El presidente de la SIP, Gustavo Mohme, está en Buenos Aires para promocionar la próxima asamblea de la entidad regional, que se realizará en octubre en la ciudad de Salta. Se reunió con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a quien invitó a la reunión de la organización. Y habló en la cena mensual de ADEPA. «La Argentina es más grande que sus problemas», afirmó.

¿Cuáles son las expectativas que tienen con relación a la asamblea que se realizará en octubre en Salta?

Nos toca en un momento particular de América para la libertad de prensa. Hay países como, por ejemplo, Argentina o el propio Ecuador donde la libertad se ha vuelto una corriente, y parece medio irreversible. En América Latina, hay países desde luego donde se mantiene la misma corriente. Sin embargo hay otros, cómo pueden ser Venezuela o Cuba, que es un caso serio. Pero de cualquier manera, es un momento especial para la libertad de prensa donde se ve un amanecer en materia de libertades democráticas. En ese caso en particular, la invitación a que los anfitriones sean colegas periodistas, argentinos concretamente de Salta, es emblemático porque de alguna manera lo amerita. Y, segundo porque, para nosotros, tiene mucho interés está asamblea en la medida en que estaríamos aprobando, si Dios quiere, la declaración de Salta, que es una suerte de nueva Chapultepec.

¿Cuáles son los puntos en los que están trabajando para la declaración de Salta?

En la última visita que hicimos a Estados Unidos, con propósito de una misión por los ataques de Donald Trump, mucha gente preguntaba sobre fake news, desinformación, derecho al olvido y una serie de elementos de los que uno tiene conocimiento profesional pero no hay principios establecidos y arraigados en la SIP. Entonces, no podía pronunciarme abiertamente en eso. De manera que, saqué la conclusión de que tenía que concentrarme en eso. En la asamblea en Medellín, donde propuse un mandato para tratarlo, hemos trabajado intensamente y hemos estado llevando un borrador para aprobar en la asamblea, si es que lo cree conveniente. Concretamente, contempla todos los puntos sobre la declaración Chapultepec, no la desvirtúa sino que la amplía y actualiza, puntos que han emergido ante la disrupción digital y que no estaban contemplados. Por tanto, es un momento muy importante para la SIP.

¿A qué actores políticos se ha convocado?

El documento se discutirá también con algunos presidentes o representantes. Hemos invitado a varios presidentes, como al presidente de Perú. Al presidente de Ecuador, Lenin Moreno, lo invité personalmente. También hoy día, estuve en la mañana en el despacho del jefe de gabinete, que se mostró estimulado y nos aseguró que iba a estar. Además a tres presidentes más hemos invitado. Es decir, queremos que tenga bastante importancia este evento, darle un realce. Es importante que estemos los medios argentinos en ocasiones como éstas. Ustedes, que han batallado permanentemente por la libertad, creo que deberían estar presentes masivamente en representación.

¿Cuál será la agenda de capacitación y formación profesional en la Asamblea?

Siempre hay cursos que tienen que ver con lo último en tecnología, además de charlas, laboratorios, foros, permanentemente. Ahí en la asamblea de la SIP nuestra parte principal inaugural es la libertad de prensa y ahí nos concentramos prácticamente. Pero hay un día previo, el día posterior, o dos días previos, que está permanentemente lleno de actividades y eventos, que son valiosísimos para la profesión.

¿Cómo están analizando desde la SIP la situación de la libertad de expresión en Nicaragua?

En Nicaragua está agravándose a una velocidad asombrosa. Están ocurriendo actos de barbarie que suponíamos que estaban olvidados: asesinatos de muchachos y de jóvenes que están protestando. Ya han matado a 400 personas y el gobierno dice que han sido sólo 182, como si eso hubiese sido un atenuante, como si la mensura definiera un asesinato. Lo cierto es que está muy grave pero junto a eso, también hay periodistas que han muerto. Hay un sistemático acoso contra los pocos medios independientes quedan. Los canales de televisión son un monopolio, son todos del estado y otros de un grupo empresarial que de alguna manera está relacionado con el mismo. No hay libertad y los pocos que la ejercen son perseguidos. Tuve la oportunidad de estar allá y ver un poco la televisión en algún momento y pintaban un país que no existía. El señor Ortega piensa que la Nicaragua de la televisión existe y no existe más que en su cabeza. El país está convulsionado y está expresándose enérgicamente, y no van a parar por lo que he escuchado. De manera que vamos a esperar que eso mejore.

Por Daniel Dessein, presidente de Adepa

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