Jim Roberts, ex editor ejecutivo del New York Times y actual de Mashable.com, disertó el jueves 12 en Clarín, en el marco de la entrega de diplomas de la Maestría en Periodismo de la Universidad de San Andrés (UdeSA). Roberts centró su discurso en el cambio que está sufriendo la sociedad y, en consecuencia, el periodismo. “Ser un buen periodista en el siglo XXI implica más que informar”, expuso.
Explicó que la tecnología está en el corazón de estas disrupciones y que el comportamiento humano reacciona a ellas. “Los hombres responden a los cambios pero los periodistas estamos rezagados”.
“En estos tiempos no se me ocurre otro negocio que haya sido tan desafiado como el nuestro”, opinó. En su visión, es importante que los periodistas vean en las tecnologías un espacio para llegar a más personas. “No le teman a la innovación, no le teman a las nuevas tecnologías y por favor préstenle atención a cómo se comunica la gente”.
Se refirió a Facebook y Snapchat como dos empresas que lanzaron sus propias plataformas de publicación y que son capaces de llegar a una gran cantidad de gente. Pero que están ejerciendo su profesión sin los códigos que sí aplica el resto. “Snapchat dicta el número de artículos que estas publicaciones deben tener y expresan su descontento con las que no les gustan. Facebook ha sido criticado en Estados Unidos por favorecer temas que le convenía”, contó Roberts.
El editor ejecutivo de Mashable aceptó que estos son tiempos difíciles pero le pidió a sus colegas que entendieran las presiones que implica el negocio. Apuntó a la ética y a la necesidad que tiene el mundo de los valores tradicionales de los periodistas. “Necesitamos periodistas que sean megáfonos de los que no tienen voz y denuncien a los poderosos.
Finalizó su discurso haciendo alusión a la fuerza que tiene el periodismo en la sociedad. Argumentó que la película Spotlight fue vista porque criticó a una institución poderosa. “Los héroes en esa lucha fueron periodistas dedicados”, manifestó Roberts. “Piensen en Trump, -exhortó- cuando anunció su candidatura, los medios lo criticaron. El público lo amó, los periodistas le dieron lugar y las cadenas le dieron horas y horas. Pocos periodistas le hicieron preguntas difíciles o lo incomodaron. Ahora Donald Trump puede ser presidente de Estados Unidos. Debemos ser mejores periodistas y por eso necesitamos de los estudiantes”.