Rafael Klappenbach es el director de Cases i Associats, una consultora de proyectos periodísticos. La empresa se encarga de la definición estratégica de publicaciones, el diseño gráfico, la concepción y la configuración de productos digitales e impresos. Trabaja con alrededor de 100 proyectos y también encara la organización de redacciones, la consultoría tecnológica, de gestión y de posicionamiento en el mercado.

Klappenbach estará presente en el próximo encuentro en Bahía Blanca el 1 y 2 de junio en donde dará un taller titulado: “Carrera a lo digital: ¿qué hacen los grandes y cómo podemos imitarlos?” En entrevista con Adepa, cuenta sobre su trabajo en Cases i Associats y adelanta parte de lo que presentará en Bahía Blanca.

¿Observa un avance de la transformación digital en la región?

No sólo un avance. Un avance se percibía cinco años atrás. Hoy ya no hay tiempos de dudas ni de debates. Es una etapa superada. Estamos, no diría en estampida, porque suena a huida, pero sí frente a una verdadera decantación de las redacciones hacia lo digital.

En Cases i Associats trabajan con proyectos tanto en papel como en digital, ¿cuán distinto es el trabajo en cada uno de ellos? ¿Trabajan con algún otro formato que abarque todo?

Efectivamente trabajamos impreso y digital. Y sí que hay diferencias. Pero no son diferencias profundas, porque lo verdaderamente importante es lo mismo: el contenido. Y el contenido -el periodismo básicamente- no cambia. Nuestros equipos de diseño han debido aprender nuevas tecnologías, nuevos formatos, programación, redes sociales, nosotros mismos como directores estamos continuamente actualizándonos, pero sobre la misma base: cómo presentar de la mejor forma posible y en el formato adecuado los contenidos generados por las redacciones. Entonces sí cambia, pero no cambia. Claro, hoy el 80% de nuestro trabajo está orientado hacia lo digital. Y eso habla de que la industria se está enfocando bien, porque también por esos números andan nuestras audiencias: 20 papel y 80 digital, unos más, otros menos.

¿Ejemplos de medios grandes y pequeños -ya sea en cuanto al diseño, la estrategia o la organización- de Argentina que usen como modelo?

Preferimos trabajar sin modelos. No creemos en modelos únicos y óptimos. Hay dos grandes diarios en Argentina -Clarín y La Nación- y han tenido conductas muy dispares en torno a los procesos de decantación hacia lo digital. Sin embargo, tenemos que concluir que ambos han tenido un muy buen pasaje hacia el liderazgo en el mundo digital. No creemos que haya mejores o peores modelos. Si estamos convencidos que en procesos de cambios tan dramáticos como los que vivimos, el peor remedio es la parálisis. Aquellos medios que ensayan acierto y error, vemos que a mediano plazo avanzan y se posicionan de cara a los desafíos de futuro. Los que prefieren la seguridad de estar estáticos ante la incertidumbre, se quedan en el tiempo y pierden protagonismo, liderazgo y relevancia.

¿Cuáles son los principales ejes?

Es uno de los procesos más complejos a los que se han enfrentado las redacciones, porque implica un cambio cultural profundo. Y los periodistas, bien por comodidad, bien por tradición, bien por convicción -y casi siempre con dosis importantes de soberbia- somos renuentes al cambio en nuestras formas de trabajo. Y lo digo como periodista que soy. Cambiar entonces implica modificar la cultura, modificar la organización, asignar nuevas tareas y responsabilidades, realizar capacitaciones profundas, cambiar rutinas y horarios, aprender nuevas especialidades, empezar a mensurar la “eficiencia” del contenido que producimos, adaptarnos más a los lectores y menos a los intereses de otros periodistas o de nuestras fuentes.

¿Cómo se puede trabajar en una redacción respecto de publicación de contenido en ciclos de tiempo variables y multiplataforma?

No podemos pretender tener un periodista multihorario, multiplataforma, multitarea, multipropósito, multiproducto. Porque si lo tenemos, no le podremos exigir calidad. Se trata, por tanto, de organización y sistema. Tenemos que pasar a pensar en redacciones doble turno, tenemos que pensar en fotógrafos que escriben y periodistas que filman. Y por supuesto, fotógrafos que filman. Y tenemos que tener claro que cada plataforma tiene sus especificidades y que cada hora del día sus demandas. Probablemente en un restaurante a primera hora de la mañana tengamos que generar siete termos de café, pero erraríamos si servimos siete termos de café de cena. Y no creo que nadie quiera un buen pescado de desayuno.

Respecto del taller que va a dar en Bahía Blanca, ¿de qué se trata esta carrera a lo digital (del negocio, de los perfiles profesionales, etc.)?

Ahí está la dificultad de la charla y la dificultad del desafío. Que se trata de todo. Pero en lo que nos toca, nos centraremos fundamentalmente en los procesos que afectan a las redacciones: echar a una mirada a lo que están haciendo los grandes players y ver si hay algo imitable por nosotros.