En un contexto regional marcado por el aumento de la persecución contra periodistas, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ha lanzado una iniciativa diseñada para apoyar a periodistas que han sido desplazados o exiliados a causa de la persecución relacionada con su labor informativa, llamada Red Latinoamericana de Periodismo en el Exilio (RELPEX).
El programa busca facilitar la continuidad de su trabajo y robustecer el flujo de información sobre los desafíos que enfrentan.
La nueva iniciativa fue anunciada durante la Reunión de Medio Año de la SIP, en una conferencia moderada por el gerente general del diario La Prensa de Nicaragua, Juan Lorenzo Holmann, quien estuvo más de un año detenido y ahora se ha visto obligado a exiliarse en Estados Unidos.
«Esta red nace de la convicción de que el exilio no debe significar el silencio», sentenció Carlos Lauría, director ejecutivo de la SIP, encargado de presentar RELPEX. La inspiración detrás de la Red surgió directamente de las experiencias de aquellos que se han visto obligados a desplazarse interna o externamente para preservar su libertad e integridad, explicó.
Roberto Rock (fundador de La Silla Rota y ex presidente de la SIP) recordó las misiones de la SIP a países como Nicaragua, donde la brutal represión contra la sociedad civil también silenciaba voces periodísticas.
La creciente ola de comunicadores forzados a abandonar sus hogares en América Latina impulsó a la organización a sistematizar un programa de apoyo. «Creemos que es un fenómeno que se ha venido agudizando en los últimos años», afirmó Rock.
La SIP procuró colaborar con otras organizaciones en el sector y así se involucró con la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy-NED), liderada operativamente por Mariana Belloso. La propia experiencia de Belloso como periodista acosada y espiada en El Salvador la obligó a buscar refugio en Estados Unidos.
Belloso compartió su difícil travesía y la falta de información y apoyo que sufrió al llegar al exilio. «Yo no era una persona que estaba muy familiarizada con el ecosistema de las organizaciones o de redes internacionales de periodistas», confesó. Esta vivencia la impulsó a trabajar en la creación de una red de contención que centralizara recursos y herramientas para otros colegas en situaciones similares.
Uno de los pilares de la iniciativa es la plataforma periodismolibre.org, sitio web que busca ser un punto de encuentro para que periodistas o medios exiliados encuentren información sobre apoyos legales, económicos, psicosociales y oportunidades laborales.
La SIP está recopilando las historias de sus más de 200 miembros para publicar un libro y generar conciencia sobre la complejidad del fenómeno del exilio periodístico, que a menudo incluye la persecución de las familias que permanecen en los países de origen. Se está prestando especial atención a las necesidades particulares de las mujeres periodistas y la población diversa dentro de la red.
Tanto Lauria como Belloso hicieron un llamado a que la comunidad internacional reconozca la urgencia de apoyar a los periodistas en el exilio, cuyas necesidades son enormes y los recursos aún limitados. La premisa fundamental de esta red de contención se resume en su lema: «Voces libres sin fronteras».
En un continente donde el silencio forzado amenaza la democracia, esta iniciativa de la SIP se erige como un faro de esperanza para aquellos que se niegan a callar.