Autor de una decena de libros de investigación periodística sobre los mayores casos de corrupción de los últimos tiempos, Daniel Santoro acaba de publicar “El Mecanismo. La corrupción kirchnerista: contratos energéticos, delatores y Odebrecht”, un puntilloso examen del detrás de escena del denominado “caso de los cuadernos de Oscar Centeno”.
En su nuevo trabajo, el periodista -jefe de Judiciales del diario Clarín- explica con datos y testimonios las causas que derivaron en los procesamientos al ex ministro de Planificación Julio de Vido: ¿Cómo fue su enriquecimiento? ¿Por qué los contratistas tenían la costumbre de prestarle un auto de alta gama a sus hijos? ¿Cómo, estando cerca de una condena, jueces y empresarios aún pelean por lograr su excarcelación? ¿Cuál fue el rol de Roberto Baratta, funcionario clave que está próximo a volver a la cárcel? ¿Claudio Bonadio volverá a procesar a De Vido por tres mil millones de dólares en sobreprecios en la importación de buques con gas? ¿Cuál es el vínculo de Hugo Moyano con el negocio del gasoil?
Esas son algunas de las hipótesis que guían la exhaustiva y precisa investigación de Santoro, premio Rey de España por su notable trabajo periodístico sobre el contrabando de armas a Ecuador, la única causa que condenó al expresidente Carlos Menem, revela la matriz de corrupción en los contratos energéticos durante el gobierno de los Kirchner y plantea las dudas sobre si Macri desarmará ese esquema de plata negra.
¿Cuál es el contenido central de El Mecanismo?
El libro muestra la trama oculta de los negocios de la obra pública que manejó Roberto Baratta, y que, con la causa de los cuadernos de las coimas, queda en evidencia. Quedan probados los sobornos a funcionarios que se pagaron por las obras energéticas. El juez Bonadio en su causa tiene tres circuitos de coimas: uno que son las obras energéticas, que está en mi libro; otra que son los subsidios al transporte; y otras que son las obras civiles, que es lo que ya conocíamos de Lázaro Báez.
Yo empecé esta investigación porque me di cuenta de que lo de Lázaro Báez era una minucia comparado con la cantidad de plata que significaban estas obras. Por ejemplo, la importación de barcos con gas natural líquido por 17 mil millones de dólares. La causa de los cuadernos empieza como un anexo de esta causa judicial de la importación de buques con gas natural líquido.
Es mentira que el juez Bonadio no es el juez natural de la causa, como dice el kirchnerismo. Cuando Bonadio lo detiene a Baratta el año pasado por esta causa de los buques con gas líquido, Hilda Horovitz, la ex mujer de Centeno, se presenta a declarar y denuncia a su ex marido. Así es como Centeno queda relacionado con esta causa. Después, hace este aporte excepcional Diego Cabot, de La Nación, cuando entrega los cuadernos, y por eso Bonadio es el juez natural.
¿Cómo es la relación entre los cuadernos de Centeno y El Mecanismo?
Este libro me llevó más de un año de trabajo. Yo había escrito un libro sobre la “Ruta del dinero K”, creyendo que ese era el gran caso de corrupción del kirchnerismo, pero me di cuenta que no. El gran caso de corrupción es el de las obras energéticas. El año pasado los periodistas estábamos con la “Ruta del dinero K”, con el caso Hotesur, con el caso de Los Sauces, y empezaban a aparecer otras cosas que nos parecían chiquitas: el caso de gas natural líquido que mencioné recién, el caso de subsidios al transporte, el caso de la mina de Río Turbio. Estos son realmente contratos multimillonarios.
Después, tuve la suerte de que una fuente me cruzó en los pasillos de Comodoro Py y me dijo “Santoro, preparate que viene algo grande en casos de corrupción”. Le dije: “Dame otro dato”: “Es secreto de sumario, es por las obras energéticas”. Entonces, yo dije “¡Bingo!”, estaba bien rumbeado y, efectivamente, eso que me adelantó la fuente sin darme detalles era la causa de los cuadernos de las coimas. Por eso, el que quiera entender la causa de los cuadernos tiene que leer el libro, porque ahí están explicadas las obras por las que se pagaron esos sobornos.
¿Se incluyeron los cuadernos en el libro?
Yo hice una introducción en el libro, que se refiere solamente a los cuadernos. Esto le da mayor sentido a todo lo que hay después de cada una de estas causas por las cuales Baratta iba a ver a los empresarios, que le pagaban sobornos millonarios, como en el caso de Isolux, de Roggio y de tantas otras empresas que están incluidas en el libro.
¿Qué opina con respecto a la figura de Lázaro Báez, que no está en los cuadernos?
Esa es una muy buena pregunta. Esto demuestra que Lázaro Báez era “tropa propia”, como se dice. Era un testaferro directo que no pagaba sobornos porque lo que hacía era administrar una empresa en nombre de los Kirchner. Por eso Baratta o Jaime no pasaban a cobrarle nada, porque lo que tenía Lázaro Báez no era de él, sino de los Kirchner.
¿Cuáles son las vinculaciones de la corrupción local con el caso Oderbrecht?
Ese es uno de los capítulos más fuertes del libro. Acá estamos hablando de los gaseoductos que hicieron en Córdoba, de la planta de agua potabilizadora del Tigre, de las cloacas de Berazategui y, además, del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Ahí yo cuento, fundamentalmente, el rol del “Corcho” Rodríguez en todo esto.
