Un día antes de celebrarse el Día Mundial de la Libertad de Prensa y ante el ritmo y la intensidad de los ataques a la prensa mexicana, las dos principales organizaciones globales representantes de la prensa internacional solicitaron una reunión con las autoridades mexicanas para discutir la delicada situación y fortalecer los mecanismos de protección a periodistas en situaciones de riesgo.
En menos de dos meses fueron asesinados cuatro periodistas: Maximino Rodríguez en Baja California Sur; Miroslava Breach en Chihuahua; Ricardo Monlui en Veracruz; y Cecilio Pineda en Guerrero. Estos crímenes exhiben una crisis de seguridad “especialmente en las áreas con alta incidencia del crimen organizado y donde se presenta debilidad institucional por parte del Estado”, de acuerdo con una carta enviada por la presidencia de la Asociación Mundial de Editores de Periódicos (WAN-IFRA) al Presidente Enrique Peña Nieto, México es ahora el país que sin atravesar un conflicto armado internacional se ubica como el más peligroso para ejercer el periodismo.
La carta, firmada por Tomas Brunegård y Michael Golden, presidente y vicepresidente de WAN-IFRA, respectivamente, así como Marcelo Rech, presidente del Foro Mundial de Editores, señala especialmente la complicidad de autoridades ya que “la mitad de las agresiones a periodistas son instrumentadas por funcionarios del Estado mexicano”. De igual manera, denuncia la impunidad en la que permanecen estos crímenes, describiéndola como “la mejor protección para todo el que quiera silenciar a un periodista”.
Ambos organismos pidieron reforzar los mecanismos de protección a periodistas y personas defensoras de derechos humanos pues “no tienen la capacidad de detener estos crímenes y no son suficientes para garantizar la libertad de prensa”.
WAN-IFRA ha publicado tres informes en 2012, 2013 y 2014 sobre la situación de la libertad de prensa en México.
WAN-IFRA y WEF, organismos que desde 1948 trabajan para la defensa y la promoción de la libertad de prensa y representan 18.000 publicaciones, 15.000 páginas web y más de 3.000 empresas en más de 120 países, han catalogado a México como “uno de los lugares más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo”.
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