El centenario diario PANORAMA, de Maracaibo, Venezuela, imprimió y circuló este martes 14 de mayo su última edición, luego que agotara la existencia de sus bobinas de papel. La noticia conmocionó a sus miles de lectores, a la comunidad en general y a todo el sector de los medios de comunicación.

Se ha silenciado un periódico, miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa, que durante 104 años abanderó el pluralismo editorial, que con rigor y veracidad informó día a día sobre los principales temas noticiosos de Venezuela y el mundo y que con constancia y continuidad defendió los intereses de la ciudadanía de Maracaibo, el Zulia y todo el centro occidente del país, zonas donde era el Diario de mayor circulación y el de mayor índice de lectoría.

Durante los últimos años con suficiente criterio y responsabilidad, apelando a la razonabilidad, al sentido común y a la ética política, PANORAMA invitó a quienes detentan el poder político a reorientar el rumbo del país, pidiendo que se tomaran los correctivos necesarios para evitar la crisis de todo orden que hoy sacude a Venezuela.

Como ha ocurrido con más de 60 medios impresos en la nación Suramericana, ante el férreo control de cambio y la imposibilidad de acceder a las divisas (cada vez más escasas para el Gobierno Bolivariano) y ante el cierre de crédito que sufren ya desde hace varios años por parte de los proveedores debido al riesgo de impago, PANORAMA debió apagar su rotativa y concentrar sus esfuerzos informativos en su plataforma digital www.panorama.com.ve

Un revés más para la libertad de prensa «que no es solo retórica moldeable a conveniencia, es un deber que todo Estado debe garantizar como norma insoslayable de convivencia y progreso», como señaló el Diario en su última edición impresa. Indicando asimismo lo siguiente: «Apreciados lectores y anunciantes, nuestro inventario de papel, luego de administrarlo con sabios criterios, tras sacrificar, primero productos editoriales, luego cuerpos y secciones completas, posteriormente paginaje y finalmente tiraje, expira hoy, y con él nuestras posibilidades de seguir imprimiendo historia (…) De esta forma la información se convierte en otra víctima de la crisis nacional que ya abarca todos los órdenes. Una economía reventada con una insospechada sequía de divisas, un caos político inmanejable, una sociedad fragmentada que huye a diario a países vecinos en una diáspora inédita».

Patricia Pineda Hernández -presidenta del Diario desde hace 10 años, cargo en el que la antecedieron su padre Esteban Pineda Belloso y su abuelo Luis Guillermo Pineda Urdaneta-, tuvo que tomar esta difícil decisión, con el respaldo de la Junta Directiva. El Diario terminó asfixiado por un entorno imposible, pese a todos los esfuerzos realizados. El periódico que llegó a tener una circulación promedio día de 200 mil ejemplares, en ediciones de más de 100 páginas, junto a varias revistas-, no contó más con la materia prima. Adquirir el papel se volvió una tarea imposible.

Conseguir las divisas, administradas bajo la regulación oficial venezolana, resultó cada vez más incierto porque el país, que enfrenta una hiperinflación estimada en el 10 millones por ciento para este año según el Fondo Monetario Internacional (FMI), no cuenta con los fondos en dólares para atender la demanda de los empresarios venezolanos que buscan invertir en el país, generar empresa, traer progreso y crear fuentes de trabajo. Tasar el papel, empezar a cerrar revistas, reducir secciones y páginas, fue parte de la estrategia para sostener la circulación hasta que los inventarios de papel se agotaron y no fue posible conseguirlo con ningún proveedor.

Pero no fue solo la imposibilidad de adquirir el papel, fueron también los continuos cortes de energía, que impedían imprimir con regularidad y en condiciones razonables el periódico cada día, así como la falta de repuestos para la flota de vehículos al servicio de la redacción y de la distribución del Diario.

A esa compleja situación se sumó la indetenible fuga de talentos del periódico, huyendo de un país en crisis y en busca de un horizonte más amable para ellos y sus familias. Muchos se marcharon, tras años de trabajo en esta Casa Editorial que contó con una nómina de casi mil empleados -hoy reducida a un 30 por ciento-, a los que siempre ofreció muy buenas condiciones salariales, capacitación permanente, estabilidad y progreso.

Un buen grupo de periodistas, fotógrafos, infógrafos se despidieron con tristeza -durante los últimos cinco años-, de sus compañeros de tantas batallas periodísticas en la sala de redacción de un diario cuya calidad editorial fue reconocida dentro y fuera del país. Panorama ganó más de una decena de premios nacionales de periodismo, recibió importantes galardones internacionales como el María Moors Cabot, en el año 1954, otorgado por la Universidad de Columbia; en el 2003 obtuvo 3 premios a la Excelencia en la Sociedad de Diseño de Noticias (SND); logró el premio a la Mejor Cobertura de Noticias de la Sociedad interamericana de Prensa (SIP) en 2006, y en 2012 ganó el premio de la SIP a Mejor Infografía, entre tantos otros.

El periódico, fiel a su tradición consolidada durante décadas de señalar alternativas y caminos de solución, reiteró en el editorial de su última edición que la única salida que tiene Venezuela, es la convocatoria de «unas elecciones libres y creíbles. Que respeten las reglas de juego y que permitan la participación de todas las fuerzas políticas que hacen vida en el país. Sin el desconocimiento y segregación de ninguna de ellas. Con un nuevo Consejo Nacional Electoral, lo que a todas luces resulta imprescindible. Con acompañamiento internacional, tras un reajuste del Registro Electoral que permita que los venezolanos expulsados por la crisis -que la ONU cifra en cuatro millones de personas-, puedan participar. Su voz, con todas las penurias que enfrentan fuera de la patria, tiene que ser escuchada y validada mediante su voto».

De no poder alcanzar un acuerdo nacional que permita unos comicios en condiciones justas, para PANORAMA Venezuela enfrenta una dura realidad que podría solo dirimirse por la indeseable violencia.

El Diario continuará el trabajo informativo desde su consolidada plataforma digital, www.panorama.com.ve, así como en el universo de las redes sociales donde cuenta con decenas de miles de seguidores. Un valioso y experimentado equipo de hombres y mujeres que permanecen en el periódico mantendrá y desarrollará esta tarea bajo la conducción y el liderazgo de Patricia Pineda. Pero ya no palparemos más las ediciones impresas ni la tinta fresca ni el papel caliente.

La Presidencia de PANORAMA sigue comprometida con la nada fácil tarea de seguir haciendo periodismo en Venezuela. Espera, confiada, que mejores tiempos lleguen al país y permitan no solo a PANORAMA sino a las decenas de medios impresos que han cerrado sus puertas, volver a circular, porque aunque el futuro será digital el papel todavía tiene audiencia en América Latina.

De esta manera, otro gran periódico venezolano y Latinoamericano apaga sus rotativas, en contravía de lo que todos sus directivos, periodistas y empleados, hubieran querido que ocurriera. Los lectores no escucharán más a los voceadores que en una y otra esquina del centro occidente de Venezuela, anunciaban cada mañana la llegada de PANORAMA. La libertad de expresión sufre un nuevo golpe, un periódico centenario, que informó a cinco generaciones de venezolanos, ha dejado de circular.

EDITORIAL DE LA ÚLTIMA EDICIÓN IMPRESA DE PANORAMA !HASTA PRONTO!

PORTADA ÚLTIMA EDICIÓN IMPRESA DE PANORAMA 14-5-2019

Fuente: SIP