Ante la crisis económica que atravesaba la empresa “Organización Periodística 25 de Mayo”, parte del equipo del histórico medio bonaerense decidió apostar por su continuidad y transformarse. Conformaron una cooperativa, ahora su versión impresa sale los viernes y su web se actualiza constantemente.
Desde su fundación, el 8 de noviembre de 1962, hasta marzo de este año, el periódico La Mañana, nacido en el municipio bonaerense de 25 de Mayo, salía a la calle todos los días, menos los lunes. Hace por lo menos 15 años crearon la web, pero solamente la usaban para cargar la versión impresa y leer el diario desde la página. No había contenido digital original con actualizaciones.
El diario siempre se financió por las ganancias de venta de ejemplares, que en los últimos años sumó la opción de suscripción, y de la publicidad. Pero los problemas económicos para sostener esa estructura y costear los gastos de insumos, papel y cargas laborales, se agudizaron con la caída de los ingresos publicitarios y de la versión impresa. A eso se sumó la pérdida de hábito de los lectores, de salir a comprar el diario o recibirlo en su casa, y la competencia con los sitios y plataformas online.
Esa situación alcanzó su punto más crítico con la llegada de la pandemia, cuando decidieron dejar de imprimir los ejemplares durante un mes y volcar todo el contenido en lamanana.com.ar.
En plena crisis, parte del equipo de La Mañana, que también se fue reduciendo, pensó una estrategia para asegurar la continuidad de este servicio informativo que ya forma parte de la identidad de 25 de Mayo, como también de los distritos vecinos de Saladillo y Roque Pérez. Se plantearon conformar una cooperativa dirigida por los trabajadores.
“Se llegó a un acuerdo con Sebastián Borda (el último director del diario e hijo de uno de los fundadores) de disolver la sociedad y armar una cooperativa”, resumió Remi Morosi, quien desde el 2000 venía ocupando el cargo de Jefe de Redacción. Ahora es el presidente de la cooperativa y próximamente pasará a dirigir La Mañana.
Después de vender el edificio donde operaba la redacción -ahora lo alquilan-, se indemnizó a una parte de los empleados y los seis restantes, entre ellos Morosi, crearon la cooperativa. Además de las indemnizaciones, antes de disolverse, la Organización Periodística 25 de Mayo les donó algo clave: la marca. También les cedió la rotativa y todo el equipamiento para seguir funcionando.
“El significado de La Mañana para la comunidad es enorme. En sus 58 años de existencia, el diario mismo ha ayudado a unir las comunidades”, enfatizó Morosi.
Para Morosi, sobrino de Alberto Rocha, uno de los fundadores y primer director de La Mañana, este plan impidió la desaparición del periódico. “Nosotros quisimos respetar la historia”, sostuvo.
Esta reconversión también implicó una transformación de su versión impresa: de diario pasó a ser un semanario de 56 páginas. Su debut fue el 8 de mayo pasado.
Ahora se vende todos los viernes por un valor de $ 60 o la opción mensual de $ 200. A su vez, este cambio los motivó a dar otro paso desafiante: aumentar la calidad del producto con la generación de contenidos premium: notas de color, entrevistas, notas de opinión, siempre con la impronta local.
“Realmente toda la comunidad apoyó este cambio, porque quieren que La Mañana siga estando ya que es parte del patrimonio cultural”, expresó Morosi.
El futuro director del nuevo producto analizó los resultados, aunque incipientes, de los casi tres meses del semanario en la calle. “Afortunadamente, los suscriptores al diario impreso se mantuvieron para empezar a recibir el semanario. Y para sorpresa de nosotros, se multiplicaron”, destacó Morosi. Dijo que hoy venden “5 veces más” que lo que vendían como diario. “Estamos entre 2.400 y 2.500 ejemplares vendidos por viernes”, graficó.
En cuanto a la publicidad, también incrementaron la venta. “Hoy debemos tener un 80 % más de publicidad”, resaltó.
Alcanzar estas cifras en tres meses responde a varias estrategias implementadas. “Hicimos un precio muy económico, tanto del producto impreso como de los costos de la publicidad. Por ahora, lo que queremos hacer es sumar suscriptores y sumar ventas. Asegurarnos que el semanario esté en la calle. Lo vemos como una forma de que La Mañana siga vivo”, argumentó. Y afirmó: “El producto gustó. Tiene mucho contenido de valor”.
La renovación del sitio: suman contenido digitales con actualización diaria
Otra estrategia importante para reinventarse fue la modernización de la web: por primera vez, la página lamanana.com.ar se actualiza las 24 horas del día. Los contenidos originales digitales conviven con los informativos del semanario, menos los premium. Quieren que sean exclusivos para aquellos que compran el ejemplar cada viernes o mensualmente. También hay publicidad.
Para dar abasto con toda la producción, en el equipo trabajan los periodistas y el personal administrativo que impulsó la cooperativa. Y sumaron colaboradores para reforzar la redacción, el área de publicidad, y de impresión y distribución.
La respuesta de los lectores al nuevo sitio está siendo positiva. “Recibimos un promedio de 8.000 visitas por día”, remarcó Morosi. El manejo de datos para empezar a medir el comportamiento de la audiencia es una tarea que pondrán en práctica lo antes posible. “La pandemia aceleró el proceso de transformación. Y el año que viene, con o sin pandemia, estos cambios van a seguir. Y el sitio, guste o no, es futuro”, planteó Morosi.
Desde La Mañana se muestran esperanzados en que con estos cambios, y los ajustes que deban aplicar, alcanzarán la sustentabilidad del medio. “Viene creciendo un montón, tanto las entradas al sitio como la venta del semanario y de publicidad. Estamos convencidos de que nos va a ir bien. Pero más allá de lo económico, estamos felices de haber impedido la muerte de La Mañana. También estamos satisfechos con el producto que logramos, a la gente le gusta y lo consume, no solo en 25 de Mayo, también en Saladillo y en Roque Pérez, donde aumentamos considerablemente el apoyo publicitario y la venta”, precisó.