importancia de que en las carreras profesionales se enseñe también sobre derechos.  

Adepa: ¿Cuánto duró la investigación y cómo fue el proceso de redacción del libro, si se tiene en cuenta que cita muchísimos manuales y aborda casos de varios países de América Latina?

Fernando Ruiz: Fueron siete años de trabajo focalizado en el libro, pero previamente eso representa bastante el trabajo de mi cátedra de Periodismo y Democracia en la Austral. O sea que la hago ya desde hace más de 20 años. Entonces, si bien empecé a trabajar el libro hace siete años, muchas de las ideas, las investigaciones, los estudios, ya los había trabajado.

Adepa: En el libro menciona las democracias de baja calidad en América Latina. ¿Qué influencia tiene el periodismo que en América Latina haya democracia de baja calidad? ¿O es a la inversa? Que las democracias sean de baja calidad hacen que el periodismo también tenga sus dificultades.

Fernando Ruiz: Muy lindo como lo planteás. En este libro yo lo que hago es entrar a las ciencias sociales como quien entra a un corralón de materiales y agarra conceptos de antropología, de la psicología social, de la ciencia política, de la sociología, desde la comunicación y desde el derecho. Agarro esos conceptos para que me ayuden a explicar cómo se relaciona el periodismo con la democracia. Y me gusta mucho la idea de Pierre Rosanvallon de que tanto los avances en la democracia como los retrocesos en la democracia tienen que ver también, en alguna medida, con los avances del periodismo y los retrocesos en el periodismo. 

O sea que en esto que vos sugerías en tu pregunta de quién mueve a quién, está muy atado a eso y van en conjunto. Cuando las sociedades, muchas veces, como vivimos ahora, sufren erosión autoritaria, es también porque muchos medios abandonan su trabajo de defensa democrática. Y viceversa. Cuando los países salen de las dictaduras, es porque también medios retoman su defensa democrática.

Adepa: Cuando las democracias flaquean, ¿el periodismo se vuelve más o menos relevante?

Fernando Ruiz: Diría que se vuelve más relevante, porque en gran medida el periodismo es una institución de última instancia. Es una institución que sirve para alertar sobre cómo funcionan las otras instituciones y, entonces, cuando las otras instituciones funcionan mal, es necesario que el periodismo active las alertas de que esas instituciones están funcionando mal. 

Lo que ocurre cuando las instituciones funcionan muy mal y el periodismo quiere cumplir su rol, todas las instituciones se vuelven contra el periodismo. Entonces, como pasa con Venezuela, por ejemplo, donde los periodistas de Armando Info hacen una investigación sobre un funcionario del régimen, la justicia venezolana allana al periodista y no al funcionario que fue investigado.

Adepa: Y si hablamos del valor justicia, que lo menciona también en el libro. ¿Es quizás uno de los valores más realzados por el periodismo, o uno de los valores en los que el periodismo más aporta?

Fernando Ruiz: Bueno, ese es el foco del libro, el valor justicia. Y cómo en una reunión de redacción, cuando se dan los premios profesionales y cuando se define la línea editorial, se define qué es la justicia en esa sociedad. Entonces, por ejemplo, en una reunión de redacción, se resuelve si vamos a priorizar la huelga docente, la defensa de determinados empresarios frente al Estado, una familia que sufrió la delincuencia. En todos esos temas, estamos ponderando derechos. Y una cosa que me llamó mucho la atención a mí desde siempre es que en las escuelas de periodismo se enseña poco de derechos. Y en las escuelas de leyes, obviamente, mucho. Sin embargo, cuando llegamos a las redacciones, permanentemente estamos tomando decisiones sobre derechos: esto es más importante, esto es justo, esto no es justo. Y cada medio define y tiene una idea de lo que es justo. Y esa es su línea editorial.

Adepa: Siempre hablamos del concepto de objetividad en periodismo y de si es posible ser objetivos o no. En el libro menciona que los derechos que defienda un medio van a definir su línea editorial. ¿Esto pone en riesgo la objetividad o es una cuestión de foco, de que algunos medios solamente ponen foco en unos derechos y otros en otros, y eso igualmente permite seguir siendo objetivos?

