Durante generaciones, los editores de noticias monetizaron su contenido periodístico basado en hechos y verificando mediante la venta de publicidad y suscripciones. Si bien la inteligencia artificial generativa tiene un enorme potencial para el bien, sin control destruirá la economía del negocio editorial, escribe Paul Deegan, Presidente y director ejecutivo de News Media Canada | Médias d’Info Canada.
Hace poco más de un año, Elizabeth Reid, vicepresidenta y directora de búsqueda en Google, anunció: “AI Overviews comenzará a implementarse para todos en USA, con más países próximamente. Eso significa que esta semana, cientos de millones de usuarios tendrán acceso a AI Overviews, y esperamos llegar a más de mil millones de personas para fin de año”.
Al hacer el anuncio, Reid escribió: “Con AI Overviews, la gente está visitando una mayor diversidad de sitios web para obtener ayuda con preguntas más complejas. También vemos que los enlaces incluidos en AI Overviews reciben más clics que si la página hubiera aparecido como un listado web tradicional para esa consulta. A medida que expandamos esta experiencia, seguiremos enfocándonos en enviar tráfico valioso a editores y creadores”.
Entonces, ¿cómo va todo? Brightedge, una empresa especializada en optimización para motores de búsqueda y rendimiento de contenido, publicó una nueva investigación en el primer aniversario de Google AI Overviews, que encontró una reducción de casi el 30 % en los clics desde mayo de 2024.
Tanto por “más clics”…
Los modelos de lenguaje a gran escala (LLM) están perjudicando a los editores de dos maneras. Primero, las empresas de IA están extrayendo y resumiendo de forma flagrante contenido directamente de artículos noticiosos publicados mediante la generación aumentada por recuperación. Segundo, como los AI Overviews son significativamente más completos que los fragmentos asociados con enlaces tradicionales, los usuarios pueden sentir que no tienen motivo para hacer clic en el artículo original en el sitio web del editor.
Al permanecer el usuario dentro del cada vez más alto “jardín amurallado” de las Big Tech, en lugar de ser dirigido electrónicamente a los sitios de noticias a través de enlaces, los editores pierden audiencia y su capacidad de vender publicidad y suscripciones se ve gravemente reducida. Sin clics, no hay ingresos para las empresas de noticias. Sin embargo, las compañías de IA están vendiendo publicidad sobre contenido protegido por derechos de autor (y con frecuencia detrás de muros de pago), así como suscripciones a sus productos premium.
Los lectores también están siendo perjudicados. Primero, hay numerosos ejemplos de AI Overviews ofreciendo información inexacta, irrelevante, desactualizada e incluso dañina. Esto ocurre porque los LLM no siguen los estándares periodísticos. Segundo, si los editores no pueden monetizar su contenido, no podrán reinvertir en el periodismo preciso y autorizado que los lectores necesitan para tomar decisiones informadas y participar de forma efectiva en los procesos democráticos.
En un reciente artículo de opinión en el New York Post, Danielle Coffey, presidenta y directora ejecutiva de News/Media Alliance, que representa a editores estadounidenses, escribió: “El sucio secreto de las Big Tech es que el éxito de sus herramientas de IA se ha construido casi por completo sobre el robo”. El pasado noviembre, OpenAI fue demandada por un grupo de editores canadienses, incluidos The Canadian Press, Torstar, The Globe and Mail, Postmedia y CBC/Radio-Canada. En febrero, editores como The Toronto Star, Condé Nast, McClatchy, Forbes y The Guardian demandaron a la empresa canadiense de IA Cohere, alegando que la compañía produjo copias textuales de miles de artículos de noticias sin permiso ni compensación.
¿Cómo pueden los responsables de políticas ayudar a escalar a los líderes en innovación y, al mismo tiempo, garantizar el uso ético, positivo y responsable de la IA? Mediante límites razonables: primero, debe protegerse la propiedad intelectual. Segundo, las plataformas deben compensar de manera justa a los editores. Tercero, las plataformas deben dar una atribución clara a la fuente del contenido. Cuarto, los editores deben poder excluirse de los AI Overviews sin que sus sitios web sean eliminados de la búsqueda. Quinto, las plataformas no deben discriminar en la clasificación de los resultados de búsqueda.
En resumen, para garantizar que nuestra prensa libre y plural siga siendo comercialmente viable, no debe haber rastreo de IA sin consentimiento, crédito y compensación.
Fuente: Wan Ifra
Traducción realizada por ADEPA