El libro que devela el “fenómeno Macri”

El 1º de mayo salió a la venta “Macri. Historia íntima y secreta de la élite argentina que llegó al poder”, la biografía del presidente argentino escrita por la periodista Laura Di Marco. A los pocos días, se agotaron los 15 mil ejemplares de la primera edición, ubicando al libro entre los más vendidos del mes y probablemente del año. La editorial distribuyó una segunda edición, de 10 mil ejemplares, y se volvieron a agotar. Siguió una tercera edición, y se prevén varias más. Es, sin dudas, un éxito indiscutible. “Eso, en mi opinión, para una mujer es muy difícil”, opina la autora en diálogo con Adepa. Di Marco escribió otros libros como “Cristina Fernández. La verdadera historia” y “La Cámpora”. En esta entrevista cuenta detalles de su última publicación, y cómo fue el trabajo con las fuentes en torno a un presidente en ejercicio.

¿Qué tiene de distinto este libro de una biografía de Mauricio Macri?

En realidad, no es una biografía de Macri, si bien, como tengo cinco horas de grabación de un Macri sin filtro, te diría que es un presidente en pantuflas porque dice lo que piensa, habla sin casete, sin coacheo.

Entonces eso apareció muy visible en los medios, pero en realidad el libro tiene 10 capítulos presentando a las figuras del nuevo poder. Entonces, lo que presenta es un fenómeno que es el macrismo, es un quién es quién en el macrismo, la intimidad del gobierno y el elenco de la política y de la intimidad de Mauricio Macri como para entender un fenómeno más que una persona.

Yo lo que digo en realidad es que el libro tiene tres travesías: uno es el viaje personal de Macri y otro es el de un país, la Argentina, que en un momento lo elige a Macri en un determinado momento y en una determinada coyuntura como emergente de una clase social, que es el tercer viaje, que es el de una élite que accede al poder por elecciones libres, cuando antes accedía por otros métodos. Y una élite además que se fue ampliando porque yo digo que hay tres viajes porque Macri hace tres años, como miembro de esta élite, nunca hubiera podido liderar al radicalismo o a la Coalición Cívica de Elisa Carrió, sin embargo, en un determinado momento de la Argentina que queda atrapada en el populismo, y donde casi perdemos la democracia tal como la conocemos.

Finalmente, Macri tiene chances, ese niño rico que hace 10 años tenía un 60% de imagen negativa y que cuando se bajaba para hacer los timbreos tenía miedo que la gente lo saque a zapallazos -porque realmente por la mala imagen del Grupo Macri parecía que Macri no tenía futuro político- finalmente después de 10 años de kirchnerismo, lo tuvo. Y la gente lo elige como la figura más potable para escapar del populismo que es de donde quería escapar.

Hay muchas versiones que dicen que para Cambiemos fue una sorpresa el triunfo en las presidenciales de 2015. Habiéndolo vivido de más cerca, ¿cuál es la verdadera historia?

Fue una sorpresa. De hecho, la gente antes había elegido a Massa. Mi impresión es que el kirchnerismo perdió las elecciones, no es que las ganó Macri. De todas maneras, Macri presenta y configura un fenómeno.

Cuándo habla de élites, ¿a qué se refiere?

Cuando hablo de élites me refiero a una élite económica, sin duda. Una élite formada por grupos económicos y por protagonistas de estos grupos económicos, que antes, a lo largo de las décadas, en algún momento se aliaron a militares para dar golpes de estado.

Ahí lo que también distingo es clases sociales dentro de esa misma élite. Lo que pasa es que la mayoría de nosotros miramos la élite desde la clase media, desde la clase media baja, entonces parece que son todos iguales. Macri forma parte de una burguesía, de un grupo de inmigrantes como es Franco Macri, que se integra a la élite local. Y ahí lo que cuento es que en el Newman Macri sufre bullying por eso, que es hijo de un tano, de un nuevo rico, que hizo la plata en una generación, que viene de una fortuna sospechada. Entonces, las familias de la aristocracia que iban al Newman, hijos de las familias que tenían próceres en su árbol genealógico y varias generaciones de aristócratas, le hacían bullying por ser el hijo de un tano, alguien sin escudo. Yo ahí cuento que se dividen los bandos entre los que tienen estancias y escudo y los que tienen countries y clubes.

Pero cuando hablo de élite hablo de una élite económica. De hecho, el PRO empieza recostándose sobre esa élite en la que Macri se socializa. La élite de chicos que fueron a colegios caros, a colegios ingleses, cuyos padres son o profesionales o empresarios, que se socializan en countries, en clubes, que forman una red. Ahí cuento qué significa el Club Argentino de Tenis para esa élite.

¿Cómo es el trabajo con las fuentes con un presidente en ejercicio?

Fue un enorme trabajo. Armé un equipo de investigación de varias personas, de varios periodistas, donde distribuimos los personajes. Tiene más de 60 entrevistas en on, y en off mucho más, del elenco gobernante. Tengo 25 años de periodista con lo cual a muchos de ellos los conozco desde hace muchos años. La novedad ahora es que están en el poder, pero la relación la construí mucho antes. Es el resultado de una trayectoria. Si fuera periodista de hace menos años no sé si hubiera logrado hacer esto.

Mucha de la gente que hoy está con Macri la conozco desde hace muchos años, más el hecho de haber armado un equipo de investigación donde pude distribuir el trabajo que fue mucho. Después, el hecho de un programa en Radio Mitre, un programa que es muy escuchado, el presidente Macri escucha ese programa, eso también me ayudó a tener un acceso más privilegiado a él.

