Precauciones a la hora de cubrir
Antes de la cobertura:
- Las personas mayores de 60 años y las personas con problemas crónicos de salud se consideran de alto riesgo. Si usted se encuentra en esta categoría de alto riesgo, debería considerar no participar en la cobertura.
- Revisar con frecuencia el estado de todo evento al que piense asistir y tener en cuenta que se suspendieron los actos públicos.
- Ser consciente de la desinformación, algo sobre lo cual la OMS ha advertido.
- Prestar atención a la seguridad digital, ya que se ha informado que estafadores y hackers utilizan correos electrónicos relacionados con el Covid-19 para engañar a las personas con la técnica del phishing (método que se utiliza para conseguir información personal).
- Tener en cuenta el posible efecto psicológico de informar desde una zona afectada por Covid-19, en particular si informa desde una instalación médica o de aislamiento o de una zona de cuarentena. Un recurso valioso para los trabajadores de medios que cubren situaciones traumáticas es el Centro DART para el Periodismo y el Trauma.
Después de la cobertura:
- Vigile su salud personal luego de abandonar un lugar específico afectado. Obtenga atención médica si presenta síntomas respiratorios en un plazo de 14 días e informe al servicio de salud sobre el riesgo de contagio antes de presentarse en persona.
- Si presenta algún síntoma, informar a la empresa y a la dirección tan pronto como sea posible. Tener en cuenta que se le puede exigir que se aísle voluntariamente.
- Debe dar seguimiento a las últimas informaciones sobre el Covid-19, al igual que a todo procedimiento de aislamiento y cuarentena que se implemente en su lugar de origen y en su destino.
Consejos para una cobertura responsable
La pandemia del nuevo coronavirus es una de las historias más urgentes, complejas y de rápido desarrollo de este año. Es la primera pandemia con cobertura en tiempo real. Creemos que es importante que las redacciones que aún no tienen reporteros especializados en salud y ciencia formen un equipo con cierto grado de experiencia, para que se enfoque sólo en este tema.
A continuación, les dejamos otros consejos que pueden resultar de utilidad:
- Prepararse. Establecer con anticipación contacto con el personal de las áreas de emergencia, organizaciones de salud y expertos. Discutir lo que el público podría necesitar, más allá de las últimas noticias.
- Investigar. Aprender los conceptos básicos sobre prevención, transmisión y tratamiento, y consultar con expertos para garantizar reportes con información de calidad.
- Coordinar. En una emergencia de salud pública, los medios de comunicación y los servicios de salud deben trabajar en conjunto para proporcionar información pertinente.
- Ayudar a la audiencia a cuidarse. Proporcionar información precisa sobre lo que está sucediendo y explicar las medidas en curso, incluyendo cómo y cuándo acceder a la ayuda, cómo prevenir la propagación de la enfermedad y qué hacer si ellos o sus familiares tienen síntomas.
- Hacer las preguntas correctas a las personas adecuadas. Buscar referentes con el conocimiento, la credibilidad y la capacidad adecuadas para expresarse sobre el tema. No necesariamente tienen que ser expertos.
- Definir los términos en cada historia y añadir un enlace a un glosario. Es fácil apropiarse del lenguaje técnico provisto por las instituciones. Sin embargo, también es importante traducir la jerga, ya que la mayoría de las personas no conocen los términos formales.
- Presentar voces confiables y contrarrestar la información errónea. Las personas actúan con base en la información que reciben sólo si confían en ella. Eso está fundado, en parte, en el origen de la información y en quién la brinda.
- No caer en la desinformación. Buscar información sólida de expertos en enfermedades infecciosas y salud pública, y mantenerse alertas ante las personas que intentan venderse como expertos cuando no lo son.
- Evitar el balance falso. Los reporteros con experiencia en salud, ciencia y ambiente saben que no deben dar el mismo tiempo y espacio a los creacionistas, a los negadores del cambio climático, a los anti-vacunas o a los terraplanistas. No es necesario contar algún “otro lado” del nuevo coronavirus.
- No hacer daño. No es suficiente con asegurarse de que la información sea precisa. Es muy importante tener en consideración cómo podría interpretarse el informe y si podría estar alimentando el estigma o la discriminación. Hay que ser empático y sensible. Las necesidades de alguien afectado por un brote de enfermedad son siempre más importantes que las necesidades del entrevistador.
- Contextualizar. Cuando sea apropiado, ayudar a los lectores a comprender cómo funciona el sistema de atención médica, cómo funciona la ciencia, cómo funcionan las publicaciones científicas, cómo funciona el sistema inmune, cómo funcionan los virus.
- Utilizar las redes sociales de manera efectiva. Las personas que hacen preguntas en las redes sociales son las que deberían marcar el rumbo, ya que la información es para ellos.
- Motivar a las audiencias para hacer frente a la emergencia. Mostrar historias positivas de afrontamiento y recuperación, y compartir experiencias y aprendizajes de otras personas afectadas.
- Pensar en la película y no sólo la foto. Los brotes de enfermedades y las emergencias sanitarias afectan no sólo la salud de las personas, sino que también es probable que el brote altere sus medios de vida, educación, rutinas diarias, acceso a alimentos y atención médica de rutina.