Analista de competencia y editores “off-platform”, de género, de impacto o de diversidad son algunos de los puestos identificados por el investigador en medios digitales argentino Alvaro Liuzzi. Darío Gallo, un periodista argentino enfocado en la transición digital, hace foco en las necesidades vinculadas a la fidelización de las audiencias y describe perfiles como el de editor de calidad, gestor de contenido y gestor de contenido para suscriptores. 

Los últimos dos años aceleraron la transformación de los medios en un sentido amplio: modelo de negocio, relación con la audiencia y hábitos de consumo del contenido. Sobre esa idea, la de la transversalidad de la transformación, hay un consenso generalizado. Pero ¿qué impacto puede tener eso en los perfiles que las organizaciones periodísticas de América Latina demandarán en 2022 y los siguientes años?

“La búsqueda y el desarrollo de nuevos perfiles es una tendencia que cobra cada vez mayor importancia dentro de las redacciones y que en lo personal llevo investigando desde hace varios años”, dice el argentino Alvaro Liuzzi, licenciado en comunicación social y consultor e investigador en medios digitales.  Liuzzi es el autor de uno de los capítulos del libro Nuevas narrativas en periodismo (2021).

“Nuevas Narrativas en Periodismo” es el último libro del equipo de investigación en periodismo digital de la Universidad Nacional del Comahue, de Argentina.

Su capítulo se titula “¿Qué hay de nuevo en los viejos medios?” e incluye un listado de nuevos perfiles incorporados por redacciones que son referentes a nivel global.

“En sólo 24 meses las redacciones han tenido que adaptarse (y deberán seguir haciéndolo) a la transformación digital más abrupta de su historia. Los próximos tres años los medios deberán impulsar la búsqueda y formación de perfiles focalizados en el diseño de contenidos de calidad, la gestión de comunidades, la sustentabilidad económica y en la innovación editorial/tecnológica como pilar fundamental para diferenciarse de una competencia cada vez más amplia”, describe Liuzzi, que además es editor de la newsletter #Redacciones4G, sobre periodismo, medios e innovación.

Los perfiles identificados y descriptos por Liuzzi

Analista de la Competencia en el Washington Post. El puesto, a cargo del periodista Elliot Smilowitz, tuvo como principal función monitorear los sitios de la competencia y utilizar herramientas de análisis para comprender dónde colocar el foco periodístico en historias y coberturas en tiempo real.

Editor Off-Platform en The New York Times. Las plataformas (on-platform) incluyen aplicaciones, boletines y alertas automáticas del New York Times, mientras que en off-platform se encuentra una red más amplia de canales y redes sociales como Facebook, Twitter, Apple News, Instagram y búsquedas de Google. La propia Millie Tran (editora off-platform del NYT) explicó en qué consiste este nuevo rol del diario norteamericano. “Hoy más que nunca pasamos más tiempo en nuestros teléfonos. No es extraño entonces que entender el periodismo fuera de la plataforma (off-platform) sea importante para las salas de redacción”.

Editora de género en Clarín. El medio argentino incorporó a su redacción un nuevo perfil enfocado en “garantizar la perspectiva de género de modo transversal en todas las secciones del diario”. Mariana Iglesias, periodista del diario desde el año 1996, fue presentada en el cargo con la tarea de profundizar nuevos enfoques sobre la temática en los diferentes soportes de publicación del medio.

Editora de Impacto en The Bureau of Investigative Journalism. La organización londinense anunció durante 2020 que incorporaba en ese nuevo puesto a la periodista Miriam Wells. Según explicó Wells, si se quiere que el periodismo sirva mejor a su objetivo de vigilancia, se debe pensar de manera estratégica y creativa sobre lo que hacemos con nuestro trabajo y cómo colaboramos con una sociedad civil más amplia para impulsar el cambio en los temas que cubrimos.

Editor de Diversidad e Inclusión en el Washington Post. Diseñado principalmente para mejorar la cobertura de temas relacionados al racismo, el nuevo rol instaura la responsabilidad de generar debates dentro de la redacción, coordinar coberturas periodísticas y diseñar el enfoque de los artículos vinculados a su tema de conocimiento.

Millie Tran, editora off-platform del NYT, durante el discurso que dio en ISOJ 2019. Foto: Erika Rich/Knight Center.