Lo que tengo también, muy importante para entender a Macri, son dos entrevistas de casi seis horas con Jaime Durán Barba, que es el verdadero hacedor de Mauricio Macri, el consultor ecuatoriano que tiene toda una mirada de las nuevas democracias y la construcción de un liderazgo nuevo en estas nuevas democracias.

¿Alguna anécdota o dato que quiera comentar que esté presente en el libro?

El libro empieza con que el presidente Macri escucha el programa en Mitre. Entonces un día, en la campaña de 2015, hablando de las futuras primeras damas, de Malena Galmarini, de Juliana Awada y de Karina Rabolini, digo: “la verdad, ¿qué retroceso no? Lo que es la figura de la mujer”. Y en un momento digo: “Juliana es un adorno”. Macri estaba escuchando. Yo no sabía que estaba escuchando. Me había enterado que a veces escuchaba el programa, pero te imaginás que ni sabía que estaba escuchando.

Entonces, pasan los meses, yo iba a hacer en realidad otro libro que tenía que ver con Scioli porque todos pensábamos que era Scioli el que ganaba. Es más, ya había firmado el contrato para un libro que se iba a llamar “La noche que ganó Scioli”. Entonces, finalmente gana Macri. Recalculamos y hacemos un libro. Primero, había surgido la idea de una biografía de Macri y después de una biografía sobre el nuevo poder -yo tengo tres libros anteriores y uno de ellos es “La Cámpora” y este libro se parece a “La Cámpora”, en el sentido que presenta un fenómeno, no presenta una persona.

Macri asume en diciembre y no me atendía. No me atiende y no me atiende y digo: “Acá pasa algo”. Finalmente, en mayo de 2016 me atiende. Lo estoy esperando en Casa de Gobierno y le llevó mis dos libros anteriores: la biografía de Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora. Entramos, él tenía cara de pocos amigos. Yo sin saber qué pasaba, por qué no me recibía, porque de hecho Macri debe ser el presidente que más periodistas recibe –de ahí también el desafío de contar un Macri diferente por el acceso. Con los libros anteriores, el activo era que yo contaba cosas a las que nadie podría acceder. Bueno, a Macri casi todos los colegas pueden acceder. Pero a este Macri que cuento en mi libro, no.

Aparece Macri, nos saludamos. Entro con su vocero, Iván Pavlovsky, y le doy los dos libros y agarra el de Cristina, que en su portada tiene una Cristina de 20 años -es el libro que tiene a Cristina joven. La mira y dice: “Era linda de joven eh. Lástima esa maldad”. Entonces, Iván Pavlovsky le dice: “Ella es la que descubrió que Cristina es hija natural, que no es hija del colectivero que muestra, sino de otro hombre”. “Ah –dice Macri- mirá. ¿Mirá si descubren que yo soy hijo natural?”. Entonces el vocero le dice: “Mirá, de cuántos quilombos te sacaría, ¿no? Si no fueras el hijo de Franco y fueras el hijo de otro”.

Entonces, en un momento me dice: “Yo te voy a decir la verdad. Yo con vos estaba enojado”. Le digo: “¿Enojado? Primero para estar enojado hay que tener un vínculo con alguien. No entiendo por qué estás enojado”. “Porque un día estaba escuchando la radio y escuché que vos dijiste que mi mujer, Juliana, era un adorno”. Imaginate la situación, con el presidente, el vocero… Pensé: “¿Cómo salgo de esta situación?” Porque no le quería mentir porque yo había dicho eso efectivamente pero tampoco quería dejar de entrevistarlo. Entonces quería decir algo que fuera cierto, que de hecho es lo que le dije, que tal vez era un prejuicio mío el pensar que una primera dama tenía que tener otro tipo de perfil más político, más inspirador. Entonces ahí me empieza a contar que su mujer es sagrada y por qué es sagrada.

¿Es un libro que merece una continuación?

Es un libro que habla de una época, que presenta un fenómeno y yo creo que es probable que tal vez con agregados hagamos otra edición. Eso lo charlamos en algún momento. Tal vez se queden ocho años. Es un libro que cuenta una nueva forma de poder, por lo menos un nuevo gobierno, un elenco nuevo.

¿Lo leyó el presidente?

No sé si lo leyó. Le han llegado muchísimos mensajes. Ellos en general son gente que no tiene con los libros una gran conexión, Macri no es un gran lector. Entonces cuando yo iba para un libro, medio que para un libro para los políticos es algo muy lejano, no entienden bien. Si fuera para una nota no se hubiera abierto así, tampoco. No miden el impacto de un libro. Ahora que el libro es un éxito, están como desorientados.

Yo se lo mandé al libro, si lo leyó, no sé. Ahora está en China, que se yo. Recibí comentarios de su entorno, de Gabriela Michetti, que le habían regalado otros amigos de ellos. Tuve comentarios buenos, comentarios de que se sorprenden.

Del libro a mí me sorprende algo, que va a los dos lados de la grieta. En general, la verdad es que lo compra mayoritariamente la base de votantes de Macri, aunque no sean fanáticos. Pero también lo leen kirchneristas, lo veo en las redes. Además, me han entrevistado muchos medios kirchneristas y bien, con respeto. Tal vez porque el libro se para en un lugar de ecuanimidad. Hablan ellos, no es que yo adjetivo o digo “bueno” o “malo”.