Como parte de las actividades de la 76ª Asamblea General de SIP, las autoridades de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas y de la organización más representativa de la prensa estadounidense lideraron un panel sobre “Propiedad Intelectual en América Latina y Estados Unidos”. Desde ambas entidades insistieron en que es clave que los medios de comunicación permanezcan unidos frente a las negociaciones con las plataformas tecnológicas, como Google y Facebook.
En el marco de la 76ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Martín Etchevers, presidente de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), y miembro del Comité Ejecutivo de la SIP, y Diego Garazzi, presidente de la Comisión de Propiedad Intelectual de la entidad argentina, participaron, el miércoles 21 de octubre, en un panel sobre “Propiedad Intelectual en América Latina y Estados Unidos”, en el que también expuso David Chavern, presidente y CEO de la News Media Alliance (Estados Unidos). En el encuentro virtual, se analizaron los últimos avances en torno a la discusión por los derechos de la propiedad intelectual y el valor de los contenidos que los medios informativos producen y publican en Internet.
A modo de introducción, Etchevers, encargado de moderar y presentar la actividad, hizo una mención especial a la Declaración de Salta sobre Principios de Libertad de Expresión en la Era Digital, aprobada en 2018 durante la 74ª Asamblea General de la SIP.
“La Declaración de Salta fue premonitoria para las discusiones que luego se vieron universalizar sobre la propiedad intelectual de los contenidos en la Unión Europea, Australia y Estados Unidos. Se estaban sentando las bases de que los contenidos tienen un valor. Lo tuvieron siempre. El copyright no es un invento nuevo, existe en las legislaciones de nuestros países hace muchísimos años. Pero en el ecosistema digital se presta a nuevos desafíos porque hay actores intermediarios que se valen de esos contenidos para fortalecer su relación con sus audiencias y su negocio publicitario”, analizó el Presidente de Adepa.
Luego, remarcó que en la actualidad hay dos grandes espacios de discusión en torno a las plataformas y la competencia, que se relacionan directamente con el poder de mercado de las tecnológicas en todo el sistema económico. Identificó, por un lado, la discusión sobre si existe un abuso de la posición dominante en el mercado de las búsquedas o en el de las redes sociales, en alusión a Google y Facebook, respectivamente. “Sabemos que Google tiene más del 95 % del mercado de las búsquedas y que 9 de cada 10 personas están en alguna plataforma de Facebook”, puntualizó.
El segundo debate tiene que ver con la agenda de los medios. “Hay tres ejes de tensión. El primero es la discusión del pago de los contenidos y cómo las plataformas deben compartir los beneficios que obtienen de los productores de noticias. En Australia se habla de que debería ser un 10 % de los ingresos locales de las plataformas lo que vaya a la industria de los contenidos. El segundo tema es el de la práctica publicitaria en desmedro de los sitios de terceros. Y el tercer eje tiene que ver con la transparencia y opacidad de los algoritmos. Es un conflicto que pareciera verse venir en el futuro”, enumeró Etchevers.
Luego, David Chavern, que preside la organización más representativa de la prensa estadounidense y de Canadá, compartió su experiencia en el tratamiento de estas problemáticas en Estados Unidos. Habló, puntualmente, de los avances en las conversaciones y las acciones desde los poderes estatales para lograr establecer un control al uso de los contenidos de valor por las plataformas digitales.
“Estamos en un momento histórico. Estamos emprendiendo por todo el mundo una renegociación enorme de los términos del comercio para nuestro contenido con los distribuidores principales. En Estados Unidos estamos tratando de conseguir la capacidad para que los publishers puedan negociar de manera conjunta con las plataformas”, indicó.
El presidente de la News Media Alliance, autora del White Paper -un documento que establece la ganancia que obtiene Google por el aporte de los contenidos que producen los medios-, dijo que si bien a nivel mundial hay diferentes estrategias para abordar estas discusiones, todos van en una dirección “parecida”.