Hace pocos días, el periodista mexicano, consultor y analista de medios Mauricio Cabrera presentó el libro Tendencias 2022. Uno de los capítulos está dedicado a ”Los nuevos puestos que demandarán los medios en 2022”. Fue escrito por Darío Gallo, un periodista argentino enfocado en la transición digital desde 2005. Actualmente, es gerente de Gestión Periodística en Infobae

“Más allá de modas e influencias, los sitios de noticias deberán tratar de encauzar su camino después de la explosión digital post pandemia. Es hora de enfocarse en fidelizar a los usuarios y ya no en la búsqueda desesperada de clics. No solo aquellos medios que busquen suscriptores, sino todas las empresas que aspiren a reforzar una marca periodística deberán priorizarlo. Por eso es necesaria la creación (y formación) de nuevos puestos enfocados en recuperar lo perdido y diferenciarse cada vez más del contenido originado por fuera de los circuitos tradicionales”, explica Gallo en el inicio de este capítulo.

El análisis de Gallo hace eje en tres perfiles muy específicos:

Editor de calidad. Buscará que las historias más importantes del día reúnan las condiciones exigidas desde lo periodístico. Trabajará con los editores de las secciones y quedarán bajo su supervisión las áreas de redes sociales y SEO, por cuanto ambos departamentos son puntos críticos en la imagen de una marca periodística. Su capacitación necesita una clara orientación estratégica de la marca periodística para privilegiar los objetivos propios (y no de otras plataformas).

Gestor de contenidos. Seleccionará una serie de historias por día, organizará cómo se anunciarán, si se hará por redes o por notificación, el horario de publicación y si tendrán actualizaciones. También pensará si hay un formato especial para potenciar partes de esa historia —audio, video o infografía—, además de establecer un seguimiento a lo largo del día. El análisis de los datos, el tráfico generado por el tema y la repercusión en redes pueden llevar a profundizar el trabajo para días subsiguientes. El gestor de contenidos cruza toda la redacción, interactúa con los editores de las distintas secciones, con el equipo de audiencia y debe responder al editor de calidad.

Gestor de contenido para suscriptores. En los medios que ofrecen servicio de suscripción también será importante un gestor enfocado para contenidos especiales para aquellos que pagan el servicio. En este caso, se lo debe formar para gestionar historias cerradas, pero también para mantener informados a los editores sobre cuáles son las mejores piezas para los suscriptores. Por eso debe trabajar no solo con el equipo de audiencia sino también con el departamento de marketing y el de suscripciones. ¿Cuál es el contenido más valorado por estos fidelizados? ¿Qué tipos de historias retienen más al suscriptor? ¿Cuáles comparten en redes?

El perfil en Twitter de Miriam Wells, editora de Impacto en The Bureau of Investigative Journalism.

¿Existen espacios educativos donde se formen estos tipos de perfiles?

“Pocos”, reconoce Liuzzi, que además es profesor universitario en materia de comunicación y periodismo. Y agrega: “Históricamente a las instituciones educativas les ha costado tanto o más que a los medios adaptarse a los cambios de época. Creo que para potenciar la búsqueda y el desarrollo de nuevos perfiles, medios y universidades deberían generar alianzas de trabajo e investigación conjunta”

Para el especialista, las redacciones, en un contexto en el que la única constante es el cambio, “será una práctica saludable crear equipos de formación interna que puedan capacitar a los recursos humanos” y hace referencia no solo a programas de formación tradicional, sino también de “espacios abiertos de aprendizaje y experimentación conjunta donde las diferentes áreas de un medio puedan desarrollar ideas, productos y estrategias”.

Para Liuzzi, la investigación y formación profesional de los periodistas es un must: “Es verdad, hay ciertos espacios y recursos que podemos, y debemos, exigirles a los medios en los cuales trabajamos, pero tenemos también una obligación de seguir formándonos para potenciar nuestros perfiles profesionales y alimentar futuros proyectos. Transitar estos procesos de aprendizaje y adquirir nuevas habilidades nos permite reconocer más rápida y certeramente las necesidades que hoy en día tienen nuestros medios y, hacia el futuro cercano, interpretar las tendencias que puedan potenciarlos”.

Informe: Agustina Heb.
Fuente: Laboratorio de Periodismo – Fundación Luca de Tena.