Por Diego Dillenberger
El Trust Barometer que la consultora Edelman presenta desde hace 18 años en el foro de Davos no solo es la mejor acción de PR de una agencia de relaciones públicas de la historia, sino que permite comparar tendencias país por país de la evolución de la confianza en instituciones. Para la Argentina, sumada al barómetro hace un lustro, los índices de confianza de este año trajeron buenas noticias para el gobierno de Mauricio Macri, los medios tradicionales de comunicación, pero malas noticias para los empresarios, justo en momentos en que al empresariado le va mejor que en muchos años.
Cada año en Edelman le ponen un título al Barómetro, y el de este año es La batalla por la verdad, porque la gente de Edelman puso especial énfasis en medir la confianza en medios tradicionales y redes sociales luego del “año de las fake news”. Y en un mundo en el que la desconfianza crece año a año sobre la confianza en todo tipo de instituciones (países como Argentina están en un campo medio), las fake news, protagonistas de las noticias el año pasado, les devolvieron algo de nivel de confianza a los medios tradicionales.
Argentina, por ejemplo, está entre el grupo de países –son 28 en total los medidos- que más temen que las noticias falsas o campañas de desinformación se usen como un arma. Junto con México y España, el 76 por ciento le temen a este fenómeno, con lo que se colocan a la cabeza del mundo. Un intento de explicación: los argentinos experimentaron le mal que se hizo con el “relato” kirchnerista, los españoles viven en carne propia el resultado de las campañas de desinformación sobre los catalanes que intentaron suicidarse separando a Cataluña de España por influencia de campañas de desinformación de dos décadas más la influencia de las granjas de trolls rusas. El caso de México es obvio: tienen a Donald Trump al lado y lo sufren en carne propia.
Y el lugar de las redes sociales lo toman los periodistas: crecieron 5 puntos en confianza a nivel global, contra un decrecimiento de 2 por ciento de las plataformas de redes sociales. Eso, no obstante que los medios son hoy a nivel global la institución menos confiable. Conste que cuando se pregunta por “los periodistas” la confianza se da vuelta hacia el positivo.
De hecho el “periodismo es más confiable que las redes sociales en la mayoría de los países. En Argentina, ambos gozan de algo más de confianza que la media (59 para el periodismo y 51 por ciento para las redes), con 62 contra 54. ¿Esto refuta la teoría del gurú presidencial Jaime Durán Barba de que las redes sociales son hoy más influyentes e importantes que los medios tradicionales? No necesariamente, pero es un toque de atención sobre la teoría seguida hasta el exceso por el gobierno de no debatir sus ideas y planes en los medios tradicionales, sino confiar más en el contacto directo a través de las redes sociales. La historia continúa. Por lo pronto la encuesta, que consulta en la veintena de países a público informado y población general, muestra que, a nivel global, solo el 25 por ciento es “amplificador” de medios, o consumidores compulsivos de noticias. Otro 25 por ciento consume noticias esporádicamente, mientras que el 50 por ciento es considerado “desenganchado” del mundo de la información y los medios, cuando se les pregunta por la frecuencia que se informan y si pasan a través de las redes sociales algo del contenido que leen.
Probablemente esa fue siempre la proporción de gente muy informada, algo interesada y nada interesada, solo que desde que existen las redes sociales quedan más evidenciadas las diferencias entre los “informados” y los “despreocupados”.
Para peor, el 63 por ciento se manifestó incapaz de diferenciar entre una noticia verídica y una falsa.
Otro dato interesante es que en Argentina los empleadores no merecen confianza de la opinión pública, contrariamente a lo que sucede a nivel global, donde el 72 por ciento les confía,y ese nivel creció 7 puntos. Argentina está casi en el fondo de la tabla, con el 60 por ciento, luego de una caída monumental de 18 por ciento: la mayor de la tabla.
Si bien los empresarios, en general, no tienen tan mala imagen en Argentina en comparación con otras “instituciones” del país (ver gráfico), si resultan poco considerados en la comparación global. De todos modos aquí nuevamente se da una diferencia análoga a medios vs. periodistas. Cuando se pregunta por la confianza en su empleador, baja a 60 y se coloca al final de la tabla.
La buena noticia para el gobierno de Mauricio Macri es que la confianza en el gobierno creció en Argentina 8 puntos: la encuesta fue terminada a fin de año, más bien influenciada por la espuma positiva que le dejó al gobierno el triunfo electoral de octubre. También en España hubo un salto importante en el gobierno que quizás pueda ser explicado por el acertado manejo por parte del presidente Mariano Rajoy de la crisis catalana.