El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, firmó hoy la Declaración de Chapultepec, luego de una reunión con autoridades de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y se comprometió a respetar los 10 principios del documento sobre las libertades de expresión y de prensa que deben regir en una democracia.
Durante el acto de firma, que se realizó esta tarde en el Palacio Nacional de la Cultura de la capital guatemalteca, Arévalo estuvo acompañado por una delegación de la SIP integrada por José Roberto Dutriz, presidente; Gonzalo Marroquín, expresidente, y Carlos Lauría, director ejecutivo.
Como testigo de honor de la firma participó José Rubén Zamora, fundador y presidente del desaparecido elperiódico, quien estuvo encarcelado durante 812 días y que aún enfrenta varios procesos penales en represalia por sus investigaciones periodísticas. Zamora, que estuvo acompañado durante la ceremonia por su hijo José, fue liberado el 19 de octubre bajo un régimen de arresto domiciliario.
Arévalo afirmó que «no es una firma simbólica, sino que detrás está el compromiso personal y de mi gobierno por respetar, garantizar y defender la libertad de expresión en Guatemala».
«Ninguna democracia es estable o sólida si no se sostiene o si carece de sus más importantes pilares: el acceso a la información, con su contraparte, la libertad de expresión. Los ciudadanos tienen derecho a saber, cuestionar, opinar y ser escuchados», añadió Arévalo
Por su parte, Dutriz, presidente y director general de La Prensa Gráfica, de El Salvador, expresó su satisfacción por la firma de la Declaración de Chapultepec por parte del presidente de Guatemala. Dutriz resaltó que tiene un impacto sumamente negativo «que la libertad de expresión sea castigada. Lo que queremos es entendimiento, diálogo abierto y debate público para ir construyendo de esa manera la estabilidad y el desarrollo democrático en las diferentes sociedades».
El presidente de la SIP agregó, en un mensaje a la prensa local, que «estamos contentos por Guatemala». Dutriz explicó que con estos gestos «vemos un avance por parte del gobierno» y esperamos «un ambiente más propicio para el ejercicio de nuestra labor».
La firma de la Declaración de Chapultepec se produjo luego de que la Presidencia de Guatemala analizara el documento tras un encuentro que sostuvo en enero pasado con representantes internacionales de la SIP y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), dos semanas después de que Arévalo asumiera su cargo. La SIP dejó en manos de los asesores del presidente el estudio de la Declaración de Salta II, recientemente actualizada durante la Asamblea General de Córdoba.
La Declaración de Chapultepec, adoptada en 1994, resume en 10 principios el concepto de la consolidación de la vigencia de las libertades públicas y los derechos humanos con el entendido de que el «motor y punto de partida de los derechos básicos del ser humano», es la libertad de expresión.
En referencia a la situación que llevó a la cárcel a Zamora, el presidente de Guatemala aseguró que «la Fiscalía debe cesar la persecución arbitraria de periodistas», mientras que el propio periodista, en un breve mensaje posterior a la firma de la declaración, agradeció a la prensa por su arresto domiciliario. «Me sacaron los periodistas», afirmó y aprovechó para agradecer a la SIP, a los periodistas locales, a otras organizaciones internacionales y a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Previo a la firma de la declaración, Arévalo y la delegación de la SIP analizaron la situación de la prensa, ante la preocupación expresada por la organización por la cantidad elevada de periodistas que aún permanecen en el exilio tras la persecución judicial del anterior gobierno. El presidente dijo estar preocupado por esa circunstancia y que mantiene conversaciones con quienes se vieron obligados a abandonar el país.