A continuación, los mensajes que dieron Martín Etchevers, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de Adepa, y Gabriel Michi, amigo y colega del periodista asesinado en 1997.

Martín Etchevers:

“El próximo 25 de enero se cumplirán 20 años del más grave atentado a la profesión periodística desde la recuperación de la institucionalidad democrática en 1983. Desde la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas queremos realizar un homenaje a la memoria de José Luis Cabezas, a 20 años del brutal asesinato de nuestro colega, el periodista y reportero gráfico de Revista Noticias, secuestrado y asesinado en una cava del partido de General Madariaga, mientras cubría la temporada de verano para ese medio en Pinamar.

Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997. Tres años más tarde, el 2 de febrero de 2000, la Justicia determinó que el crimen fue ordenado por el empresario postal Alfredo Yabrán, quien se había suicidado el 20 de mayo de 1998 cuando estaba prófugo tras su imputación por ser considerado el autor intelectual del crimen de Cabezas.

En la sentencia se condenó a prisión perpetua al jefe de la custodia de Yabrán, el ex militar Gregorio Ríos, como instigador junto a su jefe del brutal asesinato. La misma sentencia recibieron los delincuentes comunes conocidos como La Banda de Los Hornos, Horacio Braga, Sergio Gustavo González, José Luis Auge y Héctor Retana (fallecido en prisión). Y los policías Gustavo Prellezo (ejecutor de José Luis), Sergio Cammaratta y Aníbal Luna fueron condenados a reclusión perpetua, al considerarse como agravante su condición de uniformados.

En un segundo juicio, fue condenado también a perpetua el ex comisario de Pinamar, Alberto Pedro Gómez, a quien se responsabilizó por haber liberado la zona para que el crimen se pudiese cometer.
Pese a esas sentencias, los asesinos de José Luis fueron consiguiendo la libertad gracias a una serie de artilugios legales y demoras judiciales, tras cumplir una mínima parte de sus condenas. Y pese a que un fallo de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires ratificó la sentencia de la Cámara Penal de Dolores, rechazó el vergonzoso cambio de carátula y de condenas de la Cámara de Casación Bonaerense y ordenó que los asesinos vuelvan a prisión.

Para que haya una verdadera justicia y el crimen de José Luis no quede impune, es imprescindible que se cumpla con ese dictamen y que los criminales vuelvan tras las rejas. Desde Adepa nos sumamos a ese reclamo de los familiares, amigos y colegas de José Luis.

Queremos invitar a Gabriel Michi, compañero y amigo de José Luis, a que nos acompañe con unas palabras en este homenaje que hacemos hoy, a pocos días de cumplirse el vigésimo aniversario de su asesinato, el más grave atentado a la profesión periodística en nuestro país desde 1983”.

Gabriel Michi:

Muchas gracias a Adepa por la invitación y por este homenaje. El próximo 25 de enero se van a cumplir 20 años, como decía Martín Etchevers, y daba los datos puntuales, concretos, sobre lo que la justicia demostró acerca del asesinato de José Luis Cabezas. Que fue perpetrado por una verdadera banda criminal, que pretendía de alguna manera que la impunidad siga vigente en la Argentina. Y esa foto que José Luis Cabezas le hizo a Alfredo Yabrán en aquel momento fue que puso luz sobre un rostro desconocido por todos, que escondía un poder detrás del verdadero poder.

Una cuestión para tener en cuenta: el asesinato de Cabezas fue un asesinato contra un periodista, contra un reportero gráfico, pero fue un intento también de asesinar a la democracia a través del asesinato de la libertad de expresión. En su crimen hubo un multimensaje para todos los que creen en el periodismo independiente, en la defensa de la libertad de expresión como un valor fundamental para crecer en democracia. Un mensaje para todos, de silenciamiento. Donde en definitiva lo que se logró a partir de la lucha de su familia, de sus colegas y también la responsabilidad que tomaron los periodistas y los medios de comunicación como tales en el reclamo de justicia y de verdad.

El crimen de José Luis es un hecho inédito en la historia democrática argentina. La verdad que fue un caso bisagra en la historia del periodismo en el país, y creo que nos marcó a fuego a todos los argentinos. Y creo que muy pocas veces la sociedad sintió tal compromiso por la defensa de un periodista y del periodismo, como se vivió en torno a la lucha por la justicia por su asesinato. El derrotero judicial hizo que por un lado haya habido sentencias ejemplares, tres años después del asesinato, pero que tiempo después, por un fallo vergonzoso del Tribunal de Casación de la Pcia. de Buenos Aires, les redujeron las condenas a los asesinos, y todos ellos salieron en libertad. Y son un peligro para la sociedad y la democracia argentina.

Estos homenajes que hemos presenciado en los últimos días tienen como misión reflejar y recordar la memoria de José Luis Cabezas, sirve no solamente por la memoria, sino también sirven para que un crimen como este no se vuelva a repetir en la Argentina. Es responsabilidad de todos nosotros luchar porque eso que ocurrió en 1997 quede como un mal recuerdo de todos, y que en definitiva sirva para construir la idea de que no se puede asesinar al periodismo, no se puede asesinar a la palabra, y que nuestro trabajo y nuestro compromiso tienen que ver con la búsqueda de la verdad.

Una digresión personal: recién acabo de venir de presentar un libro en el Congreso de la Nación, y fue muy emotivo en ese lugar reencontrarme con mis compañeros de la revista Noticias, volver a vernos con los familiares de José Luis (con quienes tengo contacto permanente), y recordar lo que fue trabajar en esa situación casi de guerra. Situación de enorme temor e incertidumbre, sin saber hacia dónde podíamos caminar y qué riesgos se estaban dando alrededor nuestro. El debate que se dio en la revista Noticias en aquel entonces tenía que ver con cuestiones humanas y periodísticas, y decidimos priorizar la búsqueda de la verdad, aun a pesar del temor. Porque sabíamos que de la otra manera ganaban quiénes nos habían querido silenciar, y en definitiva era el acto de mayor injusticia contra la memoria de José Luis.

Así que ahora que se van a cumplir 20 años de este asesinato agradezco especialmente que Adepa haga este reconocimiento, que se sepa que esta lucha porque haya justicia sigue vigente aun 20 años después y con esta situación judicial, y que nunca más se repita otro caso como el de José Luis Cabezas.