El Consejo Ejecutivo de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) recibió ayer a Miguel Henrique Otero, propietario y director de El Nacional, de Venezuela, quien vive en Madrid en exilio forzado desde hace un año, luego de que un tribunal judicial le prohibiera la salida de su país, junto a otros 21 directivos de medios y periodistas venezolanos. Otero se encontraba por entonces en Israel y resolvió no regresar a Caracas.

El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, fue quien inició una demanda por la reproducción que hicieron tres medios de una información publicada originalmente en un diario de España, que lo vinculaba con el narcotráfico.

Miguel Otero agradeció a las autoridades de Adepa por el recibimiento y por el apoyo permanente que reciben él y sus colegas por parte de la prensa argentina, ante el indiscriminado ataque de las autoridades venezolanas, empezando por el presidente Nicolás Maduro. “Para mí, es un honor estar aquí con ustedes y poder exponerles lo que sucede en Venezuela y el estado de deterioro de la libertad de expresión en mi país”, expuso. “Por este proceso judicial que me iniciaron, llevo más de un año fuera de mi país, pero hicieron mal negocio conmigo: el periódico sigue saliendo igual que si yo estuviera allí; y seguimos siendo un periódico independiente: no nos censuramos, publicamos todo”, agregó.

Ante los editores argentinos, el directivo venezolano enumeró las estrategias aplicadas por los gobiernos de Hugo Chávez y Maduro para silenciar a la prensa y restringir la libertad de expresión en su país, desde la violencia física contra periodistas y editores; la elaboración de leyes restrictivas y de control de contenidos audiovisuales; cierre de medios independientes como Radio Caracas Televisión; represión tributaria y publicitaria; utilización de cadenas nacionales y programas de televisión por parte de funcionarios para difamar a medios y periodistas; una extendida autocensura, y compra de medios por parte de empresarios afines o testaferros del gobierno.

“Son estrategias aplicadas en mayor o menor medida por los regímenes autoritarios del siglo 21, los populismos autoritarios. Ustedes lo vivieron con los Kirchner; lo mismo pasa con Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y otros países de la región. Todos buscaron, a través de estos mecanismos, lograr lo mismo que en Venezuela: la hegemonía comunicacional por parte del gobierno”, explicó Otero.

Consultado sobre su situación judicial y la de decenas de periodistas y líderes políticos y sociales, el director de El Nacional comparó lo que sucede en Venezuela con lo que pasaba en la llamada Alemania Oriental antes de la caída del Muro de Berlín: “Todo el mundo tiene un expediente judicial, y cuando quieren criminalizar a una persona, basta con que cualquier funcionario haga la denuncia para que un juez la active, dicte una medida cautelar y de inmediato te pongan preso para que no te escapes. En mi caso, me acusaron de cualquier cosa: de traición a la patria, de financiar a los paramilitares colombianos…”.

El diario de Otero se tuvo que adaptar a la extraña situación de tener a su director en el exilio y de que, además, el Estado no le permite acceder a papel para periódicos, por lo que debe acudir a préstamos y ayudas de diarios y entidades de otros países, como La Nación, de Argentina; El Mercurio, de Chile; El Tiempo, de Colombia, y la Asociación de Diarios de ese país (Andiarios), entre otros. “Hemos sobrevivido, a pesar de todas las contras. Hemos acortado la edición a 16 páginas, no tenemos revistas, pero sí recibimos la solidaridad de los anunciantes privados, que siguen pautando, y de medios de todo el continente, que nos prestan papel”, comentó.

“El objetivo es sobrevivir, vamos a sobrevivir más que Maduro, pero para sobrevivir hay que llegar hasta el final”, expresó Otero. Por la noche, el directivo dirigió unas palabras en la misma línea a los asistentes a la cena mensual de camaradería de Adepa.