La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) destacó la intensidad del debate público existente en la Argentina, situación que se ve potenciada hoy en el marco de un período electoral, y que es un indicador de la diversidad de opiniones que marcan la agenda ciudadana y de la libertad con que estas se expresan.
El reporte semestral sobre el estado de la libertad de prensa en el país, fue presentado por el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa, Martín Etchevers (Clarín, Buenos Aires). El documento (al que se puede acceder en el siguiente link) destaca que: El país ha dejado atrás una política estatal sistemática destinada a desacreditar al periodismo y a combatir a las empresas de medios que son, aquí y en el mundo, estructuras fundamentales para llevarlo adelante”.
En el informe, Adepa reflexiona sobre cómo el Estado debe ponderar la función de los medios informativos en el debate democrático y no considerarlos un “mero vehículo de distribución de mensajes, asimilándolos a las redes sociales o los buscadores de Internet”, que tienen una lógica diferente. “El periodismo de calidad requiere importantes inversiones en talento y genera miles de puestos de trabajo. Y es necesario que todos los actores -medios, anunciantes, audiencias y poderes públicos- lo entiendan y contribuyan a su sostenimiento”, precisa.
“La empresa periodística es, aquí y en el mundo, una maquinaria compleja definida por el ejercicio profesional y por la responsabilidad editorial. Es la organización que da respaldo al trabajo de los periodistas, que puede sostener en el largo plazo una apuesta editorial, que invierte recursos no sólo en buscar la noticia sino en agregar valor a través de la investigación, el análisis, la interpretación de la realidad”, agrega el texto.
Para Adepa, ese valor profesional que tienen los medios de prensa requiere de estrategias públicas, derivadas de un amplio consenso político y social, que ayuden a garantizarlo y preservarlo en el tiempo. Entre estas estrategias, la entidad numera, la inclusión de la protección de la propiedad intelectual de los medios frente a las nuevas plataformas digitales globales; un esquema impositivo y previsional orientado a favorecer la producción de contenidos nacionales; medidas para alentar la transformación digital de los diarios impresos -sobre todo de los medianos y pequeños, y en particular de los del interior del país-; y un régimen tributario equitativo entre actores locales e internacionales.
“Exhortamos a los distintos sectores de la sociedad y poderes del Estado, a asumir un papel creativo, dinamizador y promotor de la industria periodística, entendiendo su real dimensión para la democracia, la educación popular y la cultural nacional. Lo hacemos a la par de nuestros colegas de toda América, de Europa y de gran parte del mundo, que se encuentran ante dilemas parecidos en estos tiempos de proliferación no sólo de plataformas tecnológicas, sino también de noticias falsas y hechos alternativos”, enfatiza Adepa.
Avances y temas pendientes
La entidad representativa de los medios de todo el país resaltó los avances en términos de libertad de expresión en los últimos años, que contrastan diametralmente con el clima de hostigamiento y persecución que signó el anterior período de gobierno, más allá de discursos actuales que pretenden afirmar lo contrario. “Libertad de prensa no es sólo poder decir lo que se piensa, sino poder hacerlo sin represalias”, señala Adepa en su informe de Libertad de Prensa dado a conocer hoy en Santa Fe, en el marco de la 55ª Asamblea anual de la entidad.
El documento de Adepa agrega que en el país se perciben pasos saludables en el acceso a la información pública o en la mayor apertura de funcionarios al escrutinio periodístico. “Estos presupuestos constituyen avances en nuestra madurez democrática en términos de libertad de expresión, que contrastan diametralmente con el clima de hostigamiento y persecución que signó el anterior período de gobierno, más allá de discursos actuales que pretenden afirmar lo contrario. Porque como Adepa ha dicho en reiteradas oportunidades: libertad de prensa no es sólo poder decir lo que se piensa, sino poder hacerlo sin represalias”, señala.
Estos elementos marcan un punto de partida que para la entidad que agrupa a medios impresos y digitales de todo el país, debe profundizarse, ya que “la sociedad argentina aún vive resabios de una intolerancia forjada a lo largo de décadas de violencia política que ni siquiera el retorno de la democracia en 1983 logró desterrar”.
“Esos resabios llevan a que en muchos casos las disidencias se terminen procesando no mediante el diálogo sino mediante el ataque, la intimidación y la amenaza”, reseñó Etchevers. “En los últimos meses, hemos visto cómo nuevamente medios y periodistas de distintos puntos del país han sido víctimas de agresiones verbales callejeras, ataques físicos y persecuciones”, agregó.
El informe de la Comisión de Libertad de Prensa destaca que el Estado, la dirigencia política, la sociedad y los medios debemos asumir plenamente el desafío de recuperar una conversación democrática madura.
Como parte de los temas pendientes en la agenda de libertad de expresión, para Adepa la seguridad personal es un desafío mayúsculo, agravado por las amenazas del narcotráfico y el crimen organizado. “El reciente ataque a balazos sufrido por un periodista misionero y las amenazas al director de un portal digital de Bahía Blanca actualizan esta preocupación”, ejemplificó Etchevers. “Reivindicamos la iniciativa del Protocolo de Protección de Periodistas que presentábamos hace un año junto a Fopea y el Ministerio de Seguridad de la Nación. E insistimos en que más provincias se sumen con iniciativas similares”, dijo.
En materia de Acceso a la Información, Adepa señala que “Deberá ejecutarse con celeridad y amplitud una política activa de acceso a la información pública, tras la aprobación y reglamentación de una ley que fuera postergada por más de una década”. En ese sentido, Adepa saludó la implementación de esta norma y el nombramiento de su máximo responsable, e instó a que todas las dependencias estatales asuman su responsabilidad en la materia de manera efectiva y oportuna y a que normas similares sean sancionadas y puestas en marcha en aquellas provincias que aún no lo hicieron.
En términos de la difusión de los actos de gobierno, Adepa requirió que se avance cada vez más en estándares objetivos y cuantificables a la hora de cumplir ese precepto constitucional, evitando cualquier suspicacia respecto al uso de los recursos públicos como herramienta de castigo o disciplinamiento. “Al mismo tiempo, se deben seguir transparentando los beneficios y privilegios indebidos que años atrás dieron lugar al sostenimiento artificial de algunos medios. Y se debe evitar que tales situaciones se reproduzcan en el futuro”.
En definitiva, señala Adepa “los avances en materia de distribución de publicidad oficial”, que la entidad saludó en su anterior asamblea, “requieren seguir profundizándose en términos institucionales, para que quienes tienen a su cargo el manejo de esos recursos vean limitada su discrecionalidad y deban adecuar su conducta a parámetros que trasciendan la mera voluntad del gobierno de turno”.
La sanción de una ley que cuente con un amplio consenso político -y en cuyo debate sea escuchada la voz de los medios- es una deuda pendiente. Además de los históricos principios que Adepa ha sostenido en esta materia, como atender al alcance real de los medios o la necesidad de una cobertura federal, hoy se hace necesario resaltar otro valor a la hora de difundir los mensajes públicos: el papel clave de los medios en la producción de contenidos, su aporte insoslayable para el ejercicio del periodismo.