El editor digital de The Washington Post dio una conferencia la semana pasada en la Asamblea de Adepa. Allí, ante directivos de medios de todo el país y estudiantes de periodismo de Santiago del Estero y Tucumán, explicó las estrategias innovadoras que implementó el diario estadounidense para enfrentar el cambio de paradigma en la industria de la información.
Según García-Ruiz, la situación de los medios en Estados Unidos es “gravísima”. Despidos, recortes presupuestarios y dificultades para sostener el modelo de negocios que los medios han llevado por décadas. Frente a esta realidad, en plena “Revolución de la Comunicación”, como editor digital de uno de los estadounidenses diarios más importantes, él decidió junto a su redacción evitar convertirse en “redacciones zombies” y apostar a nuevas tecnologías para ofrecerle a sus lectores productos diferentes. “Por eso tenemos que resignificar nuestra estrategia de innovación y utilizar todas las herramientas actuales con las que todos los periodistas cuentan: videos, fotos, textos, infografías, audios y mapas, para llegar a las audiencias con las historias”, aseguró.
En el Washington Post, para no volverse una redacción zombie, decidieron tomar nuevos periodistas en su redacción que acababan de terminar sus estudios universitarios. Pasaron de ser una redacción de 500 personas. “En este proceso de cambio constante, resalto en que serán las nuevas generaciones de periodistas los que impulsen a aquellos viejos de la profesión. Será esa unión la que haga la diferencia en la calidad informativa”, señaló.
A partir de su propia experiencia, él le contó a los asistentes de la Asamblea General de Adepa algunos consejos para sobrevivir a la crisis de los medios:
· No todas las notas son malas: en un principio, la gran pelea de los medios para atraer a las audiencias se daba por la oferta de artículos “clicky” (relacionadas con el clickbait) y los serios, caracterizados por su larga extensión y por tratarse de temas como política y economía. Sin embargo, los medios tradicionales que se dedicaban al periodismo de calidad se dieron cuenta que los artículos pueden ser “clicky” y serios. Para eso, tuvieron que aprender sobre las audiencias, la búsqueda en los motores y cómo manejarse con las redes sociales.
· Los artículos deben ser fascinantes o importantes: para poder sobrevivir hoy en día, los medios deben encontrar la forma de hacer artículos alucinantes de interés para sus lectores. Ya no sirve que los contenidos sean hechos solamente para ser distribuidos por las redes sociales, sino que deben llamarle la atención a los lectores y deben tener un gran impacto en sus vidas. No sirve realizar notas que la gente considere que debe ser “obligatorio” leer porque no lo van a hacer. Las audiencias no tienen tiempo y no quieren leer algo que sea obligatorio en su tiempo libre. Hacer notas fascinantes e importantísimas es muy difícil, pero lo obligatorio, que es más fácil, tiene un impacto negativo.
· La gran pregunta hoy es cuándo los lectores quieren oír de mí: al no disponer de mucho tiempo, los medios deben crear contenidos que los lectores estén dispuestos a leer. García-Ruiz recomiendo hacer dos tipos de notas. Por un lado, las de actualidad que se basen en lo que la gente habla a través de las redes sociales, ya que es eso lo que les interesa. Por otro lado, están las de profundidad donde el periodista puede analizar a fondo distintos temas. Si logra que sea una muy buena nota, se puede volver de actualidad. Por lo tanto, deben tratar de cubrir el tema de todas formas posibles para que los lectores no vayan a otros medios a buscar más información.
· Nuestra profesión depende de tener una relación nueva con los lectores de amor: como las redes sociales ya no son lo que eran antes por todos los escándalos relacionados con la privacidad de los usuarios, los medios no pueden producir sus contenidos que estén enfocados en ellos. Siguen siendo importantes, pero hoy en día los medios deben enfocarse en atraer a los lectores a sus propias plataformas. Su objetivo principal debe ser vender suscripciones, a diferencia de antes que tenían que vender anuncios. Para medios pequeños con pocos recursos puede ser difícil, pero hoy en día no hay ningún modelo que funcione sin cobrarle de alguna forma a sus audiencias. Por otro lado, es muy importante explicarles por qué hoy en día es necesario que paguen por una suscripción para obtener periodismo de calidad. Lo más importante es formar en los lectores el hábito de entrar todos los días a la página web del diario. Para mantenerlo, los newsletters son una buena forma de acercar a los lectores. Sin embargo, hay que evitar llenarlos de contenidos y de anuncios horribles para evitar que se enojen y cancelen su suscripción.
· La redacción controla el futuro de los medios: si el contenido es el correcto, vendrán las suscripciones y los medios ya no tendrán que preocuparnos por cuántos anuncios vendemos.
Por otro lado, Emilio García-Ruiz compartió con los asistentes de la Asamblea un estudio que hizo la Universidad Northwestern de Chicago sobre 6 medios estadounidenses que intentan adoptar un sistema de suscripciones en sus sitios. El estudio descubrió que es necesario crear métricas distintas a las que hay ahora para reflejar cuánta gente que lee se suscribe y definir el valor de un suscriptor contra alguien que no lo es. Los medios ya no pueden pensar en solo un tipo de lector que lee sus contenidos, sino en distintos lectores según su interés de suscribirse al medio.
Para que el sistema de suscripciones funcione, todas los departamentos de medios deben trabajar juntos hacia un mismo objetivo, que es obtener la mayor cantidad de suscriptores posible. Para eso, recomienda armar un equipo de suscripciones dentro del medio donde participe por lo menos un integrante de cada departamento para armar distintas estrategias en conjunto. También es importante comunicar con claridad este objetivo a toda la redacción para entender qué está haciendo la empresa y decida qué contenidos se necesitan para lograr el objetivo.
* En breve se publicarán más contenidos de los otros paneles de capacitación de la Asamblea.