En la época de Néstor Kirchner, las coimas de Odebrecht al gobierno fluían naturalmente y sin ningún problema. Cuando muere Néstor Kirchner eso se traba, la empresa comienza a percibir atrasos en el pago de los contratos, en la certificación de adelanto de obra pública, hasta que aparece el “Corcho” Rodríguez como intermediario facilitador.
Yo adelanto en el libro que el segundo avance que va a haber en las casusas de corrupción del kirchnerismo va a ser cuando comiencen a llegar oficialmente los testimonios de los arrepentidos brasileños. El fiscal Franco Picardi ya los pidió, así que estamos a la expectativa de que lleguen para la causa del soterramiento.
En una entrevista anterior, dijo que la Justicia trabajaba muy lento en los casos de corrupción, ¿qué opina del rol de la Justicia en el caso de los cuadernos, que parece que está avanzando con mayor rapidez?
Yo creo que ha cambiado el panorama en la medida que se sancionó la ley del arrepentido, que es importantísima, aunque no tiene el alcance que tiene la de Brasil o la de Estados Unidos. Eso le ha dado un instrumento a la justicia para romper los pactos de silencio que existen entre empresarios y funcionarios para el pago de las coimas.
En este caso, también esta causa se alimenta de la excelente investigación de Diego Cabot, del diario La Nación. Y ha tocado un fiscal como Carlos Stornelli, que ya ha investigado el caso de venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia, y que es el motor de la causa. Creo que está jugando un rol histórico, y está yendo en contra de este promedio de duración de las causas de corrupción que era, hasta ahora y en Argentina, de 16 años.
Bonadio a la causa de la tragedia de Once la llevó a juicio oral y público en menos de un año y creo que va a hacer lo mismo con esta, para que no jueguen a favor todas las chicanas jurídicas que hacen los abogados para llegar a la prescripción. También les ha tocado la Sala 2 de Apelaciones que es una sala muy dura, como corresponde. Así que yo creo que esta causa está bien encaminada, a diferencia de otras.
¿Cómo fue el proceso de investigación de El Mecanismo?
Este es mi noveno libro de investigación periodística. Para mí las fuentes son el patrimonio de un periodista. En el final del libro, están citadas todas, las propias y las de otros medios, porque los lectores tienen derecho a corroborar que lo que decimos está documentado. La ventaja que tenemos ahora es que tenemos un Gobierno que ha abierto la mayoría de los registros del Estado para que los periodistas podamos investigar.
Sobre todo, lo que había que hacer en este caso era ir a la fuentes, que yo mantengo por ser director de Judiciales de Clarín. Y a todo eso había que explicarlo y hacer un trabajo enorme de lectura de los expedientes judiciales. Los periodistas subestimamos mucho a los expedientes y a las pruebas que están citadas en ellos. Hay que tener una gran capacidad, apoyar el traste y leer esos expedientes, donde encontramos un montón de puntas, que no están solamente en la parte final y en la síntesis.
Diego Cabot ha hecho una reivindicación del periodismo frente a las redes sociales y nosotros tenemos que, con trabajos como el mío, reivindicar el método del periodismo profesional y honesto.
¿Qué impacto espera que se genere luego de la publicación de El Mecanismo?
Ya hay varios jueces y fiscales que están interesados en incorporarlo a sus causas porque tienen algunos datos que les pueden llegar a servir. Yo también espero que sirva para que los periodistas en general y la sociedad en particular empiecen a mirar esas causas.
Por ejemplo, en la de gas natural líquido estamos hablando de 17 mil millones de dólares, que es un poquito más que el adelanto que nos dio el Fondo Monetario Internacional y que tanto nos está costando ahora frente a esta crisis cambiaria.
Estamos hablando de, realmente, mucha plata.
Tengamos consciencia de mirar también esa parte: las centrales hidroeléctricas, las centrales técnicas. Hay un capítulo de la Empresa Nacional de Energía que creó el kirchnerismo. A todas estas cosas que estaban sueltas o que parecían secundarias, yo ahora les doy otra prioridad y otra jerarquía dentro de los casos de corrupción del kirchnerismo.
Perfil de Daniel Santoro. Es periodista y editor de Judiciales del diario Clarín. Miembro de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, profesor de la Universidad de Belgrano y de la maestría de Clarín.
Fundó con otros colegas el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) en pos de trabajar en el mejoramiento de los estándares éticos y profesionales del periodismo argentino. La presidió entre 2002 y 2007.
Es miembro de la Academia Nacional de Periodismo (ocupa el sillón Raúl Scalabrini Ortiz). Es miembro del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) con sede en Washington. Ha sido jurado del premio a la libertad de prensa de la UNESCO, entre otros.
Publicó Operación Cóndor, la historia secreta del misil que desmanteló Menem (1991), El hacedor, una biografía política de Domingo Cavallo (Planeta, 1994), Los Intocables (Los verdaderos) (Planeta, 1996), Venta de armas: hombres de Menem (Planeta, 1998), Técnicas de Investigación. Métodos desarrollados en diarios y revistas de América Latina (2004), María Julia. Espejo de la corrupción en la Argentina (2010), Sr. Juez. Una biografía judicial de Norberto Oyarbide (2011), Nisman debe morir (2015), La ruta del dinero K (2016) y La ruta de la efedrina (2017). Ganó los premios Rey de España, Universidad de Columbia y el Konex por sus investigaciones periodísticas.
Actualmente también es panelista en el programa Animales sueltos, que se transmite por América TV.