El director de la Consultora W, Guillermo Oliveto, se refirió en MDV a los mitos que imperan en el mercado sobre el impacto de las marcas periodísticas. El especialista en consumo comenzó su exposición con una breve síntesis del contexto disruptivo actual que enfrentan las industrias tradicionales en el mundo. “Todos están siendo interpelados por nuevos jugadores con nuevas reglas. Hay una imbricación entre el mundo físico y el digital cada vez mayor”, manifestó.
Según Olivetto “la atención está en todos lados o casi en ningún lado”. Con esta frase introdujo datos clave: el 75% de los argentinos mayores a 18 años posee un smartphone y el 70% de la población tiene acceso a internet de banda ancha.
En relación a los mitos sobre las marcas periodísticas, Oliveto desafió al público señalando que “es mentira que nadie lee el diario en papel”. El 36% de los argentinos lo hace, número que equivale a 11 millones de personas. Seguidamente, contó que “el 27% de los jóvenes entre 18 y 37 años lee el diario en papel”.
Su tercera afirmación fue que “el 26% de los argentinos compra el diario papel”. En cuarta instancia, Oliveto aseguró que el 18% de los jóvenes también compra el periódico. En quinto y último lugar, especificó que “el 35% de los que leen el diario lo hacen durante la semana también y 2,2 millones de personas lo leen todos los días”. Todos los datos surgieron de un estudio especialmente hecho para Adepa por parte de la consultora fundada por Oliveto.
Por otro lado, el director de la Consultora W insistió en el rol de los medios para “contener a la población”. “La gente espera que las marcas los ayude a entender este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo”, manifestó. A su entender, los medios deben “tratar de ordenar y construir sentido todos los días”.
Para concluir su exposición, Oliveto se refirió al prestigio de las marcas periodísticas. “Las marcas ya no nos pertenecen, sino que tienen un valor social que está fuera de nuestro control”, exclamó. Y luego, citó al reconocido experto Peter Drucker: “Ojo que la cultura se come a la estrategia”.