Fernando Ruiz: Claro, porque la objetividad ahí es cómo te acercas vos a la realidad de acuerdo a lo que vos creés que es más importante. Cuando vos decís “yo me encargo del interés público como periodista”, es tu visión del interés público siempre. No es objetivo. Para algunos, el interés público es una cosa, para otros, es otro. Entonces, tu objetividad es tu forma de acercarte a ese tema. Pero la selección de qué es lo más importante y qué es menos importante es tu visión de la justicia o de la visión de justicia que tenga el medio en que participás. 

Ahora lo que se está dando es que, primero, en los medios que tienen mucho pluralismo interno, coexisten varias visiones de justicia y, además, en los periodistas que forman parte de ese medio, en sus redes sociales pueden representar otra visión de la justicia y eso se da en forma permanente.

Adepa: En el libro habla también del concepto de “perro guardián” del periodismo. ¿La pauta oficial lo pone en riesgo?

Fernando Ruiz: Depende, porque la pauta pública puede generar una dependencia de un actor que exige una línea editorial o puede ser uno más de los ingresos de un medio que sirve para tener una especie de pluralismo de ingresos que le da independencia y economía. Así que depende. 

Y describo que en América Latina hay muchos medios que están muy controlados por la pauta oficial. Yo lo llamo “resonancia comprada”, que quiere decir que los gobiernos o los sectores políticos pagan para tener una visibilidad mayor. Lo que no necesariamente es influencia, porque puede haber resonancia, pero no consonancia. ¿Qué quiere decir consonancia? Que vos podés escuchar algo muy seguido en la tele, por ejemplo, hablan siempre del gobernador, pero eso no te genera ningún impacto, eso no hizo cambiar tu opinión. Eso no se puede comprar, la consonancia. Se puede comprar la resonancia, se puede comprar que la voz se escuche, pero no que esa voz se acepte.

Adepa: Menciona la relación entre derechos y deberes. ¿Los derechos pueden llegar a estar en riesgo por la falta de cumplimiento de los deberes en la sociedad?

Fernando Ruiz: Siempre. Por definición, los derechos tienen como contrapartida los deberes. O sea, el derecho a mi seguridad, a mi libertad, a mi vida, depende de que vos y el resto no me agreda, no me ataque, no me mate. Siempre, de hecho cuando sale una de las primeras declaraciones de derechos humanos, la francesa del siglo 18, es Declaración de Deberes y Derechos del Ciudadano. Después, en el año 48, cuando sale la Declaración de las Naciones Unidas, sale como derechos, nada más. Pero ese mismo año una Declaración Latinoamericana de Derechos que hizo la Organización de Estados Americanos, que fue la base de la Declaración Universal de la ONU, decía también deberes y derechos. En cambio, la declaración de la ONU quedó solo en derechos. En realidad, el énfasis nuestro en el discurso es derechos, pero no hay derechos sin deberes.

Adepa: Y es mucho más claro pensar en ejemplos quizás de periodismo orientado a derechos. ¿Pero si lo pensamos en periodismo orientado a deberes, se le ocurre algún ejemplo práctico?

Fernando: Sería lo mismo, porque el deber de los derechos de la infancia son los deberes de los adultos de respetar a los infantes, ¿no? O sea que a mí me gusta eso del periodismo orientado a deberes, porque es exactamente lo mismo que el periodismo orientado a derechos.

Adepa: En el libro, menciona algunos periodistas de América Latina que en casos extremos de la privación de la libertad fueron presos. Si pensamos en Argentina, ¿qué tan crítica es la situación del periodismo hoy y, por ende, de la democracia?

Fernando Ruiz: No podemos competir con Honduras, Nicaragua, Cuba, Venezuela, El Salvador. Pero estamos unos pasos atrás que los que estábamos antes. Yo diría que desde el kirchnerismo y el mileismo se instaló una matriz de opinión muy crítica hacia los medios que nos encuentra en una situación muy vulnerable, porque vos podés tener ataques externos que te encuentran fuerte, pero si esos ataques externos te encuentran vulnerable, es peor. Y yo creo que estamos vulnerables por dos razones. Una, porque nuestra relación con la sociedad ahora no es buena. El periodismo no suele ser tenido como un valor, como un activo social por las personas. En las reuniones sociales permanentemente uno tiene que estar explicando y defendiendo que los periodistas son honestos, que son profesionales. Además, que los jóvenes periodistas tampoco están muy identificados con el propio campo profesional. Es decir, en el interior del mundo periodístico, los líderes del mundo periodístico no son muy populares en general en las redacciones, y eso hace que el campo periodístico no tenga mucho orgullo profesional. Y cuando uno no tiene mucho orgullo profesional es difícil defenderse frente a los ataques externos. Uno defiende su identidad cuando está orgulloso de esa identidad. Si no tiene orgullo, si se quiere separar de esa identidad,  es más vulnerable.

