La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) expresa su consternación por los hechos de violencia registrados en la provincia de Jujuy. Allí fueron atacados la sede de la Legislatura Provincial y otros edificios públicos, con lo cual se desconoció a poderes legítimamente constituidos. Entre ellos, la Convención Constituyente elegida hace pocos meses que aprobó una reforma constitucional acordada por representantes del oficialismo y la oposición.

Nuestra entidad se ha expresado en ciertos momentos históricos que, por su gravedad y trascendencia institucional, al involucrar valores fundamentales del orden democrático como la paz social, la convivencia pacífica o el respeto al Estado de derecho, pueden poner en riesgo el orden constitucional.

Las libertades de expresión y de prensa, esenciales a la misión y la prédica de Adepa, solo pueden ser ejercidas con la vigencia de las garantías constitucionales básicas. En nuestro país, sobresale el respeto al orden representativo, republicano y federal.

Como reza nuestra Constitución Nacional, el pueblo delibera y gobierna por medio de sus representantes. Quien atente contra este principio está cometiendo un delito grave. La libre expresión y el derecho de protesta dentro de una democracia no pueden confundirse con la violencia ni con la alteración del orden institucional. Solo así puede ejercerse un escrutinio público sólido y legítimo de la gestión pública sin que se vea amenazada la estabilidad democrática o la vigencia de las instituciones.

La hora del país, de extrema complejidad, reclama posiciones claras. Libertad de expresión sin violencia, en un marco de paz social y de respeto a las instituciones, son principios insoslayables siempre, y conviene resaltarlos en contextos, como el actual, en que nos enfrentamos con un horizonte sombrío.