El primer encuentro sobre “Contenidos audiovisuales y periodismo: una alianza contra la violencia de género”, se realizó el martes 27 de julio, y estuvo a cargo de Silvia Molina, quien se desempeña como editora de género de la Agencia Télam, y de Gabriella Pellegrini, editora de Géneros y Diversidades en medios públicos de la provincia del Chaco. La charla estuvo moderada por Bárbara Read, directora y editora de La Mañana de Formosa.
Antes de dar comienzo al taller, la coordinadora de Spotlight Nuria Peña, remarcó la importancia de tener un espacio para tratar las coberturas sobre los femicidios en los medios, y sobre la necesidad de no generar un proceso de revictimización cuando se encaran estos temas.
Por su parte, el presidente de Adepa, Martín Etchevers destacó que los medios argentinos vienen enfrentando una multiplicidad de desafíos de transformación, sobre todo, en el cambio tecnológico y en el consumo de las audiencias. Además, señaló que existen otros procesos que se vinculan con el rol de relevancia social: “En este sentido, los medios de diferentes escalas vienen asumiendo el desafío de tener una visión basada en las diversidades y prestando cada vez más atención a la construcción de una agenda que refleje la equidad y en donde las minorías se sientan representadas”.
Pautas para mejorar las coberturas audiovisuales sobre violencia contra las mujeres
Las especialistas invitadas detallaron los aspectos que los periodistas deben tener en cuenta al exponer información sobre los casos de violencia de género desde un enfoque de respeto a las víctimas. Silvina Molina señaló que el movimiento feminista en Argentina fue clave para generar un impacto positivo en los medios de comunicación de distintas maneras. “Este impacto no solo tiene que ver con la cuestión de género, sino también con las políticas de igualdad”, remarcó.
En este sentido, la editora de género de Télam también se refirió a cómo los medios empiezan a pensarse de otra manera a partir de los nuevos cambios sociales. Por esta razón, explicó que se realizaron estudios que no arrojaron buenos resultados en cuanto a la igualdad y paridad de género. Sin embargo, según el informe del Monitoreo Global de Medios 2020: “Por primera vez, desde el año 2000 que Argentina participa en el estudio, las mujeres son mayoría como presentadoras de las noticias en televisión”.
Sin embargo, según los datos arrojados por la Unesco, el 70% de las periodistas dijeron ser violentadas de forma virtual. Estos ataques, según Molina, “socavan el periodismo independiente, porque nos afecta como sociedad. Si silenciamos el periodismo y a las periodistas a través de la violencia, lo que estamos haciendo es destruir parte del entramado democrático social”, y para evitar esta problemática, se crearon organizaciones que buscan proteger a las mujeres de estas agresiones.
Los puntos importantes para tener en cuenta al momento de realizar una cobertura sobre violencia de género
“Necesitamos un compromiso, de quienes tienen decisión en los medios de comunicación, de organismos internacionales como es el caso de la Iniciativa Spotlight. Porque necesitamos de todos los actores sociales para que, desde el periodismo, podamos colaborar en prevenir la violencia de género. Creemos profundamente en la importancia de pensar en lo que cada medio necesita, pero tienen que ser pautas claras”. En este aspecto, la editora se refirió a la importancia de creación de decálogos o guías, manuales, protocolos, entre otras herramientas en las diferentes instituciones para las coberturas de esta temática.
Según Molina, el desafío que tienen los periodistas es de mostrar las desigualdades y la discriminación “que son las bases de la violencia de género que lleva a la violencia extrema que son los femicidios”, y agregó: “es un efecto dominó, y tenemos que reflejarlos en los medios de comunicación de una manera responsable”.
En relación a eso, explicó que para informar acerca de estos acontecimientos, los periodistas deben enfocarse en la prevención y la sensibilización. No brindando detalles específicos o publicando imágenes sensibles, sino remarcando que se trata de una violación a los Derechos Humanos y que existe una persona responsable de ese delito.
Otro punto importante, es no revelar la identidad de la mujer o la niña en situación de violencia para protegerla y no ponerla en riesgo. Solamente, la información personal se puede relevar cuando existe una autorización por parte de ellas.
Al momento de entrevistarlas, es responsabilidad del periodista asegurarse de que cuenta con una red de respaldo y de no hacer preguntas que incomoden a la víctima para desestimar su situación o hacerlas responsables de los ataques.
Las coberturas en la actualidad
Gabriella Pellegrini, por su parte, enfatizó que si bien hay notorias mejoras en lo que se refiere a las coberturas de violencia de género,“las redes, los medios audiovisuales y especialistas siguen siendo muy eficientes y eficaces a la hora de las reproducciones de las lógicas patriarcales y lo que se logra con esto es naturalizarlas”.
En este sentido, subrayó que se siguen “espectacularizando los hechos, culpabilizando a la víctimas y recordando estereotipos”. A través de estas acciones, la periodista entiende que se continúa incentivando el morbo que existe en la sociedad, pero para evitarlo, los periodistas deben tener la responsabilidad de advertir estos actos y no sostenerlos a la hora de hacer coberturas mediáticas.
“Hay un concepto de periodistas y panelistas que sostienen un tema al aire en el que surgen opiniones que, en muchos casos, son especulaciones y juzgamientos que no tienen que ver con informar”, dijo.
Pellegrini también habló sobre el concepto de “la pedagogía de la crueldad” y se refirió a que no es una buena práctica describir minuciosamente el método que el agresor llevó a cabo para atacar a la víctima, dado que esto puede lesionar la dignidad de las mujeres y hasta incluso insensibilizar frente a la violencia de género.
Informe: Valeria Silva.