Adepa: ¿Y hay algo que puedan hacer los periodistas para cambiar eso o depende de otros factores como la crisis económica de la industria?

Fernando Ruiz: Son factores muy potentes, porque la crisis económica dificulta mucho la construcción de la escalerita profesional. La escalerita profesional, donde los periodistas ingresan a las redacciones, van teniendo su futuro profesional, esa escalerita hoy está muy deteriorada, eso está afectando mucho. Pero yo pienso que, como suele pasar, es una toma de conciencia de la importancia que tiene el periodismo hoy, que es enorme. 

Por eso, en el libro yo lo que intento tratar de entender es cómo se relacionan el periodismo y la democracia de la forma más precisa posible para poder entender los mecanismos y así poder reconstruir la relación con las personas comunes. A mí me gusta la definición de la democracia que dice: “La democracia es el régimen más sensible con las personas comunes”. Y me da la impresión a mí que el periodismo es de alguna forma la piel del sistema político. Cuando el periodismo funciona bien, es sensible frente a las personas, frente a lo que les pasa, frente a los sentimientos. Cuando el periodismo está muy controlado o juega demasiado con el poder y poco con las personas, o sea tiene un diálogo muy cercano al poder, pero muy lejano a las personas, se empieza a hacer insensible con las personas y ahí se distancia.

Adepa: ¿Hoy en día las redes sociales acompañan y ayudan al periodismo y a las democracias a garantizar los derechos o los desafían?

Fernando Ruiz: Siempre las nuevas plataformas sirven. Lo que pasa es que hay un rezago de aprendizaje. ¿Qué quiere decir? Cuando surge una nueva plataforma, el periodismo profesional no va enseguida a esa nueva plataforma, porque la plataforma más prestigiosa es la inmediatamente anterior. Entonces, surge una nueva plataforma y durante un tiempo hay poco periodismo de esa plataforma. Ese es el rezago. Entonces vos tenés una plataforma que llega a mucha gente, pero que no llega con calidad periodística. Cada vez más hay que evitar que ese rezago sea tan largo y cada vez más rápido hay que entrar a las nuevas plataformas.

Adepa: ¿Y hoy cuál es la plataforma que mayor calidad de periodismo ofrece?

Fernando Ruiz: Hoy, por ejemplo, las anteriores ya tienen un nivel de calidad alto: radio, televisión, la prensa escrita. A las nuevas plataformas todavía les cuesta. Muchas veces los periodistas profesionales van a las nuevas plataformas cuando pierden un lugar en las plataformas tradicionales. Históricamente ha sido así. 

Speaker1: ¿Por qué los estudiantes de periodismo deberían leer su libro? ¿Con qué objetivo y qué cuestiones prácticas podrían llevar a su trabajo? 

Fernando Ruiz: El libro es un manual. Para los periodistas, cada nota, cada entrevista, cada investigación participa de un debate público sobre derechos en alguna etapa del proceso de construcción de esos derechos, de la fabricación de esos derechos. Entonces, se puede actuar con buena praxis o con mala praxis en cada una de esas etapas. 

De alguna forma, para simplificar, en este libro yo presento una especie de mapa para recuperar la sensibilidad con las personas comunes y poder entender cómo en cada acto periodístico se puede incidir, para bien o para mal, en eso. Y cuáles son las formas más profesionales. Pongo también un montón de ejemplos de malas praxis, en cada uno de esos momentitos pequeños en que se divide el proceso democrático. Desarmo el proceso democrático en partes y veo en cada una de esas partes cómo incide el periodismo y cómo puede incidir bien o cómo puede incidir mal. Por eso es un manual.

Adepa: Después de estos siete años de escribir el libro, ¿hay algo que le haya quedado pendiente de investigación?

Fernando Ruiz: Ahora estoy estudiando Comunicación Colonial, así que me volví cinco siglos para atrás.