Columna de Christian Findling, Director Comercial de El Cronista, publicada en el newsletter de Totalmedios.

Todos sabemos, a esta altura, que el consumo de plataformas digitales (smartphones, tablets y Smart TVs, entre otros) crece a ritmo sostenido año tras año. Cada vez son más las personas que recurren a videos, redes sociales y webs para informarse y entretenerse.

Un informe de la empresa comScore indica que los argentinos pasamos 11 horas semanales viendo videos digitales. Otro reporte de eMarketer asegura que los avisos a través de celulares y tabletas representan el 40% de la inversión publicitaria digital.

Sin embargo, el mismo análisis de comScore observa que la publicidad argentina está dominada por anuncios estándar estáticos, y que este tipo de formatos todavía representa la mayoría de los ingresos publicitarios. Esto nos da el indicio de que todavía existe cierta “tensión” entre los formatos clásicos y los actuales.

La publicidad tradicional es fuerte en el mercado. Es cierto que la convergencia tecnológica y la publicidad digital representan el paradigma del futuro, pero los medios gráficos todavía reciben un fuerte apoyo del público. En paralelo, existe cierta resistencia por parte de las marcas a trasladarse definitivamente al soporte digital.

¿Entonces? La publicidad vive una era de transición, aunque todo indica que esa transición será más rápida de lo que creemos. En poco tiempo la Generación Z compondrá el público target de la mayoría de las organizaciones. La agilidad de las empresas para responder a ese cambio será fundamental en el éxito de sus inversiones publicitarias.

En la actualidad, la pauta publicitaria de mayor consumo en el mundo se desarrolla dentro de entornos social media y con una gran preponderancia del formato video. El consumo de videos en nuestro país subió 66% en el último año, siendo los Smartphones y Smart TVs las principales plataformas de reproducción.

Otra tendencia en alza es la interacción entre el público y las marcas en redes sociales. Asimismo, las marcas invierten cada vez mayor porcentaje de su pauta en publicidad digital. Desde una mirada positiva, este tipo de publicidades permiten hacer segmentaciones precisas y efectivas que fidelizan el vínculo marca-público.

En este contexto, comprender la dinámica cambiante y acelerada de los formatos digitales es la llave para hacer rendir al máximo las estrategias publicitarias.