Por Diego Dillenberger

En el marco de la entrada en vigencia en Francia, esta semana, de la nueva ley europea de derecho de autor para las editoriales periodísticas, medios y periodistas europeos expresaron con dureza su indignación con una decisión de Google de minar el alcance de la nueva directiva y de hacerle «un corte de mangas a la soberanía europea».

Francia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en promulgar a nivel nacional la directiva aprobada este año que busca un resarcimiento para los medios por los ingresos publicitarios que genera el buscador con los contenidos periodísticos de las editoriales.

En una durísima carta abierta bajo el título de “¿Otra vez se coloca Google por encima de la ley?”, diversas editoriales europeas critican el proceder del gigante de Silicon Valley que busca eludir el alcance de la norma.

“Nosotros, los periodistas, hemos luchado por mucho tiempo por esta ley. Porque es costoso producir noticias de alto valor. Porque la situación actual, en la que Google se queda con el grueso de los ingresos publicitarios por el acceso a nuestros contenidos, es insostenible y sumerge a la prensa en una crisis que se agrava cada año”, dice sobre la necesidad de una ley que compense a los medios por el uso de sus contenidos en las plataformas de Internet como Google o Facebook.

La carta critica que Google busca que la directiva quede en la nada y sostiene que “rechaza toda negociación”.

Según la carta, apoyada por un millar de periodistas europeos, entre ellos jefes de redacción y CEOS de los principales diarios y agencias de noticias, Google anuncia “temibles represalias: la visibilidad de los contenidos de los medios se verá reducida a la mínima expresión. Cuando los internautas hagan una búsqueda de información, ya no aparecerá ni una foto, ni un texto, solamente un trozo de titular”.

Sostiene que será “un suicidio para la prensa. Porque antes de llegar a una página web de un medio, la puerta de entrada de los internautas es Google. Los otros motores de búsqueda pesan demasiado poco. Los editores lo saben: no tienen los recursos financieros para soportar la vertiginosa caída del tráfico en sus páginas web que conllevará esta medida”.

La carta de los periodistas le espeta al buscador que “Google se burla de la ley. Explota sus sutilezas desviándose de la esencia de la ley, como ya hizo con los montajes fiscales que permitieron al gigante estadounidense llevar a cabo una evasión a escala planetaria. Es un nuevo corte de mangas a la soberanía nacional y europea”.

“Google quiere poner de manifiesto una impotencia pública para regular las plataformas, doblegar a los medios de comunicación y forzarlos a aceptar un modelo económico basado por principio en la no remuneración de los contenidos”, explica.

Sobre los programas de apoyo a medios y entidades periodísticas, la carta critica: “Anteponiendo, magnánimo, la financiación que quiso dar a proyectos innovadores en el ámbito de los medios de comunicación, que es una diversión, una limosna para un grupo con 140.000 millones de dólares de facturación”.

“En un momento en que las campañas de desinformación invaden internet y las redes sociales, y que el periodismo independiente es atacado en varios países de la Unión, renunciar sería desastroso”.

Y finaliza con una dura proclama: “Instamos a las autoridades públicas a un contraataque. Deben endurecer los textos para que Google no pueda volver a desviarlos, utilizar todo el arsenal de medidas a su alcance para luchar contra el abuso de posición dominante”.