Por Bárbara Read, subdirectora de La Mañana de Formosa

El periodismo es una herramienta poderosa para cuestionar y abrir el debate sobre una infinidad de temas. La desigualdad de género que existe en la sociedad queda expuesta en un sinfín de derechos de las mujeres que siguen siendo vulnerados actualmente: los modos de participación en la vida pública y política, la paridad en los salarios, el acceso a puestos jerárquicos, los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a la vida, ya que, sin ir más lejos, en Argentina matan a una mujer cada 29 horas. Las mujeres y las niñas tienen derecho al disfrute de todos los derechos humanos en condiciones de igualdad, y a vivir libres de todas las formas de discriminación.

Los medios de comunicación son agentes de cambio, capaces de influir en la promoción de la igualdad y la perspectiva de género. Una cuestión que definitivamente no debería reducirse en los medios de comunicación a una sección de efemérides cada 8 de marzo, o a una casual historia de vida de alguna mujer ejemplar. No. La comunicación con perspectiva de género es un proceso, un camino que se construye día a día, tal vez a paso lento, pero seguro.

La Mañana habla en serio, se compromete y decide ir más allá, implementando iniciativas concretas. Pues proyectamos continuar ejerciendo el periodismo, cada vez con más responsabilidad respecto a esta temática que nos atraviesa socialmente.

Diciembre de 2018, fue un mes de “primeras veces”. Fue la primera vez que adherimos a un pacto de una organización internacional y también la primera vez que representantes de la oficina ONU Mujeres viajó al interior de la Argentina, nada más y nada menos que a la provincia de Formosa, de la mano del diario La Mañana, con el objetivo de que este medio local se adhiriera a los programas Ganar-Ganar y al Pacto de Medios de la organización de las Naciones Unidas.

A través del Pacto de Medios, ONU Mujeres invita a las principales empresas propietarias de medios de comunicación a dar el paso por la igualdad de género, comprometiéndose a convertirse en defensoras del género a través de sus reportajes, sus decisiones editoriales y sus prácticas corporativas. Esta adhesión nos da un acceso a informes y contenido exclusivo de ONU sobre la situación de la mujer en el mundo, lo que suma a la calidad de nuestro contenido y nos seguirá diferenciando en el ámbito local y regional. Que nos hayan sumado al tras haber analizado el contenido que ofrecemos en La Mañana nos indica que estamos en el camino correcto. Somos el tercer diario del país que se suma, después de Clarín y La Voz del Interior de Córdoba.

Pero como dijera antes, la promoción de la igualdad de género tiene que ir más allá; un contenido comunicacional responsable, y con una perspectiva transversal es un comienzo, pero no es suficiente. Es necesario dar el siguiente paso como empresa, a nivel interno, por ello adherimos también al programa Ganar – Ganar, para cuestionarnos nuestras estructuras, nuestras jerarquías y los espacios que ocupan nuestras mujeres. Nos convertimos también así en una de las primeras empresas del interior de la Argentina en adherirse a la iniciativa.

A través de las herramientas que brinda Ganar – Ganar, La Mañana generó un diagnóstico concreto del estado de situación de la empresa en lo que a empoderamiento económico y liderazgo empresarial de mujeres se refiere. Ahora vamos por el siguiente paso: establecer un plan de acción concreto para seguir consolidando ese propósito.

Al empezar a transitar el camino de la igualdad de género en las empresas, otra de las iniciativas más importantes a nivel interno fue la implementación de una licencia especial por violencia de género para nuestras trabajadoras, para lo cual se articuló con la Secretaria de la Mujer de la provincia de Formosa para acompañar este plazo con la contención necesaria.

Aunque muchas veces está invisibilizado, el campo minado de la desigualdad de género es muy amplio. La perspectiva de género no falta solo en la industria de los medios de comunicación, falta en la política, en la economía, en la educación y en todos los rubros del sector privado. El trabajo de deconstrucción y de concientización que hay por delante definitivamente es arduo y largo, pero como dice un viejo refrán “principio quieren las cosas” y que mejor lugar que empezar por casa.