Para la industria de los medios de comunicación la utilización de herramientas de inteligencia artificial no es nada nuevo. Lo lleva haciendo desde hace tiempo; sobre todo, para la automatización de procesos, la moderación de comentarios, personalización y distribución de algunas fuentes de noticias, escaneo de grandes bases de datos, seguimiento y actualización de perfiles en redes sociales, moderación de comentarios de los lectores, etc. Pero la llegada de la IA Generativa (IA-Gen) representa, sin duda, un cambio de paradigma para los creadores de contenidos en general y, de forma particular, para las organizaciones de información.
Desde el lanzamiento de ChatGPT son innumerables los casos de uso. El objetivo de este breve white paper está enfocado, no tanto en analizar estos casos, como en el planteamiento estratégico de la relación con las plataformas dentro y fuera de la organización. Es decir, en las políticas de actuación con las herramientas, y en los procesos y acciones para el uso ético dentro de la redacción. Tomaremos como ejemplo aquellas empresas informativas más avanzadas que ya están desarrollando iniciativas para hacer un uso responsable de la misma, sacando el mayor potencial y minimizando sus riesgos.
Probablemente, la IA-Gen sea la tecnología más transformadora a la que se ha enfrentado el sector de los medios en su historia. Desde que en noviembre de 2022 apareciera ChatGP3, su expansión y uso ha sido exponencial. Es raro encontrar una redacción que no esté experimentando, en mayor o menor medida, con alguno de los procesos de la cadena de valor del negocio de la información. Algunos grandes medios como la BBC tienen previsto hasta 12 proyectos piloto que explorarán el uso de la IA-Gen. En el caso de la corporación pública británica, con tres objetivos estratégicos:
1) Maximizar el valor de los contenidos existentes
2) Ofrecer nuevas experiencias para la audiencia y
3) Aumentar la eficiencia y la productividad
En general, su uso se está haciendo con cautela, intentando minimizar sus riesgos. Pero su rápida expansión y su alto potencial de transformación hacen que las organizaciones tengan que moverse con rapidez. Hasta la fecha parece que los problemas generados por su uso indiscriminado no han sido muy llamativos, salvo excepciones. Es evidente que los editores deben determinar políticas y procesos de uso interno, así como establecer estrategias de relación con las herramientas para proteger sus derechos de propiedad intelectual, que les garantice la sostenibilidad de sus negocios en el futuro.
Las organizaciones más avanzadas que ya cuentan con políticas de actuación han diseñado guías o play books que contienen las pautas para su uso. En menor grado se están designando responsables especializados para la puesta en marcha de proyectos, o creando grupos específicos de trabajo para desarrollar e implantar proyectos vinculados a la IA-Gen.
A continuación, analizaremos las diferentes políticas y acciones que los medios están ejecutando para su uso interno y las estrategias ante el auge de un ecosistema monopolístico de herramientas de IA.