“Algunos países se centran en los derechos de autor. Otros, en la perspectiva de la competencia. Nuestra estrategia ha sido verla como un argumento de competencia. Google y Facebook son nuestros reguladores, deciden cómo se distribuye nuestro contenido y controlan la monetización”, consideró Chavern. Para él, “cada país tiene que decidir cuál es la mejor manera de llegar a este punto de renegociación sobre el valor y los términos de la industria de los medios”.
En particular, el Gobierno estadounidense presentó el 20 de octubre una demanda “antimonopolio” contra Google. “Favorece a todos nuestros argumentos para conseguir un mejor acuerdo de las plataformas”, evaluó. Y señaló que han tenido “bastante apoyo” del Congreso para sus negociaciones colectivas. “Apoyan una legislación. Estamos tratando de que se apruebe el proyecto de ley después de las elecciones. Australia y Europa van en paralelo. Pero en 2021 habrá más ejemplos de plataformas que paguen por contenido. Rápidamente eso se convertirá en la norma por todo el mundo”, pronosticó Chavern.
Según el panelista, las plataformas “entienden” este escenario, pero quieren “postergar lo inevitable todo lo posible”. “Saben que tendrán que llegar a una solución con los publishers de noticias”, marcó. Es que los medios no pueden “darse el lujo de dejar que las noticias desaparezcan”. “Si piensan en la industria que represento, lo impreso aún está ahí, pero está en declive. Nuestra audiencia es más grande que nunca y lo impreso es la parte económica del negocio. Pronto tendremos que sacar todas las ganancias en línea. Por eso necesitamos que ese entorno sea sostenible económicamente”, enfatizó.
Por su parte, Diego Garazzi, que también es gerente de Asuntos Legales del diario La Nación, habló del escenario actual en América Latina y, en particular, en la Argentina sobre el tratamiento legal de los contenidos que los medios informativos generan y publican en Internet. Como también de la rentabilidad económica que las plataformas digitales obtienen de esas publicaciones.
En la Argentina la participación de Google y Facebook como “puertas de acceso” a la búsqueda de noticias es de un 70 %, aproximadamente. “Son una distribuidora directa de los contenidos de los medios, que no pueden privarse de estar en estas plataformas”, graficó Garazzi.
Por otra parte, afirmó que, como ocurre a nivel mundial, se tiene un desconocimiento “muy importante” de cuál es la facturación local de Google derivada de los medios. “No podemos aceptar que sea un millón y medio de dólares lo que factura Google en el país derivado de los medios, como difundió la tecnológica. Es una tomada de pelo”, cuestionó.
Para Garazzi, la única forma de encontrarle una solución a este conflicto y que sea “productiva y aceptable” para ambas partes es “apelar a la idea de la buena fe”. “Lo que pedimos es poder negociar de buena fe. Abrir un poco la confianza, saber cuáles son los números y poder acceder a una retribución justa. Peleando estamos perdiendo una oportunidad enorme de revolucionar el consumo de noticias en las plataformas”, sostuvo.
En paralelo, hay que lograr tener “una legislación clara y eficaz, que se complemente con el empuje de todas las asociaciones privadas con los medios unidos detrás de esto”.
Para cerrar, Chavern y Garazzi coincidieron en que lo que sucede en Europa y en Australia es “importante” por el impacto que podría llegar a tener en el resto de los países.
“Es la primera vez que las plataformas y los publishers se unirán para llegar a algún tipo de acuerdo con respecto a precios, algoritmo y otros términos. Eso empezará a establecer un mercado, en el que todos tendremos que vivir. He apoyado muchísimo a los publishers europeos y australianos. Quiero que lleguen a buenos acuerdos porque eso tendrá un efecto en todos nosotros”, expresó Chavern.
Garazzi proyectó que de darse un acuerdo favorable entre ambas partes, “se evitarían los costos de una disputa legal y podríamos enfocar los esfuerzos en construir un entorno de negocios favorables tanto para plataformas como para los medios”.